Carnaval

Spiderman, el rey de los disfraces en el Carnaval de Ibiza

El atuendo de Hombre Araña y los trajes de personajes de anime, superheroínas, piratas y ‘ninjas’ triunfan entre el público infantil de Ibiza en una campaña de Carnaval que, según varios comercios del ramo, «está siendo más floja» que la de 2023

Maite Alvite

Maite Alvite

«El Carnaval en Ibiza no es ya lo que era hace diez o veinte años». Lo comentan encargados de varios negocios que se dedican a la venta de disfraces en Vila y queda patente al comprobar la poca clientela que hay a cinco días de las primeras rúas en las isla. No ayuda que el sondeo se haga un lunes por la mañana, pero hay otro factor que puede influir en la escasa afluencia de público y que resaltan en algunos establecimientos: el hecho de que la celebración caiga tan pronto, a principios de febrero, después de la dura cuesta de enero y antes de que las personas desempleadas hayan cobrado el paro, que el SEPE abonará a partir del día 12 . Esta observación la hace la propietaria de La Cucaña, Damaris Ortega, que asegura que la campaña de Carnaval está siendo «más floja que el año pasado». «Esta celebración cada vez va a menos. El año pasado pedí un montón de género a cinco casas de disfraces y no vendí ni la mitad y este año solo he recurrido a dos», explica. Las ventas del comercio local, añade, también se resienten porque cada vez más gente opta por comprar sus trajes en internet.

Que el Carnaval está de capa caída en Ibiza también lo piensa Sen, del bazar Rui Zhou Shan Chan. Allí, asegura, venden muchos más disfraces para Halloween que para la fiesta de Don Carnal.

Hay negocios que han optado por ofrecer descuentos para conseguir atraer más clientela. Por ejemplo, en Maxi Home hay rebajas del 20% en disfraces, aunque lo que se vende más hasta ahora son complementos, según explica una de sus dependientas, Paola.

Spiderman, el rey de los disfraces | M.A.

Karel Arguedas con el traje negro de Spiderman que llevará su hijo Sander. / Maite Alvite

En este establecimiento de Ibiza está Karel Arguedas echando un vistazo en la sección de disfraces. No busca nada para ella, que es poco fan del Carnaval, ni para su hija de quince años, Alannys, que ya ha encargado en la web del gigante chino de la moda online la ropa y los accesorios para convertirse en Tiana, la primera princesa negra de Disney. El traje que va a comprar es para su pequeño de seis años, Sander, que este jueves quiere ir al colegio vestido con el traje negro de Spiderman. «A mi hijo le encantan los superhéroes de Marvel y ha ido de Capitán América y de Thor, pero el disfraz que más le gusta y el que más repite es el de hombre araña, es su ídolo», asegura.

Como Sander, son muchísimos los pequeños, e incluso los adultos, a los que les gusta disfrazarse de Spiderman y es que vestirse de superhéroes en Carnaval es un clásico que no pasa de moda. En el bazar Rui Zhou Shan Chan este tipo de disfraces son los que más que se venden, junto a los de pirata y hippie.

En La Cucaña Spiderman es tendencia, junto a uno de los superhéroes más poderosos del universo DC, Flash, de moda por la serie de televisión creada por Greg Berlanti, Andrew Kreisberg y Geoff Johns sobre este superveloz personaje y por el largometraje ‘The Flash’, dirigido por Andy Muschietti, estrenado el año pasado.

También en Juguetería Tur «Spiderman es el disfraz top para los niños». Además, tienen mucho tirón «superhéroes como Hulk o Son Goku, el protagonista de la serie de manga y anime ‘Dragon Ball’, y personajes de videojuegos como Mario Bros y Sonic», como confirma la dependienta, Carmen Muñoz.

De princesas a superheroínas

Si los niños apuestan por clásicos, las niñas parecen salirse cada vez más de los estereotipos porque como dice Esperanza Tur, propietaria de esta tienda de Vila, «las pequeñas tiran ya más a superheroínas que a princesas». Entre los trajes que se están vendiendo más bien está el de Batgirl y también tienen éxito, tanto en niñas como en niños, los disfraces de pirata y de ninja. Dentro de las princesas, son las de Frozen, Anna y Elsa, y la sirenita Ariel las que se llevan la palma.

Por otra parte, la propietaria de La Cucaña explica que muchas niñas y adolescentes están buscando disfraces de personajes de manga, pero «el problema es que en Europa no hay distribuidor de este tipo de trajes y es muy difícil encontrarlos en tiendas físicas». «También se están pidiendo mucho los disfraces de demonios y demonias», añade.

Lo que salta a la vista es que los disfraces que más se venden en tienda son para niños . Lo confirman los encargados de estos establecimientos y los clientes sondeados, que en su mayoría van buscando disfraces para sus pequeños. Es el caso de José Malo, que está mirando traje para su hijo Carlos, de cuatro años, «de cocinero, médico o policía».

Bea Bonet también busca traje para su hija Inés, de cuatro años, que no se decide entre ir de «demonio o bailarina». Su hijo, Pau, de seis años, lo tiene claro, «irá de ninja» y ella también, se vestirá con las otras madres del colegio de vikinga.

Spiderman, el rey de los disfraces | TONI ESCOBAR

Borja Navarro, con la visera amarilla que se compró ayer en La Cucaña para lucir en los carnavales de Brasil. / Maite Alvite

Bonet se suele hacer ella misma los trajes de Carnaval y luego compra en tiendas los complementos. No es la única, «los mayores prefieren confeccionarse ellos mismos los disfraces o comprarlos online», explica la propietaria de Juguetería Tur. Conscientes de esa realidad, en este negocio llevan tres años ofreciendo descuentos del 50% en los disfraces de adultos para agotar el stock que tiene acumulado.

Es difícil hacer un listado de los disfraces que más se llevan entre los mayores de 18 años, «porque piden de todo», aunque, abundan los de pirata, hippie, y, sobre todo, los de superhéroes y superheroínas, como Wonder Woman,Catwoman, Batman, o, de nuevo, Spiderman.

Más baratos, menos elaborados

En Juguetería Tur el nivel de ventas este Carnaval se mantiene «más o menos como el año pasado», pero las cifras están muy lejos de las de hace diez años. «Hace una década en esta temporada éramos hasta cuatro personas en los días punta, ahora con dos personas nos apañamos», afirma Esperanza Tur.

También ha cambiado el género carnavalero que ofrecen las tiendas, «más elaborado y más caro» en el pasado. «Antes un traje en condiciones podría costar entre 60 y 70 euros, pero el poder adquisitivo se ha reducido y el pequeño comercio nos hemos tenido que adaptar con disfraces más económicos y de talla única en el caso de los adultos», explica.

A pesar del bajón que ha pegado la celebración de Don Carnal, todavía queda mucho carnavalero en las Pitiusas, como Eloísa Pérez, que está buscando en Juguetería Tur una bata para el disfraz de científico loco de su hijo de tres años, Marc Puente. En su familia, dice, se disfrazan todos, muchas veces reciclando lo que tienen en casa, es decir, tirando del baúl de los recuerdos y echando mano de imaginación. Es lo que hace también Marta Vázquez, que acaba de comprar un gorro chino en La Cucaña. «Mi idea es hacer una alegoría al Año Nuevo del Dragón, que comienza este sábado 10 de febrero», explica la presentadora desde hace más de quince años del Carnaval de Formentera. «La rúa de la isla es cortita, casera, muy divertida y con mucha imaginación», destaca de la celebración.

Otro apasionado de la fiesta de Don Carnal es Borja Navarro, que busca en La Cucaña un camisa y guantes de rejilla, que quiere combinar «a lo loco» con plumas, una visera amarilla y mucho maquillaje. Este popurrí de complementos, dice con una gran sonrisa en la cara, lo va a lucir «en los carnavales de Brasil». «Viajo al país mañana (por hoy) aprovechando que tengo una boda. Me gusta mucho el Carnaval y disfrazarme», asegura mostrando una foto en la que aparece convertido en el popular Follet Tortuga.

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