Lletra menuda

Todos seguirán cobrando

Llorenç Riera

En el Parlament no lo saben, pero la gente, los habitantes del mundo real, tiene problemas. En su abnegada ingenuidad, han depositado un voto en las urnas que puede significar por igual desaprobación de todo lo anterior como esperanza de que alguien les ayude a equilibrar los gastos domésticos y les dote de infraestructuras y servicios públicos con una cierta previsión de futuro. Vanas aspiraciones. Ni lo uno ni lo otro. El Parlament está para otras cosas que vale más no nombrar.

Lo visto esta semana en el viejo Círculo Mallorquín es, en su versión más benévola, una ofensa directa a la ciudadanía. El carnaval inminente no lo mejorará. Vox, si es que servía para algo útil, ha quedado desautorizado como canalizador de la desafección política. Carentes de una democracia interna que impide abrir boca a sus ediles, los ultraconservadores han profanado el templo de la soberanía popular en tiempo récord dejando en la cuerda floja a una presidenta Prohens que adopta la postura del avestruz cuando debe velar por los términos del pacto que le permite gobernar y, sobre todo, presidir. Total, en Madrid saben recomponer las piezas que aquí se autodestruyen. Ya se avanza hacia la posición del aquí no ha pasado nada.

Puede que todo hayan sido alucinaciones de la misma gente que, fuera del Parlament, tiene problemas cotidianos y se ha imaginado que la misma legislatura se ha tambaleado de lo lindo.

Pero tranquilos, sus señorías seguirán cobrando sin demoras y, por cierto, lo harán con un incremento del 7% que nadie más ha visto en su nómina o pensión.

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