El Ayuntamiento de Ibiza fijará requisitos para los músicos y artistas callejeros y la música en vivo en una ordenanza

La concejalía de Turismo, Comercio y Mercados del Ayuntamiento de Ibiza quiere fomentar la música en vivo en el municipio. Eso sí, «con un orden», puntualizan fuentes municipales. El Consistorio trabaja en la elaboración de una nueva ordenanza municipal de actividades musicales y otras expresiones artísticas que sirva para favorecer el desarrollo de la actividad en la calle de músicos y artistas, sin colisionar con el descanso y bienestar de los vecinos.

Se trata de dos elementos (música y descanso) muchas veces difíciles de conjugar, por lo que el Ayuntamiento inició el pasado 28 de diciembre una consulta pública en la que invitaba a participar a ciudadanos y asociaciones para que aportaran sus ideas, propuestas e inquietudes respecto a este tema. El plazo para hacer aportaciones concluyó ayer y con este material trabajará ahora la Administración para redactar la nueva normativa.

El ciclo ‘Dies Musicals’ tendrá 15 conciertos entre febrero y abril

El motivo para impulsar esta ordenanza, según el equipo de gobierno, es «la creciente demanda» para fomentar estas actividades tanto por parte de los músicos como por parte de las asociaciones de empresarios de la restauración y comerciantes, explica en el anuncio de la consulta pública. Se trata de una reclamación que busca especialmente favorecer esta actividad «durante la temporada de invierno, lo que permitiría atraer más clientela a diversas zonas de la ciudad».

Principalmente, la nueva normativa quiere simplificar la tramitación de los permisos para los músicos y artistas, de modo que la autorización de espectáculos en la calle o en espacios privados sea más sencilla.

Desde el Consistorio indican que el colectivo de músicos y artistas locales «se encuentra en una situación de vulnerabilidad dada la fuerte estacionalidad y la competencia que padecen frente a los artistas que vienen de fuera de la isla». Según indican, estas dificultades se ven agravadas durante los meses de invierno, cuando dejan de tener trabajo porque muchos de los establecimientos donde ejercen su profesión cierran, «de manera que se ven abocados al paro estacional o al desarrollo de su actividad sin la correspondiente regulación».

Es por ello que se pretende «respaldar a los artistas ibicencos y facilitarles la posibilidad de ofrecer su talento», a cambio de la voluntad. Por otra parte, también se busca «dinamizar y aportar una producción cultural más extensa» en la ciudad.

La autorización de estas manifestaciones artísticas en calles y espacios públicos hace necesario fijar una serie de controles que permitan hacerlas compatibles con la convivencia y el descanso del resto de vecinos, insisten.

Selección de artistas

La Administración apunta que se promoverán «unos requisitos y estándares mínimos de calidad de las personas participantes», así como el «control adecuado de los niveles de ruido para evitar prácticas nocivas y molestas para la ciudadanía».

En este sentido, la consulta pública da por sentado que «las actividades artísticas son manifestaciones necesariamente situadas en el espacio público, las cuales requieren de un importante grado de flexibilidad procurando no generar molestias a los residentes y ser respetuosas con las restricciones» que establecen las diferentes normativas de ruidos.

Falta saber si esta referencia a la flexibilidad es para el vecino que se encuentra un concierto debajo de casa mientras intenta dormir a su bebé, o para el músico que debe estar siempre atento a la modulación del volumen sin dar rienda suelta a su arte. Parece que para ambos, dado que se especifica más adelante que las actividades artísticas deben realizarse «de manera puntual» (si no hubiera ninguna molestia no habría inconveniente en que fuesen todo el tiempo), regirán «unos requisitos mínimos que aseguren la convivencia y bienestar de vecinos y visitantes».

Una actividad regulada en la ordenanza de civismo

Las actuaciones musicales en la calle y las actividades artísticas como mimos o estatuas humanas están actualmente reguladas en la ordenanza de convivencia y conductas cívicas en el espacio público de Ibiza. La ordenanza ya establece que este tipo de actividades requieren de licencia municipal previa en la que se describirá la actividad a realizar, el emplazamiento, instrumentos a usar, si cuentan o no con amplificadores y el horario de las actuaciones. Respecto a las actividades artísticas por las que se solicite «una cantidad voluntaria de dinero», estas también deben contar con licencia. El incumplimiento de la normativa implica una infracción leve que se sanciona con un máximo de 750 euros de multa sin específicar el mínimo. Se prohíben los espectáculos que utilicen antorchas, tambores, aparatos de reproducción sonora, acobacias, bailes o algaradas.

Suscríbete para seguir leyendo