Costas no ha autorizado el vertido de agua de las obras de un hotel a la playa de s’Arenal

El Ayuntamiento de Sant Antoni puso esta condición al promotor de la reforma de Recó des Sol para permitir el uso de la red municipal de pluviales para canalizar hasta el mar el caudal del nivel freático

Las obras de la reforma del establecimiento turístico Recó des Sol, en una imagen de ayer. | TONI ESCOBAR

Las obras de la reforma del establecimiento turístico Recó des Sol, en una imagen de ayer. | TONI ESCOBAR / eugenio rodríguez. eivissa

La dirección general de Costas y Litoral, dependiente de la conselleria balear del Mar y del Ciclo del Agua, no ha autorizado el vertido de agua en la playa de s’Arenal, en Sant Antoni, procedente de las obras de reforma del hotel Recó des Sol, en la zona de sa Punta des Molí. Una portavoz del Ejecutivo autonómico informó ayer a este diario de que, el pasado 19 diciembre, se recibió una solicitud de autorización de este vertido, pero aún no se ha tramitado ni se ha dado ninguna respuesta.

Tubería para canalizar el agua del subsuelo a la red. | TONI ESCOBAR

Tubería para canalizar el agua del subsuelo a la red. | TONI ESCOBAR / eugenio rodríguez. eivissa

Así, el promotor de las obras incumple una de las condiciones que estableció el Ayuntamiento de Sant Antoni para autorizar el uso de la red de pluviales para canalizar hasta el mar el agua que aflora en el terreno en obras del establecimiento turístico tras la perforación del nivel freático, tal como denunció el colectivo Salvem sa Badia. En concreto, el agua del acuífero desemboca en el mar cerca del beach club Bam-bu-ku.

La zona de la playa de s’Arenal en la que se produce el vertido. | TONI ESCOBAR

La zona de la playa de s’Arenal en la que se produce el vertido. | TONI ESCOBAR / eugenio rodríguez. eivissa

Por su parte, una portavoz municipal explica que el equipo de gobierno tenía conocimiento de que el promotor de las obras había solicitado el permiso a la dirección general de Costas para verter el agua al mar, pero no sabía si ésta había cursado o no la correspondiente autorización. En todo caso, la misma fuente señala que el Consistorio no tiene competencias para sancionar el incumplimiento del promotor.

El caudal de agua que desemboca en el mar. | TONI ESCOBAR

El caudal de agua que desemboca en el mar. | TONI ESCOBAR / eugenio rodríguez. eivissa

Salvem sa Badia denunció hace unos días que, al menos desde el pasado 30 de noviembre, conocía que, a través de las canalizaciones municipales, se conducía hasta el mar agua subterránea procedente de esta obra. La perforación del nivel freático obligó a la constructora a instalar una importante infraestructura de bombas y tuberías para desviar el agua hacia la playa de s’Arenal.

Decreto municipal

El pasado 20 de diciembre, la concejala de Medio Ambiente, Josefa Costa, firmó un decreto en el que autorizaba el uso de la red municipal de pluviales para canalizar el agua del nivel freático. Para ello, previamente, la concesionaria del servicio de abastecimiento de agua (Facsa) emitió un informe favorable, con una serie de prescripciones, entre ellas las de tramitar el correspondiente permiso de Costas y el cumplimiento de la legislación en cuanto a la calidad de las aguas de baño y la afectación al mar, entre otras.

Facsa informó de que era «factible técnicamente el bombeo del agua canalizada por la red de pluviales hasta el punto de vertido». Aunque la red pública puede transportar «sin problemas» el caudal indicado por el promotor, el concesionario municipal del servicio de agua también advierte, en otra de sus condiciones, de que el vertido debe durar «el menor tiempo posible para evitar daños» en las canalizaciones. Éstas están diseñadas para evacuar caudales de agua impulsados por gravedad y no por bombeo como en este caso, lo cual puede deteriorar la red.

También indicaba que se debía limitar esta actividad cuando llueva para permitir que la red recupere su uso normal de evacuación y «evitar con ello la inundación de inmuebles de la zona».

Salvem sa Badia sostiene que de momento el intenso caudal que se vierte a diario en la costa ha secado los pozos de diversas casas de la zona. Precisamente, fueron algunos de los afectados los que se pusieron en contacto con la plataforma que defiende la conservación ambiental de la bahía de Portmany. Este colectivo denuncia que se trata de «un atentado ecológico» y critica que la Administración no haga nada para evitarlo.

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