Tradiciones de Ibiza: Navidad ‘caramellera’, todavía

Expertos y ‘caramellers’ repasan los orígenes y las características de este canto religioso de origen medieval que, a pesar de que tras la guerra estuvo en una situación precaria, continúa en pie y acompaña estas fiestas en muchas parroquias de la isla de Ibiza

Juanjo Torres, Gorka Darder y Toni ‘Marc’ delante de la iglesia de la parroquia de Jesús durante un ensayo.

Juanjo Torres, Gorka Darder y Toni ‘Marc’ delante de la iglesia de la parroquia de Jesús durante un ensayo. / Vicent Marí

Caramelles. Este canto religioso acompañado de tambor, flaüta, espasí y castanyoles llena iglesias cada Navidad. En el programa del Consell se incluyen 16 actuaciones de las escuadras Xacoters de sa Torre, Puig de Missa, Mare de Déu de Jesús y Santa Gertrudis. En Formentera son tres grupos: Esquadra de sa Raval, de ses Roques y Esquadra Jove.

En los años 60 y 70 del siglo pasado, las caramelles se encontraban en una situación especialmente delicada en Ibiza. No había relevo generacional, tal y como explica el folclorista Toni Manonelles. Sin embargo, más adelante se ha producido una cierta recuperación de este canto religioso propio de la missa de matines (aunque actualmente se puede escuchar hasta principios de enero en diferentes parroquias de la isla) y de la víspera del Domingo de Pascua.

‘Caramelles’ en Sant Miquel en el año 2021.

‘Caramelles’ en Sant Miquel en el año 2021. / Vicent Marí

La escuadra de Puig de Missa de Santa Eulària era la única que permanecía activa hace unos cuarenta años, pero la tradición comenzó a reavivarse a finales de los 70, gracias sobre todo a la labor de los hermanos Vicent y Xico Bufí de Puig d’en Valls. Francisco José Bufí, hijo del primero, es miembro de la Esquadra Es Xacoters de sa Torre des Puig d’en Valls. «Canto desde hace unos 30 años. Yo con las caramelles disfruto. Se trata de conservar una tradición muy antigua y bonita. Nos gusta conservar lo nuestro», resume Bufí, que de pequeño escuchó caramelles en misa pero también en casa, donde veía ensayar a los mayores.

Juanjo Torres, Gorka Darder y Toni ‘Marc’ delante de la iglesia de la parroquia de Jesús durante un ensayo. | VICENT MARÍ

Previa a un ensayo en la sede de la Colla de l’Horta. / VICENT MARÍ

«Tras recuperar una letra de caramelles muy antigua, mi padre y su compañero Joan d’en Lluc comenzaron a cantarla», relata Bufí. Eso sí, la «arreglaron» un poco, «actualizándola al cambiar alguna que otra palabra muy antigua» con la ayuda del párroco de entonces de Sant Rafel.

Es Xacoters de sa Torre en abril de 2021. | JUAN A. RIERA

Es Xacoters de sa Torre en abril de 2021. / JUAN A. RIERA

Imagen de archivo de ‘caramelles’ en el Puig de Missa. | JUAN A. RIERA

Imagen de archivo de ‘caramelles’ en el Puig de Missa. / JUAN A. RIERA

Reavivar la llama

Vicent Bufí, explica su hijo, iba cantando con diferentes compañeros, pero eran pocos. Ante la falta de cantadores, el Patronato de Música del Ayuntamiento de Ibiza, del que Xico Bufí formaba parte, impulsó un curso de caramelles. Su hermano Vicent ejerció de profesor y «de ahí salieron casi todas las escuadras que hay actualmente en la isla». «Mi padre y mi tío iban tratando de fichar a gente que quisiese aprender. En aquel momento la mayoría de los interesados en estos cursos del Patronato éramos jóvenes», agrega.

Algunos de los entrevistados para este reportaje son optimistas y celebran que la situación actual de las caramelles es mucho mejor que en periodos anteriores y que, de hecho, esta tradición nunca ha llegado a morir del todo gracias a que «siempre ha habido gente, aunque fueran pocos». Otros también señalan que no es fácil encontrar relevo generacional, al contrario de lo que ocurre, por ejemplo, en el ball pagès. Los motivos son variados. «No es nada fácil. Tienes que aprender el cantar redoblat. Algunos lo aprenden más deprisa y otros se pasan la vida con ello y no les acaba de salir», apunta Manonelles. Asimismo, exige cantar durante «25-30 minutos seguidos y parando muy poco». También requiere memorizar bastante texto. «Y si lo queremos hacer como toca, las escuadras son de tres: un sonador y dos cantadors. Uno que haga sonar el espasí y otro las castanyoles». Bufí admite que hace falta «estudiar mucho» y «tener mucha paciencia» para sincronizar el canto con los instrumentos.

En las ‘caramelles de Nadal’ hay tres partes: ‘goigs’ de María, ‘goigs’ y el ‘oferiment’, seguido de la ‘sonada a la llarga’

En cualquier caso, Manonelles concluye que «de una manera u otra», seguramente las caramelles perdurarán. ¿Y cómo es exactamente el ritual en Navidad? Se compone de tres partes. La primera, la más antigua, la conforman los goigs de María (las caramelles propiamente dichas). «De esto ya se encontraban composiciones en latín, en verso y en prosa, y que hacen referencia a los goigs terrenales de María, en el siglo XII. Había textos que hablaban de 25 goigs, otros de cinco, siete, quince. La versión que nos llegó a nosotros es la de siete y a partir del siglo XIV ya comienzan a encontrarse en catalán», detalla Manonelles. Las caramelles llegan a Ibiza y esta primera parte «queda inalterada», más allá de las inevitables variaciones que implica la transmisión oral.

Sobre su origen

Hace alrededor de dos meses, Manonelles estuvo leyendo, en la Biblioteca de Catalunya, textos de l’Obra del Cançoner Popular de Catalunya: «Me encontré con que en un pueblo que se llama la Coma, del Solsonès, en 1922 los cofrades del Roser y de San Isidre, si no recuerdo mal, iban cantando caramelles por las casas para que les diesen comida, bebida y demás. Pues bien, la letra que cantaban vuelve a ser bastante parecida en algunos aspectos. Se ve un paralelismo clarísimo con lo que cantamos aquí». Por tanto, el estudioso concluye que esta tradición, «como tantas otras cosas, nos llega de Cataluña».

La segunda parte de las caramelles es la de los goigs de Nadal. «Cada escuadra canta los suyos y el texto es mucho más moderno», indica. Hay una parte final, el oferiment, donde también se narra un texto religioso corto que se remata con una sonada a la llarga. «[El historiador] Francesc Xavier Torres Peters considera que el origen de juntar los goigs de María antiguos con música, instrumentos y demás podría corresponder a una antigua danza provenzal», añade Manonelles.

Veteranos y nuevos ‘caramellers’

Gorka Darder, Toni Marc, Juanvi Mussonet, Juanjo Torres y Dani Cardona son los integrantes de la Esquadra de caramellers de la Mare de Déu de Jesús, que este 2023 ha cumplido diez años, tal y como explica el presidente de la Colla de l’Horta, Vicent Escandell, impulsora de la misma. «Yo comencé en el 93, si no recuerdo mal. Aprendí en el Patronato de Música de Vila», explica Toni Marc, en referencia a los cursos mencionados al inicio de este reportaje. «Creo que todos hemos salido de allí». Juanjo Torres, por su parte, calcula que sus primeros pasos fueron en 2013, gracias a un curso en el conservatorio. Finalmente, Darder, que también acude a esta entrevista con Diario de Ibiza, apunta que «está en proceso de ser carameller». El estreno de este joven cantador seguramente se dará el día de Reyes en la iglesia de Jesús.

Además, esta escuadra tiene el proyecto de cantar las caramelles en 2025 en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, también con la participación del coro de Jesús y de los balladors de la Colla de l’Horta. «Cuando Enrique [Torres] era el párroco, hermanó la iglesia de Jesús con esta catedral», explica Escandell.

Esta escuadra recibe a este diario esta semana justo antes de comenzar un ensayo. «Lo importante es intentar conseguir que haya compenetración entre los tres. La letra ya nos la sabemos, lo que hace falta al reencontrarnos, volver a recuperar aquella compenetración que hace que sólo con las miradas y demás ya sepamos por dónde tirar», cuenta Marc. Tanto él como sus compañeros señalan que la situación de esta tradición está mejor que en otros periodos y Marc subraya que siempre ha habido personas, aunque fuesen pocas, sosteniéndola. Le ven continuidad, aunque Darder, el más joven, prevé algún que otro cambio: «Yo sí que me lo imagino dentro de 10 o 20 años, pero tal vez no dentro de una iglesia».

Las ‘caramelles’ fueron declaradas Bien de Interés Cultural de Carácter Inmaterial

De hecho, varios entrevistados coinciden en que es complicado hacer llegar a las nuevas generaciones algo tradicional y religioso en un contexto como el actual, en el que la cristiandad ha perdido mucho peso. En cualquier caso, cada año por estas fechas las caramelles atraen a decenas y decenas de personas en cada misa del programa que suele anunciar el Consell Insular.

Por otro lado, las caramelles no son de origen popular, tal y como explica el folclorista Vicent Marí, Palermet: «Els goigs de María hablan del nacimiento de Jesús. Su métrica nos indica que no es música tradicional ibicenca nacida del pueblo llano. Todas las canciones payesas son de parejas de versos de siete sílabas, y en estos goigs son de cinco más cinco». En toda la poesía tradicional en lengua catalana y francesa —prosigue— la métrica es de siete, mientras que en castellano e italiano es de ocho, pero por la forma de contar las sílabas. «Por tanto, los goigs de María no surgieron de los payeses ibicencos, ni de los payeses catalanes. Era música culta y en algún momento comenzó a ser practicada por el pueblo llano». Lo que es «puramente ibicenco» es la manera de interpretarlos: cançó redoblada con acompañamiento de tambor, flaüta, espasí y castanyoles.

Los goigs de Nadal, en cambio sí que usan una métrica de siete más siete, y normalmente hablan de la vida de Jesús. El oferiment es una despedida. Las caramelles y los goigs (las dos primeras partes) se cantan redoblades; y en la tercera, l’oferiment, se redobla sólo al final.

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