Despliegue militar de este a oeste en Ibiza

Veintitrés soldados, dos cabos y la teniente Lucía Jiménez Jiménez, se preparaban a las 15.50 de la tarde de ayer, con disciplina, para llevar a cabo uno de los ejercicios de liderazgo ‘Exalid’ en uno de los espacios exteriores del antiguo cuartel militar de sa Coma y actual centro de operaciones de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Los uniformes verde militar, a conjunto con los seis vehículos ligeros con los que iniciaron una marcha motorizada por los alrededores del antiguo acuartelamiento, llamaban la atención de los ciudadanos.

«La gente al principio se asombra porque no entiende por qué hay militares, pero después la reacción es bastante positiva», comentaba la teniente al mando de la sección del batallón Filipinas, perteneciente al Regimiento de Infantería Palma 47 del Ejército de Tierra, que atracó el lunes en Ibiza con seis vehículos ligeros y un camión con material logístico para realizar ejercicios militares en el marco de la campaña del Plan Vigilante Balear del regimiento.

Entre los días 17 y 21 de julio, el batallón ya viajó a la isla con el objetivo de conocer el territorio ibicenco desde una perspectiva medioambiental.

Esta vez, la visita militar tiene en la isla dos objetivos principales. El primero, enfocado a los mandos, «el planeamiento y ejecución de lo que es la proyección desde la isla de Mallorca a Ibiza». El segundo objetivo, que para la teniente es «más importante», consiste en mostrar la presencia de las unidades militares que tiene la Comandancia General de Balears y normalizarla en la calle «a través del contacto con la población» marchas a «pie y motorizadas (patrullas con vehículos)», explicó ayer la teniente.

Militares en sa Coma para un ejercicio en Ibiza

A las 16 horas la unidad empezó a movilizarse para llevar a cabo una de las marchas motorizadas que ejecutan cada tarde (las marchas a pie se hacen por la mañana). Los militares se agacharon para chequear, en un protocolo rutinario que sirve como instrucción individual, sus bártulos empacados en una gran mochila con estampado de camuflaje, que revisaron con movimientos mecánicos para asegurarse de que «no fallaba nada».

Luego, con un ágil salto, se introdujeron casi al unísono en el interior a la espera del aviso para patrullar, algo que hace «alguien específicamente designado para dar la orden», detalló la teniente. No sin antes, abrir el capó para hacer comprobaciones «a todos los niveles».

En cada vehículo ligero viajan cuatro soldados, dos delante y dos detrás, que forman una escuadra o lo que es lo mismo, medio pelotón. «Yo estoy a cargo de los seis coches de la sección», explicó la teniente.

Es una de las tres mujeres que forman parte de esta sección del batallón. Otra de ellas es una soldado y la otra forma parte del equipo de logística. El martes visitaron la zona este, incluido el pueblo de Sant Josep y ayer patrullaron por las calles de Sant Antoni. Durante el día de hoy, su última jornada de marcha por Ibiza, la sección militar del batallón Filipinas de desplegará por la cara norte de la isla.

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