Oficios tradicionales de Ibiza que se salvan de la desaparición

La Escola d’Art abre el plazo para inscribirse a la segunda edición de sus cursos monográficos

A la oferta de ‘cutxilleria’ y ‘mestre d’aixa’ se añade la confección con telar y los vestidos tradicionales

Una de las chalana expuestas en la Escola d'Art | V. Marí

Una de las chalana expuestas en la Escola d'Art | V. Marí / Josep Àngel Costa

Hay defunciones que, además de una vida, pueden llevarse un legado patrimonial tan singular como un oficio. Un conocimiento labrado siglo tras siglo y que acaba desvaneciéndose en unos pocos años. Pasó en 2007, con la muerte de Pep Guasch, Musson, el último herrero especializado en la fabricación de cutxilles eivissenques, unas armas inseparables de la faja de los isleños hasta bien entrado el siglo XX.

Joan Bonet, mecánico de profesión, tenía alguna de esas afamadas piezas artesanales que elaboró Musson y, poco a poco, se animó a intentar reproducirlas.

«Sentí el impulso de recuperar una parte de nuestra cultura que se había perdido. Fui autodidacta y la verdad es que me hubiera venido bien tener a alguien que me pudiera aconsejar», confiesa. Bonet no oculta su satisfacción al comprobar que su pasión ahora tiene garantizada la continuidad y que él se ha convertido en ese guía que tanto añoró.

Detalle de algunas de las 'cutxilles' elaboradas en el curso monográfico

Detalle de algunas de las 'cutxilles' elaboradas en el curso monográfico / V. Marí

Al igual que él, el joven Xico Rocha empezó a elaborar cuchillos por su cuenta con solo 14 años, aunque aún no conocía la tradición autóctona. Tuvo la revelación en la Escola d’Art, cuando estudiaba el grado medio de Forja artística. Bonet, que ahora goza de la distinción de Maestro artesano honorífico, fue invitado a ofrecer una demostración de cutxilleria eivissenca en el centro. De esa sesión, surgió un sucesor.

Tiempo después Bonet, de 58 años, y Rocha, de 24, han aunado esfuerzos en la misma escuela para impartir un curso monográfico de su especialidad, del que han salido 15 aprendices.

Al igual que ellos, otro Maestro artesano honorífico, Toni Tur, Sendic, ha introducido a una veintena de interesados en el mundo de los mestres d’aixa (carpintero de ribera). Este oficio no había llegado a desaparecer, como los cutxillers, pero quedan contados expertos en la isla.

La Escola d’Art puso en marcha el año pasado una iniciativa para recuperar estas dos especialidades tradicionales. La iniciativa recibió el nombre de «monográficos», con el que, además, se recuperaba una parte de la historia del centro, que se remonta a 1935.

"Se trata de un patrimonio que no puede desaparecer y nuestra obligación es investigarlo y salvaguardarlo"

«Los monográficos eran cursos específicos que se impartían por las tardes y noches», recuerda la directora de la Escola d’Art, Marian Ferrer. Entonces, la escuela se encontraba en la avenida España y se llamaba «Artes y Oficios». «Así que ahora también retomamos la parte de los oficios», valora Ferrer.

La nueva oferta

«Nuestra intención es recuperar en estos monográficos gran parte de estos oficios tradicionales, como espardanyer o joyas tradicionales. Vamos poco a poco, pero esto nace con vocación de futuro». De momento, en tan solo un año ya han conseguido doblar la oferta y a las especialidades Mestre d’aixa y Cutxilla tradicional eivissenca se suman ahora Indumentària tradicional y Teler tradicinal eivissenc, para confeccionar tejidos.

Además, el Consell de Eivissa se suma a la iniciativa como coorganizador. «Se trata de un patrimonio que no puede desaparecer y nuestra obligación es investigarlo y salvaguardarlo», destaca la consellera de Cultura, Sara Ramon, durante la presentación de la nueva edición de los monográficos en la Escola d’Art.

El plazo para inscribirse a estos cursos se ha abierto esta semana hasta el 23 de noviembre. Cutxilleria, donde repiten Bonet y Rocha, se impartirá los sábados de 16 a 20 horas, desde el 13 de enero al 4 de mayo, con una matrícula de 300 euros. En el de mestre d’aixa, Toni Sendic enseñará a diseñar los planos, las plantillas y la maqueta de un llaüt, los lunes de 17 a 21 horas desde el 15 de abril al 24 de junio. La matrícula es de 450 euros.

La Colla de l’Horta mostrará cómo elaborar una gonella de burell en el curso de Teler Tradicional, que se impartirá en tres turnos diferentes desde el 23 de noviembre al 30 de mayo. El coste es de 425 euros.

Por último, la modista Antònia Riera, de Ibimoda, impartirá un curso de indumentaria tradicional femenina, todos los jueves de 16 a 20 horas, desde el 23 de noviembre al 15 de febrero, y otro sobre la masculina, en el mismo horario pero del 22 de febrero al 30 de mayo. En este caso, la matrícula es de 500 euros.

Aprovechando la presentación de los próximos cursos monográficos, la Escola d’Art también ofrece una ceremonia de clausura para los participantes en la primera edición, que se acompaña de una exposición en el vestíbulo con sus trabajos.

La primera hornada

Destaca que hasta siete de los alumnos de mestre d’aixa han logrado construir su propia chalana. Alguna se ha acabado de retocar esa misma mañana, mientras que un par de ellas ya han logrado navegar.

Dada la complejidad de estas tareas, otras embarcaciones han quedado a medias y sus autores aún siguen trabajando en ellas. Es el caso de Vicent Forteza, a quien el curso le ha venido de perlas porque estaba restaurando por su cuenta un llaüt. «Ahora tengo las dos barcas por terminar», bromea.

"Me quise apuntar por el amor que le tengo a la isla y para que no se pierdan estas tradiciones"

Otro de los alumnos es el folclorista Vicent Serra, Palermet, que ya estudió Ebanistería. Pese a que contaba con esta formación para tratar la madera, se ha encontrado un reto importante:«En la carpintería, trabajas con piezas rectas, pero en una barca no tienes ninguna».

Jordi Siguan, de 65 años, ha sido el más veterano. La familia de este barcelonés empezó a veranear en Eivissa cuando él tenía solo un año y sigue pasando largas temporadas aquí. «Me quise apuntar por el amor que le tengo a la isla y para que no se pierdan estas tradiciones», confiesa.

Toni Marí también contaba con la ventaja de ser carpintero y, además, ejerce de profesor de Ebanistería en el centro. «La he acabado de pintar este misma mañana», apunta. Esther Hernández es otra profesora, en su caso de Forja, y se ha quedado encantada con la cutxilla matancera que ha aprendido a elaborar. «Ahora quiero hacer más», destaca.

«A mí me ha cambiado por completo», sorprende Francisca Sánchez. El año pasado, al acabar su trabajo de temporada, se decidió a inscribirse en el taller de cutxilleria «por probar». Le encantó tanto que ahora, a sus 60 años, se ha matriculado en el grado medio de Forja artística de la Escola d’Art. «Es como empezar una nueva vida», confiesa.

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