La Oficina de la Dona de Ibiza atiende a 141 mujeres víctimas de agresión sexual

La Oficina de la Dona, dependiente del Consell de Ibiza, ha atendido en el último año a un total de 141 mujeres víctimas de algún tipo de agresión sexual.

Así se desprende de la memoria del organismo que dieron a conocer la consellera de Benestar Social, Carolina Escandell, la directora de la Oficina de la Dona, Tonyi Ferrer, y la coordinadora del Centro de Estudios y Prevención de las Conductas Adictivas (Cepca), Belén Alvite.

De las agresiones, hay que apuntar que 43 mujeres fueron atendidas bajo el programa de atención a víctimas de agresiones sexuales mientras que otras nueve fueron asistidas en el programa de explotación sexual. Por otro lado, 89 mujeres fueron víctimas de violencia de género, de las que 20 sufrieron agresión sexual y otras 69 fueron víctimas de maltrato físico-psíquico y sexual.

Por primera vez, la memoria de la Oficina de la Dona, que engloba los casos registrados de noviembre del pasado año al presente mes, diferencia el número de agresiones sexuales grupales, que ascienden a cuatro, según indicó Tonyi Ferrer. Hasta el momento se había registrado alguna agresión sexual «puntual», pero nunca cuatro en un mismo año.

Agresiones grupales

De las cuatro mujeres atendidas como víctimas de agresión sexual grupal, tres se registraron en la isla y una cuarta fuera, pero la víctima de este último caso vive en Ibiza y acudió a la Oficina de la Dona para ser atendida.

Las edades de estas víctimas se sitúan en la franja de los 14 a 30 años, en dos de los casos, mientras que otra se encuentra entre los 41 y 50 años y, por último, una víctima tiene más de 50 años. En el lado contrario, la edad de los agresores de estos delitos se sitúa en la franja de los 21 a 40 años, en la mayoría de casos.

Además, la responsable de la Oficina de la Dona del Consell de Ibiza señaló que de estas agresiones grupales solo dos de las tres registradas en Ibiza han sido denunciadas ya que en uno de los casos la víctima optó por retirar la denuncia. Al ser cuestionada si estas agresiones grupales ocurren en entornos de ocio, Ferrer indicó que «puede suceder, pero no únicamente».

La consellera advirtió de que las cifras muestran un «panorama feo» ya que éstas solo son las cifras de la Oficina de la Dona, sin tener en cuenta los datos de otros organismos como Guardia Civil, juzgados, Cuerpo Nacional de Policía o Ibsalut. «Cuando lleguen las cifras segregadas, el sumatorio será muy preocupante», señaló.

Ferrer alertó que, en la mayoría de casos, la agresión sexual está rodeada de un nivel de violencia «altísima». «Muchas de ellas han temido por su vida durante la agresión sexual», precisó Ferrer, que dijo que esta violencia es «extrema».

Belén Alvite, por su parte, señaló que se están incrementando las «prácticas de violencia» dentro de la sexualidad debido al abuso «tan exagerado» de la «pornografía ‘mainstream’». En este sentido, apuntó que en formaciones y charlas con Médicos del Mundo, que trabajan con mujeres en situación de prostitución, éstas alegan que cada vez son más jóvenes quienes les piden prácticas sexuales «más agresivas, extrañas y denigrantes». Alvite especificó el caso de una menor que relató que en su primera relación sexual, con 14 años, le habían escupido.

Para Ferrer, el incremento del número de casos de agresiones sexuales se debe a a que se está «tomando conciencia». «Ya pasaba, pero no se decía», señaló y avanzó que la cifra continuará «en aumento» en los próximos años porque se irán «destapando» más casos, como pasó, según relató, con la violencia de género: «Tuvimos una época muy larga en la que fuimos destapando casos porque era algo que avergonzaba y ahora nos pasa con la violencia sexual. Es una realidad, pero no de ahora».

De las 43 mujeres atendidas en el programa de atención a víctimas de agresiones sexuales, 12 de ellas sufrieron sumisión química y se han denunciado 23 de los casos, mientras que en otras 20 agresiones las mujeres han rechazado denunciar, pero han pedido ayuda.

Víctimas menores de edad

Tonyi Ferrer destacó que el agresor en 37 de los casos era un conocido de la víctima; las agresiones sexuales más numerosas fueron en un entorno laboral. Así, de los ocho casos detectados, en cinco de ellos el agresor era el superior de la víctima.

En uno de los casos el agresor era un familiar mientras que en dos fue la expareja de la víctima. Por otro lado, se han registrado siete agresiones sexuales por parte de amigos, otras seis de amigos de amigos y cuatro de conocidos. En el apartado de otros, en el que se han contabilizado nueve casos, se incluyen otras situaciones en las que el agresor puede ser un terapeuta o un cliente, pero siempre un hombre conocido de la víctima. Solo en seis casos, la mujer no conocía al agresor.

Por otro lado, también se ha atendido a nueve mujeres víctimas de la explotación sexual. De éstas, seis estaban en un piso, otra en un domicilio y otra en un club. Cuatro de estas mujeres fueron víctimas de explotación sexual entre dos y tres años y otras tres durante un año. Otra de las mujeres relató haber sido explotada entre cuatro y cinco años y, de una última, no hay datos.

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