La cifra de piscinas registradas en Ibiza se incrementa en un año en 154 y supera las 10.500

El número de piscinas registradas en Ibiza ha aumentado en un año en 154 unidades, según los datos publicados por el Catastro de 2023. La subida se sitúa en el 1,4%, la más baja del resto de islas del archipiélago balear. En Mallorca es donde se produce el mayor incremento, con un 2,2%, seguido de Menorca, con un 1,7%, y Formentera, con un aumento del 1,6% (ocho piletas más). Los datos del Catastro, la única fuente oficial, no permiten evaluar la evolución temporal en la construcción de piscinas, salvo la de los últimos años.

En total, en Ibiza hay registradas en el Catastro un total de 10.570 piscinas en Ibiza, 54 de ellas cubiertas (las mismas que en 2022). Por municipios, en Sant Josep es donde ha aumentado, en números absolutos, con 90, el número de piscinas. Ahora hay 3.987 (siete cubiertas, una menos que en 2022), un 2,3% más que el año pasado. También es la zona de la isla en la que hay una mayor densidad de piletas en relación con la población; en concreto, hay una piscina por cada 7,2 habitantes, según los datos del padrón del Instituto Nacional de Estadística .

Santa Eulària sigue a la cabeza en el número de piscinas, con 4.028 (20 más que hace un año), lo que supone un incremento de sólo el 0,5%. En este caso, hay registradas 12 piscinas cubiertas, una más que en 2022. En este municipio, el segundo con mayor población de la isla, hay una piscina por cada 10 habitantes.

Sant Antoni cuenta con 1.422 piletas (11 cubiertas) distribuidas por su territorio, 20 más (1,4%) en comparación con los datos del Catastro de 2022. En proporción, se contabilizan 19,2 habitantes por cada una de ellas, mientras que en Sant Joan, con 852 piscinas (19 cubiertas, la cifra más alta de la isla), este año sólo se han registrado cuatro más, un 0,4%. Es el segundo municipio con menos habitantes por pileta (7,8), muy cerca, además, de Sant Josep.

En cambio, en el municipio de Eivissa, que cuenta con 281 piscinas (cinco cubiertas), la cifra más baja con diferencia de la isla, se ha producido este año el mayor incremento porcentual de la isla, con casi un 8%. En concreto, se han sumado 20 piscinas más. Obviamente, por ser un municipio de 11 kilómetros cuadrados prácticamente urbano en su integridad y con una alta densidad de población, Eivissa cuenta con 180 habitantes por cada pileta, lo que le sitúa, y con diferencia, a la cola de Balears en esta relación.

Limitación de piscina por casa

La primera modificación del Plan Territorial Insular (PTI), aprobada por el anterior gobierno insular progresista justo antes de las elecciones de mayo de 2019, limitó la construcción de una sola piscina por vivienda en suelo rústico. La propia memoria justificativa de esta medida señalaba que, aunque pudiera parecer «superflua», en los años anteriores se habían presentado una cifra «no anecdótica» de proyectos con más de una pileta, una de las cuales solía ser independiente para el anexo de la casa principal. Además, esta primera modificación del PTI que está en vigor desde 2005, obligaba a que el volumen de agua no pudiera superar los 60 metros cúbicos.

Asimismo, el decreto de medidas urgentes en materia urbanística en Balears aprobado por el anterior Govern durante las pasadas Navidades también limitaba la superficie de las piscinas a un máximo de 35 metros cuadrados y el volumen, tal como ya se había fijado en Eivissa, a 60 metros cúbicos.

Estas condiciones aprobadas por la izquierda se mantienen intactas en la nueva modificación, la segunda, aprobada recientemente de forma inicial por el gobierno insular del PP. Ahora se ha incorporado, eso sí, la limitación de los 35 metros cuadrados de superficie aprobado por el decreto urbanístico balear y de obligado cumplimiento en todas las islas.

La memoria económica de la última modificación del PTI señala que, según los datos del Catastro, la superficie media de las piscinas de Ibiza se sitúa en casi 59 metros cuadrados. Así, la limitación de las piscinas a 35 metros cuadrados supondrá una reducción del 41% sobre la media, con el consiguiente ahorro en consumo de agua.

También se añade, en la nueva versión del PTI, la obligación de que se incorpore, tanto en viviendas unifamiliares como en edificios de plurifamiliares de uso residencial o turístico, sistemas de reutilización de aguas grises procedentes exclusivamente de duchas, bañeras, lavabos y del sobrante de las piscinas, salvo que este se pueda canalizar a un depósito de almacenaje para uso de riego después de que se elimine el cloro residual. Esta medida se aplicará a las edificaciones de nueva construcción y a las que se sometan a una rehabilitación integral. La primera modificación incluía la recuperación de las aguas pluviales de las cubiertas.

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