La contaminación lumínica grave podrá multarse con 85.000 euros en Ibiza

Al igual que las ordenanzas municipales regulan el nivel de ruidos permitido a cualquier establecimiento o actividad, el Consell de Ibiza ultima la herramienta para controlar la proyección de luz en los exteriores. Esta medida, que ya se ha implementado en Menorca, quiere reducir los niveles de contaminación lumínica, especialmente en las zonas protegidas, y permitirá multar los incumplimientos graves de la norma con 86.000 euros.

El ‘Reglamento de protección del medio nocturno en la isla de Ibiza’ se aprobará inicialmente en el pleno que se celebra mañana viernes en el Consell. No obstante, aún faltará un mes para conocer su articulado definitivo, tras el periodo de exposición pública para sugerir modificaciones a la normativa.

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El conseller de Medio Ambiente, Ignacio Andrés, y el técnico de su departamento Juan Antonio Torres han avanzado este jueves las líneas generales de esta reglamento, con el que se divide la isla en función de su protección lumínica. Como ha recordado Andrés, esta iniciativa se originó gracias a las propuestas de la Agrupación Astronómico de Ibiza para reducir la contaminación lumínica y garantizar la visibilidad de los astros.

Delimitación

Las zonas de mayor protección natural y de valor astronómico, como el Parque Natural de ses Salines, el área de Cala d’Hort e Illots de Ponent, la costa de es Amunts entre Puig Nunó y es Penyal de s’Àguila o Tagomago contarán con mayor restricción y la categoría de emisión cero (E0).

El horario de las restricciones será desde las diez de la noche hasta la salida del sol en invierno, mientras que en verano se retrasará hasta medianoche

Las Áreas Naturales de Especial Interés (ANEI) tendrán la categoría de E1, correspondiente a «áreas con brillo mínimo», mientras que el resto de suelo rústico se contempla como «áreas con brillo reducido» (E2). Finalmente, los suelos urbanos y urbanizables quedarán como «áreas con brillo medio» (E3). El reglamento incluye otra categoría (E4) donde se permitirá mayor proyección de luz en periodo estival y que se aplicará en los entornos portuarios de Vila, Sant Antoni y Santa Eulària, además de Platja d’en Bossa, según ha apuntadoTorres.

La actual delimitación de estas áreas podría modificarse en el periodo de alegaciones si lo proponen los municipios afectados. El aeropuerto e infraestructuras portuarias quedan fuera de esta regulación. El horario de las restricciones será desde las diez de la noche hasta la salida del sol en invierno, mientras que en verano se retrasará hasta medianoche.

Actividades

Además, se aplicarán criterios específicos a partir de la actividad que se desarrolle y la función de la iluminación (viaria, industrial, ornamental, comercial, publicitaria, deportiva, recreativa o de seguridad). Alguno de los usos más polémicos de los últimos años, como los focos de luz láser de las discotecas hacia el cielo, ya habían sido prohibidos con anterioridad. En este sentido, Andrés ha precisado que cualquier iluminación siempre deberá orientarse hacia el suelo.

Al igual que en la ordenanza de ruidos, los ayuntamientos pueden permitir exenciones temporales «por motivos fundamentados»

Una vez que se apruebe definitivamente el reglamento, los ayuntamientos deberán velar por su aplicación. Sin embargo, se contempla la figura de áreas «intermunicipales», cuando la intromisión de luz afecte a más de un término municipal (como sa Coma o zonas de bahía de Portmany) y que serán competencia del Consell.

Al igual que en la ordenanza de ruidos, se permitirán exenciones temporales «por motivos fundamentados». Para medir si las distintas iluminaciones cumplen el reglamento se emplearán fotómetros. Las sanciones irán de 120 euros para los incumplimientos leves, 4.300 las graves y 86.000 las de mayor gravedad.

Cuando entre en vigor la norma, cualquier nueva edificación, establecimiento o actividad deberá presentar una memoria justificativa que garantice que se ajusta a sus parámetros. En el casode las instalaciones ya existentes que no cumplan con los requisitos del futuro reglamento, dispondrán de un periodo máximo de cuatro años para adaptarse a la norma.

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