Es Botafoc supera la prueba de 10.500 cruceristas

Los cruceros ‘MSC Seashore’ y ‘Costa Diadema’, con capacidad para 5.632 y 4.947 personas, coinciden por la mañana en el puerto de Ibiza sin que se repitan los problemas de transporte de otras ocasiones

Isaac Vaquer

El pasado mes de abril, el desembarco de más de 8.000 pasajeros que viajaban en tres cruceros colapsó el transporte en el muelle de es Botafoc. Apenas unos meses antes, el Ayuntamiento de Ibiza, en manos todavía del PSOE y Podemos, había iniciado el camino hacia la ordenación del tráfico de cruceros en la isla. No podía ser que llegaran dos o tres cruceros de manera simultánea. Para una ciudad de 50.000 personas era inasumible recibir a un 20% más de personas si no se ponía orden y se implementaban medidas de refuerzo del transporte público.

Mucho ha cambiado la situación desde ese desembarco masivo, cuando todavía no estaba inaugurada la nueva estación marítima. Con más espacio, personal gestionando la llegada de pasajeros y taxistas atendiendo la demanda, ayer el transporte se puso a prueba.

Entre las 10 y las 11 horas estaba prevista la llegada de dos enormes cruceros: el ‘MSC Seashore’, con una eslora de 339 metros y capacidad para 5.632 pasajeros; y el ‘Costa Diadema’, de 305 metros de eslora y capacidad para 4.947 pasajeros. Unas 10.500 personas que sí, tuvieron que esperar un poco para moverse hacia la ciudad si lo hacían por su cuenta, pero nada que ver con el caos de abril.

Preparando la llegada

A las 9.56, una hora después de lo previsto, atracaba en Ibiza el ‘MSC Seashore’. Aitor está sentado junto a la parada de taxi. Su tarea esa jornada va a ser compleja: gestionar la carga de pasajeros en los vehículos. «¡Vamos, que hoy va a haber lío!», le grita solidario el conductor del autobús que hace el servicio de transfer con Vila. «Sí, ánimo, va a ser heavy. Nos vamos contando», le contesta al compañero.

Es Botafoc supera la prueba de 10.500 cruceristas |

Es Botafoc supera la prueba de 10.500 cruceristas | / Isaac Vaquer

Aitor comenta que su jefe ya le advirtió que se presentaba un día complicado, «pero siempre es mejor que los días tranquilos. Hoy no me voy a dar ni cuenta y ya habrá pasado el mediodía». Lleva en la parada desde las 9 horas y le queda jornada hasta las 17. Cuenta que este verano ya han tenido varios días con miles de pasajeros y no fue mal, «entre los taxis y el autobús se agiliza mucho la salida de viajeros». La coordinación de autobuses y la llegada de taxis parece efectiva. Todavía sin turistas rondando por la estación, una decena de taxis ya esperan a la marabunta prevista.

Entre tanto, llega un ferry desde Valencia. Se coloca al lado del crucero ‘Norwegian Epic’, que atracó ayer y se irá en una hora. Parece un coche al lado de un tráiler.

Los pasajeros que vienen desde Valencia son más rápidos que los del crucero, que todavía están en distintas carpas gestionando las excursiones programadas que les llevarán por toda la isla.

Es Botafoc supera la prueba de 10.500 cruceristas |

Es Botafoc supera la prueba de 10.500 cruceristas | / Isaac Vaquer

El reguero de cruceristas, como una fila de hormigas, avanza ya en dirección a la estación marítima. El flujo de gente no se detendrá durante la próxima hora. Son las 10.45.

Bus o taxi

La llegada a un puerto desconocido siempre es incierta. El turista no sabe qué se encontrará ni dónde están las cosas. El éxito en la misión de salir hacia los puntos de interés dependerá de una correcta señalización y de la presencia de personal que le informe.

Muchos se detienen ante la señal del Portbus. Cada 15 minutos hasta las 19 horas tienen autobuses de ida y de vuelta a la estación marítima de Formentera. Es la opción por la que han optado Javier y Marisa, que vienen del País Vasco. «Tiene buenas frecuencias, no es barato pero desde luego lo es más que un taxi», valora Javier de este servicio, y añade que su idea inicial era irse en taxi a alguna cala, pero la previsión del tiempo ha frustrado su plan. «No conocemos Ibiza y, la verdad, la ciudad amurallada ya se veía espectacular desde el barco. Entre verla, comer algo por ahí y dar un paseo creo que pasaremos el día», anuncia antes de despedirse y subir al bus. Pagarán seis euros por el trayecto de ida y vuelta.

Es Botafoc supera la prueba de 10.500 cruceristas | FOTOS DE MARCELO SASTRE

Es Botafoc supera la prueba de 10.500 cruceristas | FOTOS DE MARCELO SASTRE / Isaac Vaquer

A los pocos minutos, para detrás de estos autobuses el de línea regular, el 45B. El pequeño autobús eléctrico tiene frecuencia horaria y pocos lo podrán aprovechar. Algunos avispados que lo ven se apresuran a ponerse en la cola y el conductor les entrega una botella de agua y un mapa. El trayecto les costará 1,75 euros y ofrece parada en Vara de Rey, Dalt Vila y ses Figueretes.

Para Carlo, Lorenzo y sus respectivas familias, el bus no es la mejor opción. Ambos llevan carrito y se dirigen hacia los taxis. «Iremos al centro y si el tiempo acompaña nos gustaría ver Platja d’en Bossa que hemos visto que está cerca», cuenta Carlo mientras se ponen en la fila, que ya ronda las 20 personas. A pesar de todo irá rápido: llegan raudos seis taxis e irán llegando más en pequeños grupos durante todo el desembarco. Nada que ver con lo que pasó en el episodio de abril pasado. El viaje les costará unos 10 euros, económico para ir en familia.

Es Botafoc supera la prueba de 10.500 cruceristas | FOTOS DE I.V.

Es Botafoc supera la prueba de 10.500 cruceristas | FOTOS DE I.V. / Isaac Vaquer

De barco a barco

«Madre mía, ¡nos vamos a tener que ir hasta Gibraltar!», exclama Teresa cuando ve que todavía les queda un tramo hasta el City Boat.

Dice que ha elegido este servicio de transporte porque se han encontrado a un informador al llegar al puerto y les ha llamado la atención. «Es un trayecto bonito y nos han dicho que te deja en el centro». Efectivamente, desembarcarán en la plaza de el Martillo. Teresa forma parte de una expedición de jubilados que vienen de Algámitas, Osuna o Saucejo, tres pueblos de la provincia de Sevilla.

Se ponen en la fila y se quedan a las puertas de la pasarela. El barco está lleno, pero apenas pasan 10 minutos y llega otro. El trayecto les costará siete euros ida y vuelta.

Es Botafoc supera la prueba de 10.500 cruceristas

Es Botafoc supera la prueba de 10.500 cruceristas / Isaac Vaquer

Son casi las 12, el ‘Costa Diadema’ va entrando por la bocana del puerto dos horas después de lo previsto. El retraso ha servido para que el transporte pueda asimilar a casi todo el pasaje del ‘MSC’. El reguero de turistas ya es un goteo que en pocos minutos volverá a ser otro río de personas.

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