Vecinos de Ibiza denuncian de nuevo vertidos fecales en el torrente de sa Llavanera

«Todos los domingos vierten desde la depuradora residuos que no tienen nada que ver con la lluvia», asegura un vecino que se declara «harto»

El torrente lleno de fecales, este pasado domingo. | DI

El torrente lleno de fecales, este pasado domingo. | DI / maría parejo ribas. eivissa

«Estamos hartos». Los vecinos de Botafoch denuncian el mal estado del torrente de sa Llavanera con motivo de los vertidos fecales de la depuradora de Ibiza, que deja la riera llena de residuos fecales y mal olor en el ambiente. Además, la desembocadura de estos vertidos se encuentra en dos zonas: el ramal del Ibiza Gran Hotel y el supermercado Eroski de la calle de Sa Llavanera.

«Todos los domingos vierten desde la depuradora residuos, que no tienen nada que ver con la lluvia», denunció ayer un vecino a este diario. «Ayer todavía estaba el vertido y hoy [por ayer] continúa circulando. Es un crimen ecológico y de salud, además de una vergüenza», remarcó el afectado. Destaca que este hecho se ha agravado a lo largo de los últimos años. 

Desde el Ayuntamiento de Eivissa, por su parte, aseguraron que han limpiado el torrente y remitieron a la Agencia Balear del Agua (Abaqua), responsable de la depuradora, por los vertidos.

El mal olor provocado por los residuos fecales es para los vecinos perjudicial para el medio ambiente y para su propia salud

Un portavoz de la conselleria balear del Mar y el Ciclo del Agua afirmó que está previsto que la nueva depuradora esté en marcha la temporada del año que viene. «Hay instaladas alarmas en todos los puntos en que el torrente puede desbordar, para tener un amplio margen de actuación. En el caso de que desborde, se envían camiones urgentemente para limpiar», según explicó el portavoz de la conselleria, que recalcó a este diario que se han dedicado 1,3 millones de euros al mantenimiento de la depuradora actual.

Hace años que los vertidos de aguas fecales al torrente de sa Llavanera y los malos olores que provoca la depuradora de Eivissa suscitan las quejas de los vecinos, pero el problema solo se solucionará cuando entre en funcionamiento la nueva depuradora de sa Coma, que arrastra un retraso considerable. La planta actual está obsoleta y hace tiempo que se quedó pequeña para tratar el caudal que recibe, por lo que el agua que vierte al mar está mal depurada.

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