Elecciones 23-j: los elegidos | Milena Herrera Nueva diputada del PSOE en el Congreso por Balears

Milena Herrera: «No vale todo con tal de gobernar»

La diputada explica que el PSOE analiza desde mayo «qué paso en los resultados locales, que fueron muy duros», y cree que el futuro de Josep Marí Ribas depende de él «y de lo que decida la militancia»

Milena Herrera durante la entrevista.

Milena Herrera durante la entrevista. / Vicent Marí

Cansada tras el ajetro de la jornada electoral, que acabó sobre las dos de la madrugada para ella, llega a la sede de Es Diari cuando ya lleva varias horas despierta para atender a todos los medios de la isla.

Francina Armengol le lanzó un salvavidas a nueve días de las elecciones, un puesto de asesora del grupo parlamentario balear socialista. Parece que no tenía claro que obtendría un escaño.

Desde que perdimos las elecciones locales, el partido dijo que quería contar conmigo de alguna manera, que consideraba que debía hacer tareas de apoyo al grupo parlamentario. Había que esperar a que se configurara el Parlament.

Pero sabiendo que, al mismo tiempo, se presentaba al Congreso. ¿Por si acaso?

No era incompatible y era una manera de tenerme también cubierta desde ese momento. Si lo del Congreso hubiera salido mal, habría podido seguir con esa plaza. Pero Armengol, desde el principio, me planteó el tercer diputado como algo muy probable que saliera. El PSIB estaba prácticamente convencido de que se podía sacar.

¿Renunciará a ese puesto?

Por supuesto, es incompatible.

Pedro Sánchez tenía «buenas vibraciones» tras votar el domingo. ¿Y usted?

Las tenía desde hacía varios días. La campaña fue de menos a más. Lo notábamos en los actos y en la calle, en los puerta a puerta. La gente se acercaba con una actitud muy diferente a la que vivimos en el mes de mayo. Muchos nos pedían que no aflojáramos hasta el último minuto.

Consigue el escaño en el Congreso, pero el PSOE ha quedado a 4.600 votos del PP en las Pitiusas y a 27.600 en Balears. ¿Cuál es su lectura de unos resultados que aunque saben a derrota les salvan los muebles?

Es un resultado que se puede leer en diferentes claves. Al PP seguro que le pasa lo mismo. De los dos únicos escaños nuevos que gana el PSOE en España, uno es en Balears. Hemos ganado en mesas en las que en las elecciones locales perdimos de una manera bastante contundente. Ha habido una mayoría que no quería un cambio de derecha y de ultraderecha y que esta vez sí se ha movilizado para lograr ese objetivo.

Pedro Sánchez no sólo depende de los acuerdos con ERC y Bildu, sino también de Junts y de Carles Puigdemont, para volver a ser presidente. ¿Vale todo, a cualquier precio, incluso pactar con un prófugo de la Justicia, con tal de gobernar?

No vale todo. Sánchez nunca ha negociado nada gratis. Todo el trabajo y todos los acuerdos a los que se han llegado en esta legislatura, que ha sido muy compleja y han salido reformas importantísimas para el bienestar de la gente, se pueden explicar bastante claramente. No ha habido negociaciones de las que nadie del PSOE se sienta molesto.

¿Es aceptable pactar con Puigdemont?

Habrá que ver en qué términos se plantea la negociación y cómo va. Es pronto para decirlo.

¿Es aceptable para usted negociar un referéndum de autodeterminación de Cataluña o Euskadi con tal de seguir al frente del Estado?

Es pronto para abordar ese tema con ese nivel de concreción. Vamos a empezar las rondas, supongo, con todos los partidos para ver qué piden y a cambio de qué, para llegar a acuerdos que la mayoría de los españoles puedan considerar justos.

Supongamos que se llega a pactar algo así. Como diputada, ¿votaría a favor o le supondría un dilema moral?

No creo que lleguemos a ese escenario.

Borja Semper (portavoz de la campaña del PP) esta mañana: «La mejor salida es que el PP interpele al PSOE para explorar fórmulas alternativas». ¿Al PP ni agua, ni siquiera para negociar al margen de Bildu, ERC o Junts, o hay margen para el entendimiento?

En el PP se tienen que hacer mirar ese discurso cuando ellos mismos no lo han aplicado allá donde ha sido necesario. Gobiernan en muchos sitios con Vox donde ni siquiera era necesario. No han explorado nunca, ni siquiera en los casos de ser nosotros la lista más votada, la posibilidad de apoyar al PSOE, como en el caso flagrante de Calvià. Es bastante incoherente que pretendan aplicarse las fórmulas que ellos mismo no se aplican.

Pero en Barcelona y otras localidades les han facilitado el gobierno.

Es asimétrico, en función de donde les interese. Ahora mismo, los programas electorales del PP y del PSOE están muy alejados, y pretender un apoyo socialista a una política que habla de reducciones de pensiones, de tocar la reforma laboral, de reducir determinados derechos logrados esta legislatura, aleja mucho ese posible escenario.

O sea, a seguir cavando trincheras y a mantener los bloques irreconciliables.

El tiempo lo dirá. La derecha tuvo su oportunidad de no blanquear a la ultraderecha, de crear un cordón sanitario que hubiera cambiado mucho la historia de este país. La han desaprovechado. Ahora suman la España progresista y diversa. Ese es el escenario inicial para el PSOE que hay que explorar.

¿Qué cree más, en que se forme gobierno o en nuevas elecciones dentro de cuatro meses por un bloqueo de las instituciones?

Creo más en la opción de que se forme gobierno porque quiero pensar que todos los partidos estarán a la altura de la situación en la que está el país, del agotamiento que tienen los ciudadanos por todo lo que llevamos vivido en los últimos años tan intensos. Creo que todos pondrán sobre la mesa cosas que sean aceptables y razonables para formar gobierno.

Supongamos que el PSOE vuelve a gobernar con Sumar. ¿Qué le parecería que, por ejemplo, Elizabeth Duval fuera la nueva responsable del Instituto de las Mujeres?

Creo que no sería entendido por muchas mujeres feministas. Ahí tenemos una brecha complicada en estos momentos en el mundo del feminismo que tenemos que trabajar para resolver.

¿Y usted lo entendería?

Entiendo que haya muchas mujeres feministas que no se sientan ahora mismo representadas por ella, no por ser ella, sino porque llevamos un tiempo complicado con la tramitación de esa y otras leyes y con la manera de hacer las cosas del Ministerio de Igualdad, que ha supuesto una fractura en el feminismo. El objetivo principal ahora mismo sería trabajar por recomponer esa fractura. Para eso apostaría por que se buscara perfiles que pudieran ser de común acuerdo para todos los sectores..

¿El PSOE de Ibiza tiene que renovarse o puede seguir tal cual?

Tiene mucho trabajo por hacer. Hemos dicho que lo haremos y, de hecho, aunque no de puertas afuera, llevamos muchas conversaciones y análisis desde mayo a nivel interno para intentar saber qué paso en los resultados de mayo, que fueron muy duros. Renovarse no sólo es cambiar personas: también afecta al proyecto, a ofrecer cosas nuevas, ver si lo que se ofrece a los ciudadanos no es atractivo.

¿Pasa por que Josep Marí Ribas, secretario general, se eche a un lado?

Eso lo decidirá la militancia y habrá que escuchar a Agustinet inicialmente. Pero nadie en el PSOE ibicenco se considera imprescindible.

¿Tiene algo que aprender de Sofía Hernanz, su antecesora en Madrid?

Ha trabajado mucho. Quizás su papel no se haya visto esta legislatura aquí, pero lo ha hecho muy bien en la mesa de un Congreso fragmentado, en la que hubo situaciones muy complejas. La conocí en el Consistorio de Ibiza batallando, pidiendo derechos sociales a un equipo de gobierno del PP.

¿Se eternizará como ella en la política?

No tengo intención de alargarme demasiado en este cargo.

Suscríbete para seguir leyendo