Joachim Kühn y Andrés Coll hacen historia en Caló de s’Oli

El prodigioso pianista de jazz ofrece su último concierto, tras su retirada en París, con el joven Andrés Coll, una estrella en ciernes

Joachim Kühn aporreando el piano con esa energía brutal y contagiosa, tocando el piano con todo el cuerpo, con contorsiones imposibles de cuello y cabeza, que a poco está de golpear también el teclado, demostrando por qué es una estrella mundial. Al otro extremo del escenario, Andrés Coll aporreando la marimba con su energía frenética, contorsionándose, saltando, la cabeza arriba y abajo, tan abajo que casi golpea el instrumento. En trance los dos y protagonizando uno de los conciertos más excepcionales que se recuerdan en Ibiza. El prodigioso Kühn, 79 años, concertista y compositor alemán de jazz afincado en Ibiza desde 1992, había anunciado su retirada de los escenarios en un último concierto en París, pero se subió el sábado por la noche al de es Caló de s’Oli, en el segundo recital del ciclo estival Sol Post, para traspasar con su música a los centenares de personas que abarrotaban el auditorio situado frente al mar. Pero no se subió solo, sino con el vibrafonista ibicenco Andrés Coll, que acaba de cumplir 23 años, otro fenómeno de cuya talla da idea el hecho de que el propio Kühn le haya apadrinado y esté impulsando su carrera, compartan escenario, haya grabado con él y no ahorre alabanzas hacia el joven: «Tiene un gran futuro», anunció en inglés al público.

Kühn y Coll: la estrella consagrada que lo ha demostrado y conseguido todo apadrina al joven que ya brilla como una estrella y que se atreve a dialogar de igual a igual con el maestro, de portento a portento, mientras el público se maravilla y agradece la conjunción astral que ha hecho posible este concierto extraordinario y único, estas dos horas inolvidables en las que hasta el sofocante calor da un respiro y la brisa marina se levanta como impulsada por la música.

Kühn, Bekkas, López y Coll al inicio del concierto, al atardecer. | C. M.

Kühn, Bekkas, López y Coll al inicio del concierto, al atardecer. | C. M. / Cristina MArtín. Cala de bou

Sobre el escenario, otros dos músicos a la altura de los dos virtuosos: el marroquí Majid Bekkas (guembri, una especie de laúd de tres cuerdas) y el batería español Ramón López, que forman el Joachim Kühn Trio y que también integran con Coll el Andrés Coll Odyssey que ya sorprendió en Ibiza Jazz en 2022. El folclore marroquí y la voz profunda de Bekkas, que conmovió especialmente con un blues, dan un contrapunto característico a las composiciones de Kühn.

El auditorio de es Caló de s’Oli, abarrotado.  | C. M.

El auditorio de es Caló de s’Oli, abarrotado. | C. M. / Cristina MArtín. Cala de bou

Coll tocó también las castanyoles ibicencas a un ritmo endemoniado, con las que se midió con el baterista, que no le fue a la zaga y golpeó la batería hasta con el codo. Además, Kühn y Coll interpretaron un tema de gran belleza compuesto por el ibicenco.

La complicidad de los músicos, que se lo estaban pasando tan bien que alargaron el concierto hasta las dos horas (incluyendo el bis), resulta especialmente conmovedora en el caso de Kühn y Coll, la vieja estrella que da el relevo a la nueva, cuya conexión es patente en miradas, gestos y sonrisas continuos.

Un concierto muy especial que tuvo un preludio también emotivo: el homenaje que se rindió a Gerardo Marín, técnico de Cultura del Ayuntamiento de Sant Josep, organizador del ciclo, que se jubila próximamente. La flamante concejala de Cultura, María José Ríos, le dio las gracias por su larga trayectoria dedicada a la Cultura del municipio y le entregó un ramo de flores. Marín, emocionado, presentó el concierto y reveló que pese a que Kühn ya se había retirado con una última aparición en París, quiso hacer su despedida con un concierto en es Caló de s’Oli, pues vive en el municipio desde los años noventa: «Y quería además hacerlo aquí, con este mar, en este sitio que tantas alegrías nos ha dado en los últimos años, a mí especialmente». Marín dio las gracias al público por su apoyo: «Yo no sería nada en estos treintaytantos años si no fuera por vosotros». Y después fue cuando Kühn y Coll hicieron historia.

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