Los técnicos del Consell dan el visto bueno al PGOU de Ibiza con una serie de condiciones

La ponencia técnica de la Comisión Insular de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Patrimonio Histórico Artístico (Ciotupha) dio ayer el visto bueno al nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Ibiza con una serie de prescripciones que afectarán, básicamente, a cuestiones muy concretas de propietarios de terrenos. Los técnicos tienen que redactar ahora los detalles de los cambios y prescripciones que se tienen que incorporar al planeamiento y que afectan a la clasificación del suelo en algún ámbito y a asuntos sobre patrimonio y carreteras, entre otros, según apuntan fuentes de la institución.

Tras el paso por la parte técnica de la comisión urbanística del Consell de Ibiza, el nuevo planeamiento de la capital de la isla supera el último trámite previo a su aprobación definitiva. El Consell de Ibiza ya le ha puesto fecha: el jueves a las 10 horas se ha convocado la primera reunión de este mandato del órgano político de la Ciotupha para la aprobación definitiva del PGOU, justo un día antes de que caducase la evaluación ambiental favorable del plan urbanístico. Se cerrará así un periodo de ocho años de tramitación desde que el Tribunal Supremo confirmó en 2015 la anulación, por un defecto de forma, del PGOU aprobado en 2009. En concreto, el Consistorio obvió la aprobación de la evaluación ambiental estratégica de la nueva planificación urbanística del municipio.

Cambios con respecto a 2009

Tras reiniciar de nuevo el proceso de tramitación del PGOU y, después de su aprobación provisional por parte del Ayuntamiento, en abril de 2019, el Consell, entonces también gobernado por la izquierda, comunicó al Consistorio que, al haber introducido cambios con respecto a la versión de 2009, tenía que justificar, ante la falta de agua, cómo iba a abastecer a la población proyectada en las áreas de crecimiento. Desde entonces, abril de 2019, al no haber podido completar su tramitación, se aplica el PGOU de 1987, muy desarrollista y desfasado.

Hay que tener en cuenta que la Comisión de Medio Ambiente de Balears aprobó en marzo de 2019 la evaluación ambiental estratégica del planeamiento con la condición de que no se podían desarrollar las áreas de crecimiento proyectadas por la falta de agua.

Esta prescripción dejó bloqueado el PGOU y forzó la recuperación del viejo de 1987. El Consistorio se puso manos a la obra y aprobó un plan de gestión sostenible del agua. En mayo del año pasado, la dirección general de Recursos Hídricos concluía que no era suficiente porque la disponibilidad del agua prevista estaba supeditada a la regularización de cinco pozos de abastecimiento. A finales de noviembre, el Ayuntamiento recibió la autorización de Recursos Hídricos para explotar los cinco pozos por un período máximo de 75 años.

Superado este obstáculo, la Comisión de Medio Ambiente eliminó a finales de abril de este año la condición que prohibía el desarrollo de las áreas de crecimiento por la falta de agua.

Sin embargo, impuso nuevas condiciones: impedir la construcción en las zonas de expansión hasta que se ponga en marcha la nueva depuradora de sa Coma, previsto en agosto del año que viene. Además, algo más de la mitad de las nuevas viviendas proyectadas (1.820) no se podrán levantar hasta que se logre una reducción del 15% del consumo de agua en comparación con las cifras de 2019. Por último, Medio Ambiente también impide que se habilite una plaza turística más en el municipio.

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