Reencuentro del PP en el Consolat

«¡Lo mejor de estos días es que te encuentras con un montón de gente que hace años que no veías!», decía contenta una mujer al exconseller del PP, Francesc Fiol. Y es que aunque alguno hacía el símil de la boda (el elegante vestido blanco de la protagonista, de Cortana, invitaba a ello), lo cierto es que la toma de posesión de Marga Prohens ayer en la Llotja también tuvo cierto aroma de fiesta de antiguos alumnos.

La reina del baile indiscutible fue la flamante presidenta, pero la gran estrella invitada fue Gabriel Cañellas, mientras que la presencia inesperada, para algunos, fue la de José Ramon Bauzá. Junto a él, Francina Armengol, la presidenta saliente que llegó al acto junto a Mercedes Garrido y Lluís Apesteguía cuando ya sonaba la música del cuarteto de cuerda de arranque.

Tras la actuación, Prohens subió y juró, con su mano vendada sobre el Estatut d’Autonomia, la Constitución y la Biblia. Su discurso fue todo en catalán menos la parte dirigida al Gobierno (con reivindicación de mejor financiación, compensación de insularidad y mejor trato para los funcionarios, punto que generó un aplauso espontáneo) y tuvo su momento emocional cuando mencionó sus orígenes campaners. También quiso resaltar y celebrar que una mujer tomaba ayer el relevo a otra al frente de la comunidad, momento en el que ambas cruzaron una sonrisa de reconocimiento mutuo.

Entre los antiguos alumnos populares que se reencontraron con alegría ayer también estaba el exconseller de Educación, Rafael Bosch, rescatado ahora para el Consell mallorquín; el escudero de Bauzá, Antonio Gómez; Maria Salom; figuras europeas como Rosa Estaràs, Francisca Bennàssar o Antonio López Isturiz; Cuca Gamarra como representante del PP nacional; además de alcaldes y consellers, los confirmados (Antoni Vera, Catalina Cirer, Antoni Costa) y seguramente alguno sin confirmar que este fin de semana recibirá ‘la llamada’. Vox, el socio necesario aunque no integrado en el Govern, no quitó protagonismo al PP y llamó la atención la ausencia de Jorge Campos.

No faltaron los representantes del Ejército ni de la Guardia Civil, ni tampoco los obispos de Mallorca, Menorca y Ibiza. Mae de la Concha demostró buena sintonía con Sebastià Taltavull y le regaló una estampita de Santa Clara. La podemita tuvo que salir a buscar aire tras el discurso debido al asfixiante calor que reinaba en el emblemático edificio, al que solo se podía hacer frente con un buen abanico (el de Aina Calvo, con los colores LGTBQ+).

El rector de la UIB, Jaume Carot, siguió el acto un par de filas más avanzado que su predecesor, Llorenç Huguet, que fue acompañado de su hermano, Joan. El historiador Roman Piña Homs fue saludado con afecto por muchos. La directora de la UNED en Balears, Judit Vega, estuvo presente y del mundo empresarial no faltaron Carmen Planas, presidenta de la CAEB; Maria Sampol ni Maria Frontera, de la Federación Hotelera. Hubo representación patronal y sindical, de los sindicatos de clase, pero también de los corporativos, como Simebal, con Miguel Lázaro, o ANPE, con Victor Villatoro. Hubo también figuras del activismo (como Àngela Pons, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca o Joan Miralles de la Obra Cultural Balear) y de la cultura, como la escritora Carme Riera; Jaume Ripoll, cofundador de Filmin; o Jaume Anglada, cantante que cerró el acto interpretando el clásico de Tomeu Penya, Illes dins un Riu, mientras una feliz Prohens cantaba también desde su asiento y daba palmadas al ritmo. Empieza su legislatura.

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