Denuncian abandono animal en una finca de Ibiza

Una testigo lamenta que son personas ajenas a la explotación las que alimentan a los caballos, ovejas y perros, desnutridos y sin ningún tipo de atención

El Consell ha inspeccionado tres veces la propiedad en el mes de junio

Dos de las ovejas que se encuentran junto a caballos y perros en el interior de este terreno privado.

Dos de las ovejas que se encuentran junto a caballos y perros en el interior de este terreno privado. / DIB

Una mujer ha denunciado las condiciones en que se encuentran los animales de una finca emplazada en el camí dels Amaradors, en Sant Antoni, en la que hay caballos, ovejas y perros. Según lamenta, el propietario se desentiende por completo del terreno, en el que también se amontona la basura. Los animales, señala, se encuentran desnutridos y ajenos a cualquier cuidado elemental.

Ante esta dejadez, son otras personas al tanto de la situación las que se encargan de alimentar al ganado y los perros, afirma esta denunciante. «Va la gente diariamente a poner paja, heno y agua», describe. También abunda en que las ovejas segregan una baba que hace dudar de su buena salud. Por otra parte, agrega que hace unos años murieron «tres caballos» de la explotación.

Concreta que hace un mes que los testigos preocupados por esta situación se han organizado colectivamente para dar «la voz de alarma» ante este problema. Indica que se han interpuesto denuncias ante la Policía Local y la Guardia Civil, y que se ha dado parte al Consell de los hechos.

La máxima institución insular informa de que en junio sus servicios veterinarios visitaron «la explotación en tres ocasiones y se hizo un seguimiento constante». El Consell asegura que «el seguimiento es constante y dependiendo de cómo vaya evolucionando la situación podría conllevar la apertura de un expediente», advierte.

La institución señala que «en la última inspección se observó una mejora de los animales». La testigo denunciante rechaza que la propiedad lleve ahora a cabo una atención más diligente en la finca y declara que «si han visto [los servicios veterinarios del Consell] una mejora» es porque ellos han ido «a poner agua y comida», y reprocha que a pesar del estado de la cabaña ganadera, el servicio inspector «nunca ve signos de maltrato».

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