Infraestructuras

La nueva estación marítima de Ibiza empieza a funcionar con casi tres años de retraso

El edificio sustituye a la carpa que se instaló provisionalmente y que ha prestado servicio en es Botafoc durante los últimos diez años 

Las instalaciones se estrenan con el desembarque de 275 pasajeros procedentes de Dénia y el embarque de otros 188 con destino Palma

La nueva estación marítima de Ibiza empieza a funcionar con casi tres años de retraso

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A las siete de esta tarde, el ferri ‘Eleanor Roosevelt’ cruzaba el dique de es Botafoc y comenzaba las maniobras para atracar. Los 275 pasajeros procedentes de Dénia que han bajado un cuarto de hora después se han convertido en los primeros usuarios de la flamante estación marítima, una infraestructura de 6.580 metros cuadrados que ha supuesto una inversión de más de 16 millones de euros.

La Autoridad Portuaria de Balears (APB) no ha podido inaugurar el nuevo edificio con el acto oficial que preveía inicialmente. Con la convocatoria anticipada de elecciones por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la semana pasada, quedaba anulada cualquier presentación de obras y servicios públicos.

De esta manera, la presentación de la infraestructura se ha limitado a un recorrido por las instalaciones para la prensa, acompañados de un agente de la Policía Portuaria. Así y todo, los pocos trabajadores que estaban de servicio se mostraban más que agradecidos de pasar de trabajar en una carpa provisional, que ha estado operativa durante diez años, a un edificio moderno y equipado en condiciones.

La nueva estación marítima empieza a funcionar con casi tres años de retraso

Los pasajeros procedentes de Dénia estrenan las escaleras mecánicas de la estación. / josep àngel costa. eivissa

«En la carpa a veces fallaba el aire acondicionado en invierno y se sufría en los días más fríos. Aquí estamos de maravilla y la verdad es que hoy se nota que toda la gente está contentísima», confesaba Danna Rojas en la oficina de Baleària.

Esta naviera ha sido la única que ha operado en el estreno de la nueva estación marítima. Su buque ‘Eleanor Roosevelt’ procedente de Dénia volvía a zarpar, a las ocho de la tarde, en dirección al puerto de Palma de Mallorca tras embarcar en Ibiza otros 188 pasajeros.

"He visto que el bar estaba cerrado y, de repente, me he dado cuenta de que estaba todo muy raro y sin actividad, hasta que he visto un cartel que anunciaba el cambio"

Algunos de ellos han tenido alguna confusión con las nuevas instalaciones. Es el caso del mallorquín Miquel Ramis que, desde hace siete meses, viaja cada dos semanas a Ibiza para trabajar en la reforma de un hotel en sa Cala de Sant Vicent. Como siempre, ha ido directamente a la carpa provisional, que se encuentra entre la nueva estación marítima y el dique de es Botafoc.

«He visto que el bar estaba cerrado y, de repente, me he dado cuenta de que estaba todo muy raro y sin actividad, hasta que he visto un cartel que anunciaba el cambio». Para Ramis, la mejora ha sido «espectacular».

También han destacado las nuevas instalaciones Juan Caneda y Julieta Bianco, una pareja argentina que disfruta de 48 días de Luna de Miel por Europa. «El taxista no tenía muy claro si ya tenía que venir aquí o la carpa de al lado», han detallado antes de tomar el ferri hacia Palma.

Características

La APB destaca que, con esta infraestructura, culmina el trabajo para la «integración entre el puerto y la ciudad» que comenzó en 2003 con el dique de abrigo y continuó diez años después con la construcción de las explanadas y los muelles comerciales entre es Botafoc y s’Illa Plana, que permitieron sacar todo el tráfico de ferris y de camiones de carga del casco antiguo de la ciudad.

El diseño del edificio se inspira en la arquitectura ibicenca, con predominio del color blanco y la piedra de marés

Las obras para el nuevo edificio se adjudicaron en abril de 2019 a la Unión Temporal de Empresas (UT) Comsa-MB. Debido a la crisis del covid y a los problemas de abastecimiento de suministros, agravados con la guerra de Ucrania, los trabajos se han acabado demorando hasta casi tres años respecto a las previsiones iniciales.

La planta superior está concebida como una cubierta transitable que servirá para acceder a las pasarelas de embarque y desembarque, detalla la APB. La planta baja albergará los servicios de preembarque y los controles de seguridad, mientras que la entreplanta dispondrá de despachos. El diseño se inspira en la arquitectura ibicenca, con predominio del color blanco y la piedra de marés.

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