Medio Ambiente

Prealerta de sequía en Ibiza: Guerrero descarta dejar este verano la zona de sa Caleta sin agua desalada

Las redes de la isla aún pierden más de lo que produce la desaladora de Santa Eulária en un año

Parte de las instalaciones de la desaladora de Santa Eulària.

Parte de las instalaciones de la desaladora de Santa Eulària. / J. A. RIERA

Eugenio Rodríguez Martos

Eugenio Rodríguez Martos

El alcalde de Sant Josep, Ángel Luis Guerrero, descarta que este verano, por la falta de suficiente caudal de agua desalada, se corte el suministro a la zona de sa Caleta y esta se abastezca sólo con agua de pozo salinizada. «No vamos a cortar por sectores», indica el alcalde, que adelanta que este año se optará por «mezclar agua desalada con la de pozo para que toda la población tenga la misma agua».

En este sentido, Guerrero tampoco cree que haya cortes de suministro a la población porque «no es un problema cuantitativo, sino de calidad». «Hay suficiente caudal, pero hay que ver como se mezcla [con agua desalada] para que no baje mucho la calidad», subraya el alcalde.

El convenio de Sant Josep con Abaqua contempla el suministro diario de 15.000 metros cúbicos de agua desalada en verano (las tres desaladoras producen 44.000), pero en las puntas se necesitan entre 6.000 y 7.000 más. También destaca que, igual que el municipio de Ibiza, Sant Josep sólo consume agua desalada en los meses de invierno.

Guerrero asume que su municipio es el que más fugas tiene en la red (o agua no contabilizada) en la isla. En concreto, el año pasado se situó en el 32,3%, 3.4 puntos menos que en 2021. Hay que tener en cuenta que en el año de la sequía (2015), las pérdidas se situaban en el 50,6%. «Somos los que más perdemos, pero también los que más hemos hecho en infraestructuras hídricas y de ahorro de agua en los últimos ocho años», subraya.

Por detrás de Sant Josep, se sitúa Santa Eulària, con un 23,3% de pérdidas, al que le siguen Eivissa, con un 23,1%; Sant Antoni, con un 22,7% y Sant Joan, con un 17,3%.

Desde 2019, cuando se implantó la política de incentivar el consumo de agua desalada en invierno para recuperar los acuíferos, en Ibiza se consume más agua de las desalinizadoras que de los acuíferos. Además, el suministro de agua ha aumentado en los últimos años. En 2022, alcanzó poco más de 19 hectómetros cúbicos de agua: 12,06 de agua desalada y 6,99 de pozo.

En la serie desde el año 2000, sólo en 2015 (el año de la sequía) el suministro de agua fue superior, con un total de 19,26 hectómetros cúbicos (11,35 de pozo y 7,90 de las potabilizadoras). Sin embargo, entonces, el consumo se situó en 12,91 hectómetros cúbicos, cuando el año pasado se alcanzó un total de 14,21. Este dato evidencia la mejora de la eficiencia de la red, pero todavía se pierden cerca de cinco hectómetros cúbicos, más de lo que produce en un año la planta desalinizadora de Santa Eulària.

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