Feria Medieval

Inauguración de Ibiza Medieval: Un arranque de fiesta con elefantes y bárbaros

Centenares de personas, entre residentes, turistas y candidatos políticos, abarrotan la plaza de la Constitució para disfrutar del espectáculo de inauguración de la vigesimocuarta edición de Ibiza Medieval

Maite Alvite

Maite Alvite

Aunque los pronósticos meteorológicos hace unos días no eran muy halagüeños, por suerte el cielo en Ibiza a las seis de la tarde no amenaza lluvia y el mercado medieval, que ha abierto sus puertas ya de mañana, es un hervidero de gente. A esa hora por Vara de Rey, donde por primera vez se han colocado puestos, se pasean muchos residentes y turistas y también muchos candidatos políticos, los cabeza de lista de los próximos comicios municipales y autonómicos. Están allí para hacerse la tradicional foto de familia a unas horas de que arranque la campaña electoral, pero algunos de ellos tienen también un segundo cometido, asistir a la inauguración de Ibiza Medieval. Es el caso del alcalde de Vila, Rafa Ruiz, del presidente del Consell de Ibiza, Vicent Marí, y del conseller balear de Movilidad y Vivienda, Josep Marí Ribas Agustinet. Ellos tres, junto a concejales de Vila y miembros de la máxima institución insular, se dirigen en comitiva hacia el Mercat Vell, acompañados del malabarista de A Todo Trapo y los músicos de Upsala, dos de las compañías que participan este año en la feria medieval.

A pesar de que el acto inaugural está programado a las siete de la tarde, media hora antes la plaza de la Constitució ya está a reventar. Entre el público congregado hay muchos turistas, como Graciela Massarini y Ricardo Rinisonno, una pareja de argentinos que han escogido estas fechas para viajar a Ibiza a propósito porque querían visitar la feria medieval de la que tanto les había hablado una amiga que residió en la isla. Llevan paseando por Dalt Vila y la Marina desde las cinco de la tarde y todo lo que han visto les ha encantado, especialmente los talleres tradicionales de los artesanos locales, ubicados en la calle Antoni Palau.

Junto al Mercat Vell están el músico Andrés Coll, vestido con el traje tradicional ibicenco, y otros dos compañeros. Llevan tambors, flaütes y castanyoles. El motivo de su presencia en Ibiza Medieval, explican, es que van a actuar como sonadors y balladors durante la inauguración, colaborando con Theatre of the Ancients, la compañía fundada por Joanna Hruby. Allí está ella también junto a otros dos artistas. «Vamos a hacer dos performances más tarde sobre el padre Francisco Palau, que dedicó parte de su vida a meditar en es Vedrà en el siglo XIX», comenta la titiritera, que en un rato se calzará una gran cabeza de cabra para el espectáculo.

Un arranque de fiesta con elefantes y bárbaros

Andrés Coll, junto a otros dos músicos, vestidos con el traje típico ibicenco. / Toni Escobar

Además de los tres sonadors y los miembros del grupo Theatre of the Ancients, hay otra compañía de Ibiza que este año va a participar en la inauguración, es Artes Pavón. «Es la primera vez que estamos en el espectáculo de apertura de la feria», comenta su director, Pablo Pavón. Él y otros tres actores de su compañía junto a los miembros de Skaldir dan vida a los bárbaros que en unos minutos van a intentar conquistar Ibiza. Aparecen en el Portal de ses Taules un poco antes de que comience la fiesta e interactúan con el público posando para fotos y metiendo miedo al personal y a algún perro, que ladra asustado cuando se le acercan con gesto desafiante blandiendo espadas y hachas vikingas.

Todo está listo para que arranque el espectáculo en el que participarán unas 60 personas. El montaje que ha preparado la Fragua de Vulcano es muy similar al de otros años, aunque la historia que se va a representar, ‘Por la defensa de Ibiza’, va a ser diferente, y también el narrador, que ya no será, como en las últimas ediciones, Ramón Taboada sino un integrante de la empresa organizadora.

Ibiza Medieval: Lucha en el Portal de ses Taules

Maite Alvite

En las primeras filas, ansiosas porque empieza la celebración, están Ana Belén Martínez y Ana Arboleda, dos amigas andaluzas afincadas en la isla que visitan por primera vez Ibiza Medieval. Llevan ya un buen rato dando vueltas por la feria, desde la Marina a Dalt Vila, y lo que han visto hasta ahora, dicen, «promete».

A las siete y un minuto comienza el espectáculo. A través de la voz del narrador, el público viaja a la Ibiza de Guillem de Montgrí. La tranquilidad de la ciudad se ve amenazada por la aparición de los bárbaros, que llegan en barco dispuestos a conquistar la ciudad. Una avanzadilla de soldados cristianos se enfrenta a ellos, sin éxito. Se ven obligados a replegarse mientras Guillem de Montgrí piensa cómo acabar con los invasores y apuesta por emplear «un arma secreta». Como si fuera Aníbal durante la segunda guerra púnica, recurre a los elefantes, que descienden por el Portal de ses Taules ante la mirada atónita de pequeños y mayores. Gracias a ellos, los ibicencos acaban derrotando a los bárbaros y la paz vuelve a reinar en Ibiza.

Un arranque de fiesta con elefantes y bárbaros

El público registra el espectáculo con los móviles. / Toni Escobar

Concluye el primer show, que ha durado algo más de quince minutos, y el público aplaude. La celebración continúa con el desfile de todos las compañías que en estos cuatro días actuarán y darán vida a Ibiza Medieval. Los primeros en salir son los abanderados italianos del Gruppo Storico Fivizzano. Le siguen músicos, zancudos, malabaristas, títeres, sonadors y soldados. La fiesta se cierra entre aplausos quince minutos después, cuando las vallas que impiden el paso se retiran de la plaza de la Constitució para que la gente pueda seguir disfrutando de la celebración en Dalt Vila. «Ha sido espectacular», comenta David Milne a sus hermanas French y Tina. Para este inglés de Essex (Inglaterra) ésta es su quinta Ibiza Medieval. Con algo menos de entusiasmo valoran el acto inaugural Carlota Guash Martínez y su amiga Adriana Martínez Sánchez, dos estudiantes de doce años del colegio Portal Nou. El espectáculo, aseguran, les ha gustado, pero, reconocen, han echado de menos a los dragones del año pasado.

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