Historia

Viaje en barco a las entrañas de la cultura fenicia desde el Museo Arqueológico de Ibiza

Arranca la ‘Setmana Santa al Museu 2023’, dedicada a los fenicios, con una jornada didáctica centrada en explicar quién era y de dónde venía esta civilización y los avances que introdujo en la navegación

Maite Alvite

Maite Alvite

De los fenicios, Toni Marí Riera ya sabe algunas cosas, por ejemplo que eran «muy buenos marinos y comerciantes», pero este amante de las civilizaciones antiguas de nueve años tiene ganas de descubrir más sobre ellos. Es por este motivo que sus padres le han apuntado a los talleres de la ‘Setmana Santa al Museu 2023’, que organiza la Associació d’Amics del Museu Arqueològic d’Eivissa i Formentera. Lo comenta durante un descanso de la actividad, que acaba de arrancar hoy (por ayer) y se prolongará hasta el próximo viernes, 14 de abril.

«Todas las Semanas Santas, desde hace aproximadamente quince años, hacemos un monográfico dedicado a una cultura y esta vez hemos escogido la fenicia porque hace mucho tiempo que no nos centrábamos en ella y es muy importante para las Pitiusas», señala la directora de la iniciativa, Carmen Mezquida. Acompañan a la coordinadora del departamento didáctico del Museu Arqueològic d’Eivissa i Formentera (MAEF), el arqueólogo Juanjo Marí y otra monitora, Zoe Ariel. Ellos tres son los encargados de ayudar a «destripar» esta civilización a todos los jovencitos de entre siete y doce años que se han apuntado al programa, que, durante esta primera jornada, se desarrolla en la casa payesa Es Porxet.

Aunque inscritos hay 26, esta mañana se han presentado al taller 21 niños. Entre ellos, hay varios que ya han participado en otras actividades didácticas del MAEF, como los mellizos Ángel y Chloe Álvarez Guasch, de siete años, o Luna Ariel, de once, a la que le encanta la arqueología.

Viaje en barco a la cultura fenicia

Juanjo Marí, Carmen Mezquida y Zoe Ariel. / J.A. Riera

Nada más comenzar la actividad, Mezquida pregunta a los pequeños: «¿Quién sabe algo sobre los fenicios?». Entre los que, tímidamente, levantan la mano está Aidan Ramos Dionisio, de ocho años, que dice que eran «unos grandes navegantes». Precisamente esta jornada se va a centrar en la navegación, después de situar a esta civilización cronológica y geográficamente. Para ello los monitores se ayudan de un mapa. Juanjo Marí señala la zona de la que procedía esta cultura, el actual Líbano. «Los fenicios estaban rodeados por los poderosos imperios de Asiria, Egipto y Babilonia y no podían expandirse por tierra así que decidieron hacerlo por mar. Fundaron un montón de colonias para poder comerciar», explica el arqueólogo, señalando en el plano Chipre, Creta, Sicilia y Cerdeña. A continuación se detiene unos minutos en Cartago para contar a los niños que los fenicios la fundaron en el 814 a.C. y que ahora se llama Túnez. Luego señala Gadir, «la primera ciudad fundada en Europa», y Malaka. «Pregunta de examen: ¿Por qué los fenicios pusieron ese nombre a Málaga?». Silencio. Es el el propio arqueólogo el que acaba respondiendo. «Por Malak, una de las diosas a la que rendían culto los fenicios».

De la religión y las deidades de esta civilización politeísta y de las colonias que fundó hablarán con detalle los monitores en los próximos días. Hoy (por ayer) toca explicar cómo los fenicios, desde la ciudad de Tiro especialmente, consiguieron atravesar el mar Mediterráneo, «la autopista de la Antigüedad», y llegar, hace aproximadamente 2700 años, a sa Caleta para fundar Iboshim, que entonces englobaba Ibiza y Formentera.

Mezquida muestra entonces la imagen de un barco fenicio representado en un bajorrelieve datado en el siglo VIII a.C. hallado en el Palacio de Sargón II en Khorsabad, en Irak. Así los niños se pueden hacer una idea clara de cómo eran los vehículos con los que los fenicios llegaron a Ibiza. «Hay otros relieves, como el de Nínive, y los dos pecios que fueron hallados en las costas de Mazarrón, en Murcia, que nos permiten saber cómo eran las naves de los fenicios», apuntan Mezquida y Marí, antes de enumerar los tipos de embarcación que empleaban y todas las innovaciones que introdujeron en la navegación. La historiadora habla de los gaulós (bañera), «barcos anchos diseñados para largas distancias». Luego cita los hippoi, «embarcaciones ligeras, rápidas y maniobrables que utilizaban para hacer recorridos más cortos». «Se llamaban así porque en la proa tenían un prótomo de caballo», aclara a los pequeños, que en un rato tendrán en su manos un dibujo de una nave de este tipo. En él van a apuntar las partes más importantes de un barco. Todos tienen claro lo que es la popa, la proa, estribor y babor. En el taller aprenden más cosas, por ejemplo, lo que es el timón de espaldilla o que los fenicios inventaron la quilla, el calafateado o el espolón, que llevaban las naves de guerra y que permitía agujerear el casco de las embarcaciones enemigas. También descubren que las embarcaciones de los fenicios se desplazaban haciendo uso de remos y de velas cuadradas, que sólo servían con viento a favor, y que, «por esa razón y por las corrientes, solo navegaban en primavera y verano», guiándose «por las estrellas».

Para aplicar en la práctica todos los conocimientos adquiridos, antes de despedir la jornada, los jóvenes estudiantes comienzan a construir un barco fenicio con cartulina y tela para las velas. Entre ellos está Unai Fresneda Tur, de diez años, que, antes de apuntarse a la ‘Setmana Santa al Museu’, ya sabía algo de los fenicios, como que «fueron los primeros en hacer enterramientos en la Necrópolis de Puig des Molins», donde ahora se encuentran. De todo lo que le han explicado esta mañana, lo que más le ha llamado la atención es descubrir que «los fenicios fueron los que crearon el alfabeto». No será lo único que aprenda en estos talleres. Al terminar la semana, él y sus compañeros sabrán mucho más de los fenicios, por ejemplo, cómo se vestían, qué comían, a qué dioses adoraban y que fueron los inventores de la púrpura, el tinte más preciado de la Antigüedad.

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