Entrevista | Jaume Carot Rector de la Universitat de les Illes Balears (UIB)

Jaume Carot, rector de la Universitat de les Illes Balears (UIB):«Me pondría nervioso un Govern PP-Vox, no solo por el catalán»

Tras haber estado tanto en el equipo de Llorenç Huguet como en el de Montserrat Casas, Jaume Carot cumple veinte meses como rector; marca su propia línea e implanta medidas que antes ‘no le dejaron’ impulsar

Jaume Carot, en el jardín de Son Lledó del campus universitario.  | M.MIELNIEZUK

Jaume Carot, en el jardín de Son Lledó del campus universitario. | M.MIELNIEZUK / Mar Ferragut

Mar Ferragut

Los datos de matrícula de la Universitat de les Illes Balears (UIB) se mantienen estables. ¿No habría que aspirar a crecer?

Si no crecemos en titulaciones, no tiene sentido querer tener más alumnos. El dato que interesa es que las matrículas en doctorado y máster van creciendo, y eso es lo que da carácter y lo que diferencia a una universidad en su aspecto formativo.

El rector, en un momento de la entrevista.  | M.MIELNIEZUK

El rector, en un momento de la entrevista. | M.MIELNIEZUK / Mar Ferragut

¿Se cumplirán los plazos para implantar nuevos grados?

Para el curso próximo estrenaremos Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. De Farmacia estamos esperando la acreditación de la ANECA, pero confiamos en que llegue a tiempo para el próximo curso. Ciencias del Mar, que ya será para dentro de dos cursos. El próximo curso habrá un doble grado o programa combinado de Matemáticas e Ingeniería Informática y a Ibiza y Menorca llegará el grado de Ingeniería Informática.

Una UNED al alza, la UOC, Alberta Giménez, la nueva oferta privada de Enfermería... ¿Da miedo tanta competencia formativa?

Siempre es un miedo latente. Pero entre una universidad a distancia y una presencial hay un abismo, son conceptos totalmente diferentes. Las universidades a distancia tienen su público y su razón de ser. La metodología es muy diferente y el público es diferente y creo que no somos competencia. Yo defiendo una universidad presencial y pública, creo que siempre será bastante mejor que una a distancia, aunque por descontado éstas hacen un buen trabajo.

Y la Formación Profesional (FP) viene pisando fuerte... ¿Más competencia?

Como ciudadano me alegro muchísimo, este país lo necesita y no pasa nada si eso significa que un poco menos de gente vaya a la universidad, el único valor no puede ser la cantidad, sino la calidad. La universidad es una institución única que vertebra los tres triángulos del conocimiento. Parte del fracaso académico se explica porque no todo el mundo tiene que ir a la universidad, hay perfiles que no están maduros para ello.

Fue vicerrector de Investigación en el equipo de Llorenç Huguet. Ahora, como rector, ¿qué objetivos se marca en este área?

Como vicerrector intenté impulsar muchas cosas y se me cerró el paso. Por ejemplo, éramos la única universidad española pública sin oficina de proyectos europeos. Lo intenté y se me dijo que no. Ahora quiero visibilizar ante la sociedad la UIB como centro productor de conocimiento, en Balears es donde se hace el 90% de la investigación. Queremos poner en marcha todos los mecanismos de apoyo y de impulso a la investigación de calidad y que obtiene financiación por vía competitiva, además de diversificar y profesionalizar la gestión de la investigación. Lo estamos haciendo: hasta ahora gestionábamos cinco millones al año de fondos competitivos y ahora gestionamos 25 millones.

Y hemos conseguido dos ERC, los mismos que la Pompeu Fabra. Son de los proyectos más prestigiosos de todo Europa, que se dan a un investigador individual que puede hacer lo que quiera con la partida, irse a la universidad que quiera. Pero les hemos dado mucho apoyo para que se quede la que ya estaba aquí (Marta Puxan Oliva) y para atraer al otro (Massimiliano Zanin). ¿Cómo? Les hacemos ofertas: sacaremos una plaza con este sueldo, habrá estos recursos. También hemos conseguido tres Planes Complementarios dentro del mecanismo RTR (Recuperación, Transformación y Resiliencia), la misma cantidad que tiene toda Cataluña y toda Andalucía y más de los que tienen algunas comunidades.

¿Cómo será el plan para solarizar el campus?

La transformación ecológica del campus iba en nuestro programa, con cuatro pilares. El primero, la contención y el reducción del gasto energético, por ejemplo reacondicionando los edificios más viejos para hacerlos eficientes. Ya tenemos la financiación para empezar en dos edificios. Otro pilar es la generación: si todo va bien, con la ayuda del Govern, en 2025 generaremos el 109% de la energía que consumimos con energía solar fotovoltaica. Dos pilares más: la renaturalización del campus, plantando más árboles, y el impulso a la movilidad sostenible. En pocos años el campus será una burbuja ecológica, autosostenible y autosuficiente. El alza del coste de la energía ha acelerado este proceso. Cuando era vicerrector tuvimos la oportunidad de hacer compra conjunta para afrontar el suministro con el G9 [el grupo de universidades públicas únicas en sus respectivas comunidades], o con el Consorci de Serveis Universitaris de Catalunya, y no se quiso, en contra de mi opinión. Se optó para ir a una suministradora, yo pensé que era un error y lamentablemente se demostró que tenía razón porque hizo suspensión de pagos y acabamos en la calle. Ahora ya estamos dentro del G9 para una compra mancomunada. En 2021 la factura subió 1,3 millones. Para 2022 presupuestamos dos millones pero si no llegamos a a parar las máquinas con las restricciones, hubiéramos llegado a los seis, no era viable. No poder pagar la factura es lo único que me ha quitado el sueño como rector.

Cuando dejó su puesto como vicerrector dijo que era para estudiar su posible candidatura a rector y por «otro motivo» que en aquel momento no quiero revelar. ¿Ya se puede contar?

Prefiero que no.

¿Fue por sentirse poco respaldado? Ya ha dicho varias veces ‘quise hacer esto, pero no me dejaron’.

Sí, y algunas cosas más.

Con el caso Minerval, ¿sintió que le enchufaban a usted el muerto?

Sí, un poco. Yo asumí por responsabilidad el explicar las cosas. El tratamiento mediático fue lamentable. El Minerval era un medicamento huérfano desde 2011 y hoy lo es también en EE UU y está previsto que el año que viene se comercialice como un medicamento. Yo no tenía la culpa de nada, todo empezó en 2005, cuando yo no tenía ninguna responsabilidad. No se vendía Minerval aquí, ni se fabricaba aquí. Y se probó que no hubo estafa y la denuncia se retiró. Me sentí maltratado por unos y otros.

¿De dentro y de fuera?

Sí. Me sentí poco acompañado, aunque el rector en aquel momento, cuando pedían mi dimisión, estuvo a mi lado.

¿Cómo garantizará el 35% de la docencia en catalán sin vulnerar la libertad de cátedra?

Está claro que ni puedo ni quiero obligar a nadie a hablar en catalán. Hablamos de dos usos: de la lengua vehicular, la que el profesor usa en clase, y la lengua en la que tiene escritas las presentaciones. Pretendemos en tres años llegar a este 35% de uso como lengua vehicular en los estudios que no se llega, básicamente Derecho, Medicina y Fisioterapia. ¿Cómo? Hay profesores catalanoparlantes que no lo hablan, por vergüenza, porque siempre lo han hecho en castellano, porque no sé qué... Yo empecé a estudiar en el año 1977 y todos los profesores hablaban castellano, muchos eran catalanoparlantes y poco a poco se fueron pasando al catalán. Queremos ir por aquí, y no por capricho: los estatutos de la Comunitat Autònoma, y los nuestros propios, otorgan a la UIB una función especial respecto a la lengua propia, y la inminente LOSU, la nueva ley orgánica del sistema universitario, contiene dos artículos en este sentido. Incluso dice que eso será objeto de financiación e incentivos. Es cuestión de cumplir la ley y creo que sin obligar a nadie se pueden tomar medidas para llegar a ese 35%.

Vienen elecciones. ¿Le inquieta una coalición Partido Popular-Vox, por la postura de éste último partido con el catalán?

Me pondría nervioso un Govern de coalición PP y Vox, no solo por el catalán, por este tema y por otros. Si llega el caso, me gustaría que como mínimo tuvieran las orejas abiertas y actitud dialogante y que quisieran entender qué es una universidad pública, qué es esta universidad pública y lo conseguido en los últimos 40 años.

El Govern ha dado a la UIB este año el mayor presupuesto de la historia. ¿Si hay dinero todo va bien?

Parece que siempre pedimos, pero hay que recordar que la UIB no tiene recursos propios. La transferencia del Govern para el año que viene es cierto que es histórica, y nos permite cubrir todo el apartado de personal. Además hay varias partidas finalistas y esperamos firmar pronto el contrato del programa que nos permitirá durante cinco años saber qué nos vendrá. Esperamos dejarlo atado pronto. Estamos muy contentos, aunque siempre hay necesidades, como el mantenimiento del campus.

«El profesor apartado por acoso me ha denunciado, pero estoy tranquilo»

La UIB actuó rápido en este caso «por una política de tolerancia cero»  del actual equipo rectoral

En noviembre de 2021, la UIB apartó a un profesor por denuncias de acoso sexual de varias alumnas. Esa contundencia y rapidez contrasta con la actitud de la UIB hacia Miguel Beltrán, el catedrático de Ética denunciado y condenado por coacciones a una profesora. ¿Cuesta actuar contra un catedrático o es una política del nuevo equipo rectoral?

Es verdad que contra un catedrático es más difícil actuar, pero yo tomé posesión el 14 de junio de 2021 y el 1 de julio firmaba una resolución que dejaba sin sueldo ni ocupación a este catedrático durante seis meses. Es un tema de la política de este equipo, de tolerancia cero ante según qué cosas, aunque está claro que se investigaron los dos casos, no puedes actuar por un rumor. En el caso del profesor, asociado de Matemáticas e Informática, yo en persona le informé de la apertura del recurso y de las medidas que tomábamos contra él. 

En el caso del catedrático, usted estaba en el anterior equipo rectoral. Aunque se encargara de Investigación. ¿Defendió otra manera de actuar?

Hice saber mi opinión.

¿Cómo está ahora el caso del profesor asociado?

Cuando caducó su contrato se presentó a otras plazas y no se le ha cogido en ninguna, aunque él fuera el único candidato.  

¿Esto la UIB lo puede hacer?

Sí. Si ves el espíritu de la norma para la contratación de profesor asociado dice que han de ser profesionales de reconocido prestigio y que puedan ser buenos docentes, y una persona que está probado que ha acosado sexualmente a varias alumnas no puede ser un buen profesor y no lo queremos. Eso sí, aparte de recurrir por los canales internos nos ha enviado a los juzgados. Estoy acusado de prevaricación y no sé cuántas cosas más, pero tengo la conciencia tranquila. Esta persona ya había sido condenada por hechos parecidos en el ámbito de una orquesta en la que participaba.

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