Operación antidroga en Ibiza: "Estamos calmados, pero que no le hagan ni una foto al niño"

Alrededor de una treintena de agentes participan en el dispositivo que realiza registros en dos viviendas de las calles Fosc y Vista Alegre, en los que se intervienen cantidades no detalladas de cocaína y heroína fruto de unas investigaciones que siguen en curso

Isaac Vaquer

Isaac Vaquer

Cuatro detenidos y la incautación de cocaína y heroína. Es el saldo que dejó este lunes la intervención de la Policía Nacional en el barrio de sa Penya, en Ibiza, en el que actuaron, tras completar el trabajo de investigación, agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional de Ibiza.

Desde primera hora de la mañana se llevaron a cabo registros en dos domicilios de las calles Fosc y Vista Alegre que generaron gran revuelo entre los vecinos de este barrio. En la operación intervinieron entre 20 y 30 agentes de la Policía Nacional, que montó un amplio dispositivo de control y vigilancia, además de los agentes de la Udyco y de la Policía Judicial que accedieron a los domicilios investigados.

Tras las primeras actuaciones, la Policía Nacional informó de la detención de tres personas acusadas de tráfico de drogas, además de la incautación de diversas cantidades de sustancias estupefacientes.

Fue ya pasado el mediodía cuando, desde el departamento de Comunicación, dieron cuenta de una cuarta detención y de la intervención de cocaína y heroína durante los registros.

La Policía Nacional informó de que las investigaciones siguen en curso y no se descarta que se realicen más detenciones fruto del trabajo policial.

Calma tensa

Durante los registros, muchos vecinos de la zona, algunos de ellos familiares de los detenidos, observaban la escena ante la atenta vigilancia de los agentes de policía.

La situación era tensa; sin embargo, algunos de entre los vecinos se encargaban de enfriar los ánimos para evitar el conflicto. El trabajo de mediación previo de los agentes de la policía fue esencial para evitar disturbios.

Desde una zona elevada de esta calle, dentro del intrincado juego de escaleras y plataformas que abundan en el barrio de sa Penya, decenas de personas observaban las ventanas de una de las viviendas que estaba siendo registrada.

De repente, los gritos desgarradores de una madre y una hermana delataron que habían visto algo en el interior de la vivienda.

La presencia de los medios de comunicación, sobre todo de los periodistas gráficos, encendió los ánimos entre los presentes, que increpaban a los profesionales y exigían que no se retratase a los detenidos. «Estamos calmados, pero que no le hagan ni una foto al niño», advirtió uno de los presentes en referencia a una de las personas detenidas y entre los gritos airados de otros vecinos.

Entonces, salieron de la vivienda los agentes de la Udyco y de la Policía Judicial con bolsas y algunos objetos. Uno de ellos sostenía un ariete de mano. La llegada al portal de los detenidos volvió a despertar los lamentos de madre e hija, que veían al ser querido con las manos tras la espalda.

«Que se acerquen ellas», instaba uno de los agentes responsables del operativo. Un hombre que decía ser el padre también se quiso acercar, pero a él no se le permitió.

Abrazos, unas palabras y lágrimas en los ojos. Apenas unos segundos. Había que pedirles que se separasen.

Los agentes se preparaban para desplazarse entre la nube de gente que mediaba entre la vivienda registrada y los vehículos policiales. Todo listo. «¡Que no me saque ni una cámara!», gritaba desde el portal el hermano e hijo.

Salían decididos en dirección a los vehículos, sin que sucediese ningún incidente.

Coches y furgonetas abandonaban a mediodía sa Penya por el vial que discurre junto a la muralla en la enésima operación contra el narcotráfico en este polémico barrio situado bajo el Patrimonio de la Humanidad.

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