Jennifer García, Antón Ulrich o Yusif Mohamed son solo algunas de las 55 personas atendidas por el servicio de acogida del Ayuntamiento de Ibiza. Residen en uno de los pisos que el Consistorio puso a disposición de los colectivos más vulnerables en 2020 y aseguran que les da «tranquilidad» saber no solo que tienen un techo bajo el que dormir, sino también una red de profesionales que les ayudan a buscar trabajo. El objetivo de este recurso, en palabras del alcalde Rafa Ruiz, es que los usuarios ganen autonomía para lograr «independencia económica».
Son ellos los que usan el servicio, pero podríamos ser cualquiera. Así lo dijo ayer el primer edil tras la firma del convenio con el Instituto Balear de la Vivienda (Ibavi), que permite ampliar de 12 a 14 el número de viviendas disponibles para este fin. De este modo, desde el departamento de Bienestar Social se ofrece atención y alojamiento a un máximo de 55 personas: 15 en el nuevo servicio de acogida que se puso en marcha el pasado diciembre y el resto en los 12 pisos de acogida. A partir de ahora habrá dos más, de unos 60 metros cuadrados cada uno. Del total, cinco han sido cedidos por el Ibavi.
«Somos el único Ayuntamiento y la única institución de la isla con un servicio de acogida para personas vulnerables», indicó Ruiz. De hecho, el conseller de Vivienda, Josep Marí Ribas, reconoció que ningún otro municipio ha solicitado al Ibavi la cesión de pisos para ofrecer este servicio. «Es cierto que donde hay más pisos, que son propiedad del Ibavi, es en Ibiza, pero también hay un par en Sant Antoni y otros dos en Santa Eulària», añadió el conseller.
En este sentido, Marí Ribas destacó la colaboración interinstitucional con el Ayuntamiento ante una «emergencia social» que dificulta el acceso a vivienda a los más vulnerables. «Gobiernos progresistas que entienden que este recurso es necesario. Los ciudadanos son el eje central de nuestra actividad social y económica y la presión que hay sobre los precios de la vivienda de alquiler son inasumibles para muchos», añadió.
Perfil del usuario
En cuanto al perfil del usuario del servicio de acogida municipal, el alcalde de Ibiza explicó que es variado. Hay tres tipos: en exclusión severa, personas que logran no depender más del servicio y gente que tiene trabajo, pero no puede costearse un alquiler. «El recurso busca ser temporal», matizó Ruiz.
Y quienes residen en alguno de estos pisos tienen que cumplir una serie de normas, como no fumar ni introducir bebidas alcohólicas, de lo contrario pueden ser expulsados. «Queremos reinsertar a esta gente en la sociedad, por eso los pisos no están alejados de la ciudad. Son personas que necesitan una segunda oportunidad», insistió el alcalde, que dejó claro que podría ser cualquiera «el día de mañana».
Aunque la mayoría de los usuarios son de Ibiza, también hay casos de otros municipios que son derivados al servicio de acogida por los servicios sociales de los ayuntamientos. «No entendemos que la isla siga sin un servicio de baja exigencia con la población que tiene», lamentó Ruiz, que se refirió a la demora en la puesta en marcha del centro provisional de sa Joveria, cuya constructora acumula numerosas sanciones tras más de un año de retraso en su finalización.
Esta infraestructura dará servicio hasta que es Gorg sea una realidad. De momento, «el Ayuntamiento ya ha recibido el informe de Recursos Hídricos», lo que permite que los servicios técnicos continúen con la tramitación del futuro recurso y la empresa redacte el proyecto ejecutivo (el proyecto básico ya está hecho) para licitar la obra.
