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Vuelve la semana santa.

Devoción en las calles de Ibiza después de tres años

Muchos fieles acompañaron a la Virgen y al Santísimo Cristo del Cementerio hasta el Patio de Armas, abarrotado de personas

Semana Santa: Devoción en las calles de Ibiza después de tres años

Semana Santa: Devoción en las calles de Ibiza después de tres años José Miguel L. Romero

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Semana Santa: Devoción en las calles de Ibiza después de tres años José Miguel L. Romero

Después de dos años de pandemia, regresa la tradición religiosa. «Después de tanto tiempo nos sentimos un poco desubicados», contaba María Antonia Serra, la nueva presidenta de la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, poco antes de empezar la misa en la catedral. Raimundo Jiménez, uno de los cofrades, decía que después de tres años tenía «ganas» de vestirse con la túnica y el capirote blancos y la capa azul celeste para cargar en andas el trono de la Virgen, que ayer estrenaron: «Al anterior se le deshacía ya la madera».

Lo que no tenían claro los 12 nazarenos que lo portaron a hombros era si pesaba tanto, menos o más que el anterior, aunque supuestamente era más ligero. Jiménez tenía ganas de recuperar la tradición, arrinconada por la pandemia. Quería volver a sentirse cofrade, como su padre y como su abuelo, aunque ellos lo fueron en Málaga.

El sacerdote Josep Lluís Mollà, que presidió la misa y recordó que el Viernes de Dolores es el inicio de los actos de la Semana Santa, rememoró lo sucedido durante los últimos dos años. Ha sido una etapa en la que, recordó, nos hemos enfrentado «a situaciones que parecían olvidadas», en referencia a «la pandemia» y, ahora, a la guerra desatada por Rusia contra Ucrania. En este contexto, «la Virgen de los Dolores nos invita a caminar en la vida con la mirada de la esperanza», según Mollà.

El cura bendijo las flamantes andas y el trono, pero también las nuevas medallas de los cofrades (plateadas, grabadas en ambas caras y con cordón azulado), que en realidad tendrían que haber sido entregadas hace dos años, con motivo del 75 aniversario de la cofradía, lo cual impidió la pandemia.

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Devoción en Ibiza después de tres años J.A. Riera

Impuso las medallas la presidenta: «Una vez más, y por fin, estamos aquí», dijo Serra en un breve discurso, en el que recordó a los antiguos presidentes de la cofradía de Nuestra Señora de los Dolores: «Espero estar a su altura», señaló. «Volvemos a estar aquí, en un día que para nosotros es de los más especiales del año», añadió. «Salgamos a la calle y acompañemos a a la Virgen con orgullo y alegría», concluyó.

Con ‘xacoters’

Salieron a las 21 horas. No habían ensayado ni entrenado desde 2019, pero no lo parecía. Atravesaron la nave y el portón (uno de los momentos más difíciles) sin dificultad, ante la atenta mirada de unos 200 fieles que aguardaban en la plaza de la catedral.

Por delante, una veintena de cofrades en filas de a dos, seguidos de los tres Xacoters de sa Torres (Xico, Mariano y Vicente) y de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, que sostiene una corona de espinas en su mano derecha y lleva clavada en el pecho una daga. Durante la Semana Santa es vestida con una capa bordada con hilo de oro.

Devoción después de tres años

La imagen llegó a las 21.30 horas a la confluencia entre la calle Pere Tur con General Balanzat, donde se detuvo unos instantes. Elevada de nuevo por los nazarenos, partió en silencio hasta cerca del Convent, donde aguardaba en el umbral la imagen del Santísimo Cristo del Cementerio sostenida por siete cofrades. A pocos metros del templo, sonaron de nuevo la flaüta, las castanyoles, el espasí y el tambor de los xacoters, mientras el Cristo era inclinado hasta casi la verticalidad para recibir a la imagen de su madre.

Colocada de nuevo en horizontal, la imagen del Santísimo Cristo pasó al frente de la procesión. Una veintena de nazarenos de esa cofradía, con capucha malva y túnica negra, la encabezaban.

Prosiguieron hasta el cercano Patio de Armas, abarrotado de fieles y donde, además, esperaban junto al Portal de ses Taules una veintena de integrantes del Coro de Puig d’en Valls. Es el cuarto año en el que participan. Primero entonaron el ‘Oh testa lacerada’, de Johann Sebastian Bach, justo cuando el Cristo atravesaba el primer arco del Rastrillo y hasta que llegó al final, donde le dieron la vuelta para estar de cara a la imagen de la Virgen, que empezó a entrar en el Patio de Armas cuando el coro cantó ‘Ave Maria’.

Próximos eventos

De nuevo, los cofrades levantaron la cruz hasta colocarla casi en vertical, mientras se escuchaba ‘Jesus Salvator Mundi’ y frente a él era balanceada cuidadosamente Nuestra Señora de los Dolores. Con el ‘Stabat Mater’, el Santísimo Cristo empezó a regresar al Convent y la Dolorosa a dar, poco a poco, la vuelta para dirigirse de nuevo a la catedral. La cofradía de Nuestra Señora de los Dolores entregó a la directora del coro una medalla bendecida y un ramo de flores.

En el Patio de Armas, junto al Portal de ses Taules, también aguardaban 12 miembros de la banda del Santísimo Cristo del Cementerio: «La pandemia ha hecho mucho daño. La gente se ha acomodado y prefiere quedarse en casa con sus consolas», contaba uno de ellos. Antes de que el coronavirus se extendiera por todo el mundo eran una treintena.

El ‘Davallamentde la Creu’ se representa este sábado en la catedral

El Grup de Teatre Quartó de Portmany representa esta tarde en la catedral de Ibiza a las 20 horas la obra ‘Davallament de la Creu’. Se trata de una parte de la ‘Passió i mort de Crist Nostre Senyor’, escrita por el ibicenco Lluc Cardona en 1763. ‘La Passió’ es el único texto de teatro religioso antiguo de Ibiza que se ha conservado hasta nuestros días. Es una pieza que tiene su origen en los dramas litúrgicos medievales. En concreto, la obra que se representa es una continuación del antiguo teatro religioso que se representaba en la iglesia de Santa María, hoy catedral de Ibiza, del que se tienen noticias escritas desde el siglo XVI. En la representación participan unos quince actores del grupo, que interpretan a diferentes personajes de la pasión de Cristo. Está previsto que se lleven a cabo dos representaciones más de esta obra con motivo de esta Semana Santa: En la parroquia de Sant Antoni (mañana domingo a las 20.30 horas) y en la parroquia de la Sagrada Familia de Can Bonet (el viernes 15 de abril a las 19 horas).

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