Los enfrentamientos con el Govern acaban con la dimisión de Jaume Far

El director de la Oficina Anticorrupción de la Comunitat asegura que su marcha es una decisión personal

Miquel Adrover. Palma

El director de la Oficina Anticorrupción de Balears, Jaume Far, presentó ayer un escrito en el Parlament en el que anuncia que dimitirá de su cargo con efectos a día 1 de enero de 2022. Far asegura que deja el puesto para afrontar «nuevos proyectos profesionales». No obstante, los numerosos enfrentamientos por sus investigaciones con el Govern y con la Sindicatura de Comptes han abocado a su marcha al frente del órgano que lucha contra la corrupción. Far es alto funcionario de la Agencia Tributaria como inspector de finanzas, el más alto nivel funcionarial. Su nuevo destino es la Unidad de Investigación y Blanqueo de Capitales de la Agencia Tributaria en Balears.

Far tomó posesión en 2017, al aprobar el Parlament la creación de la Oficina de Lucha contra la Corrupción a finales de 2016. Fue propuesto por Més per Mallorca, en concreto por Fina Santiago, algo que siempre ha levantando suspicacias entre los socialistas.

Durante este tiempo ha puesto en marcha numerosas investigaciones, entre ellas la de los cargos públicos del Ib-Salut y el Consell de Mallorca vacunados de forma presuntamente irregular el primer día de la llegada de las vacunas a Balears. Una investigación que provocó un sonoro enfrentamiento con el Govern y que llevó a Anticorrupción a solicitar al Ejecutivo un listado de todos los cargos públicos para saber si se habían inmunizado aprovechándose de su puesto.

El ‘caso vacunas’

Esta investigación está en marcha y en caso de no resolverse en los próximos meses, Far dejará su conclusión en manos de su sucesor.

El ‘caso vacunas’ originó un escrito de alegaciones por parte de la Abogacía de Comunitat que significó un duro ataque al organismo que dirige Far. Los abogados del Govern acusaron a Anticorrupció de «extralimitarse en sus funciones», de «falta de proporcionalidad» en sus actuaciones y de sumir en la «indefensión al Ib-Salut y a sus cargos» vacunados. Anticorrupción contestó con las competencias que tiene su departamento para investigar, que las «vacunas están pagadas, distribuidas bajo el control público y son un bien escaso» y que «el Ib-Salut no era objeto de investigación, en todo caso los cargos».

Asimismo, la Sindicatura de Comptes puso en marcha una investigación contra la oficina de Far por presuntas deficiencias contables en la contratación de materiales para montar su sede. Lo hizo mediante un informe en el Parlament que llevó a los grupos, encabezado por el PSOE, a pedir una comparecencia. En ella, Far acusó a la Sindicatura de vertir «mentiras y falsedades» contra su departamento y negó las irregularidades.

El síndico mayor

Con todo, cabe recordar que el enfrentamiento entre los dos máximo organismos de control de la Comunitat se originó cuando a Anticorrupción le llegó una denuncia contra el síndico mayor, Joan Roselló, por haber auditado a la UIB habiendo sido trabajador de la Universitat. Far investigó la posible incompatibilidad y archivó el caso, pero ello provocó una seria disputada y enfado. Rosselló, antes de ser síndico mayor, fue director general con el PSIB-PSOE.

Far, en su escrito de dimisión dirigido al Parlament, apunta que ya anunció al presidente de la Cámara, Vcenç Thomàs, el mes de julio, sus intenciones de dejar el cargo.

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