Cada vez que se da un caso, como en las últimas semanas, el sector de las viviendas turísticas vacacionales de Ibiza sale en tromba a condenar las fiestas ilegales que se celebran en villas. Pero José Antonio Llano, presidente de la Asociación de Viviendas Turísticas Vacacionales de Ibiza y Formentera (AVAT) señala que hay que tener en cuenta determinados matices: «Estamos totalmente en contra de las fiestas en las que se cobra entrada y se da cabida a un número de personas exagerado. Pero hay que diferenciarlas de cualquier celebración que un cliente pueda realizar en una vivienda respetando las normas de convivencia básicas. No se puede meter todo en el mismo saco. Una cosa es la fiesta privada ilegal en la que se cobra entrada y se consume de todo, y otra es una fiesta privada como una boda, un cumpleaños, una comunión o un encuentro de amigos».
Cree que «la mayoría de los casos surgen de la oferta ilegal» de la isla: «No puedo decir que no se nos escape alguno, pero intentamos poner filtros a la hora de aceptar reservas. Siempre te la pueden colar, pero pedimos a los asociados que sean los primeros en denunciar estos casos».
