El miembro de Jesús en Transició Lluís Lliteras cree que «lo que falta de verdad para dar a Ibiza el empujón definitivo a las renovables es un impulso decidido por parte de las instituciones». Pero, más que crear un programa de ayudas, esta entidad cree que lo más útil y práctico sería «crear una oficina de asesoramiento e información al ciudadano», donde se explique claramente las ventajas de instalar este tipo de energías. Actualmente, «si alguien va a pedir información a un ayuntamiento o al Consell es difícil encontrar a alguien que te pueda explicar las cosas detalladamente», señala.

Y, por otra parte, Lliteras considera esencial aprovechar los grandes tejados para llenarlos de paneles, aunque evitando los grandes huertos en el suelo rústico, que causan gran impacto. Los colegios deberían ser la prioridad. «No hay mejor sitio que los centros educativos para instalar este tipo de paneles, porque es la forma más adecuada de enseñar a los niños cómo se obtiene la energía», explica.

Se trata de «aprovechar los tejados ya construidos», que no siempre tienen una utilidad, para convertirlos en generadores de energía limpia, que ayuden al clima y reduzcan la huella humana sobre el planeta. Aunque con retraso, el pistoletazo de salida se ha dado ya en Ibiza.