La evolución de la actividad de la Banca March en Ibiza durante el año 2017 corrió en paralelo a la situación de bonanza económica, según los datos dados a conocer ayer en su sede ibicenca por Cristina Faura, directora de zona en las Pitiüses, y Alberto del Cid, director financiero de la entidad en España.

Por ejemplo, la inversión crediticia (créditos concedidos a clientes) se incrementó en un 4,5% en términos interanuales, un porcentaje muy superior al 0,7% registrado en Balears y en consonancia con el crecimiento del 4% de la economía pitiusa en 2017, tal como la pasada semana dio a conocer el conseller balear de Trabajo, Iago Negueruela. A juicio de Cristina Faura, ese aumento se debe a «la dinámica empresarial» de la isla.

Los créditos abarcaron todo el espectro posible: desde negocios relacionados con hoteles a la vivienda. En este sentido, y tal como publicó Diario de Ibiza el pasado lunes, las compraventas (aumentaron un 5,4% en 2017) están disparadas, según Faura, y prosiguen este año con fuerza. A esa inercia se han sumado los residentes, no sólo los extranjeros, como ha ocurrido los últimos años.

Los recursos de clientes en balance (imposiciones a plazo fijo y a la vista) crecieron un 11,7%, mientras que los recursos fuera de balance (planes de pensiones, seguros, fondos de renta fija...) subieron un 18,7%, en ambos casos por encima de la media balear (del 1,1% y el 17,6%, respectivamente). Han sumado un 21% más de clientes en un año.

Sólo hay una pequeña sombra en la evolución del negocio de la Banca March en Ibiza, su ratio de mora, del 5,1%. Si bien es inferior al del sector (7,7%), está por encima del balear (1,58%) y nacional (3,3%) de Banca March. Se debe, según Del Cid, a una operación inmobiliaria «que no se ha regularizado aún» y que es «compleja y singular». Se normalizará «sin que tenga impacto negativo», aseguró.