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Consumo

Cinco zonas de Ibiza se abastecen con agua no apta para el consumo humano

El Ministerio de Sanidad advierte de que contiene excesos de cloruros en Sant Jordi, Platja d´en Bossa y Roca Llisa, así como de arsénico en Cala Mestella, de fluoruros en sa Serra y de carbono orgánico total en Can Coix, Can Negre y Punta Galera

Cinco zonas de Ibiza se abastecen con agua no apta para el consumo humano

El agua que sale de los grifos de cinco zonas de la isla de Ibiza no es apta para el consumo humano, según advierte el Sinac, el sistema de información nacional perteneciente el Ministerio de Sanidad que informa sobre los puntos de abastecimiento en toda España. La mayoría sobrepasan los niveles máximos de cloruros (sal) que se consideran aptos para que pueda ser bebida o usada en la cocina, si bien el Sinac también alerta de que hay redes de distribución donde los análisis dan excesos de fluoruros o, incluso, de arsénico.

La red denominada Sant Josep I, que abarca sa Carroca, es Cubells, Platja d´en Bossa, Sant Jordi y Sant Josep de sa Talaia tiene, como viene siendo habitual, unos índices de cloruros disparados. En los análisis efectuados el 13 de abril pasado (con punto de muestreo en es Cubells) dio 3.550 miligramos de cloruros por litro, cuando el máximo para que sea apta para el consumo humano es de 250 mg/l. Los análisis de días previos fueron aún peores, ya que dieron 5.000 mg/l. Además, la conductividad (también ligada a la presencia de sal en el agua) fue de 10.170 µS/cm (microsiemens/cm), cuando el límite está en 2.500 µS/cm.

Un portavoz de FCC Aqualia reiteró que su empresa no es la que tiene que solucionar la salinidad de ese abastecimiento: «Es un problema de la Administración, en este caso relacionado con la puesta en marcha de la desaladora de Santa Eulària y de las obras de la interconexión. Depende del Ministerio y del Govern, y nosotros solo somos los gestores de lo que nos dan, pero no tenemos potestad», indicó el portavoz, que indicó que FCC Aqualia es solo «una empresa concesionaria que gestiona unos recursos que son públicos».

Arsénico en Cala Mestella

De FCC Aqualia es también el suministro de Cala Mestella, del que el Sinac asegura que aporta agua no potable porque contiene arsénico en exceso, concretamente 10,2 µg/l, cuando el límite es 10 µS/l. En FCC Aqualia restan importancia a ese dato porque «supera muy poco el valor paramétrico». En cualquier caso, es recurrente, ya que se repite allí desde hace muchos años. ¿Cuál es la causa?: «Es un problema derivado del abastecimiento. El agua que extraemos de los pozos es de lluvia que percola (se filtra a través de un medio poroso) por el terreno y llega a un acuífero subterráneo. En esa percolación arrastra minerales y disuelve componentes. Hay sitios donde se aporta hierro, sulfatos, nitratos o, como en este caso, arsénico. Las cantidades son nimias», subrayan desde FCC Aqualia.

Existe una tercera red, la denominada Vicent Ribas-Ferreret -que abarca la zona de sa Serra, en Sant Josep, en el límite con Sant Antoni- que también gestiona FCC Aqualia y que está incluida por el Sinac entre las que distribuyen agua no apta para ser consumida. En este caso se debe a que contiene 2,02 mg/l de fluoruros, es decir, por encima de los 1,5 mg/l que se establece como valor límite. No se trata de flúor aportado en exceso por la concesionaria al agua, sino, como en el caso del arsénico de Cala Mestella, de una sustancia que se encuentra de forma natural en la zona, según afirma el portavoz de FCC Aqualia: «Cuando es de pozo, se extrae y se distribuye en las mismas condiciones en que se extrae. Solo se potabiliza desde el punto de vista bactereológico o de añadir cloro para eliminar cualquier patógeno. Si tiene flúor o arsénico, no la manipulamos», indica.

Sal y materia orgánica

FCC Aqualia se queja de que la legislación sanitaria en materia de agua potable «es muy restrictiva», especialmente en el caso del flúor: «De hecho se debate si tanto el flúor como el boro se deberían sacar de esas limitaciones. Eliminar el flúor necesita unos costes elevadísimos. Por eso se está planteando para qué eliminarlo con esos costes cuando no es un elemento nocivo para la salud». No obstante, las autoridades sanitarias advierten de que su ingestión prolongada y excesiva puede causar fluorosis, una anomalía en las piezas dentales.

El Sinac alerta además de que en Roca Llisa hay un pozo que abastece a Jesús con agua que contiene 1.940 mg/l de cloruros (casi ocho veces más que el límite para el consumo) y con una conductividad de 7.020 µS/cm (el máximo son 2.500 µS/cm). También incluye entre las que dan agua no apta para ser bebida la de red de Punta Galera, Can Negre, Can Coix y sa Capella (Sant Antoni), cuyo gestor es Vicente Vedrané S. A. (Sant Antoni quiere municipalizar este servicio), porque incumple el parámetro de carbono orgánico total (exceso de materia orgánica), del que encontraron 30,5 mg/l., cuando el máximo para el consumo es de 7 mg/l.

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