Desde el pasado miércoles y hasta ayer, de los grifos de las viviendas de Sant Jordi, sa Carroca y Platja d´en Bossa salía un agua muy salada debido a una nueva avería en la desaladora portátil de ses Eres que afectó a una bomba y a su cableado, según explicó el edil de Medio Ambiente de Sant Josep, Juan Francisco Ribas. Según el concejal, tanto las características técnicas de la avería como la dificultad para encontrar una grúa de grandes dimensiones retrasaron su reparación, que concluyó sobre las 10 de la noche del día de Sant Jordi, si bien el agua más dulce no llegó a los hogares hasta la noche de ayer.

El edil considera que este problema acabaría si se solucionara la interconexión de las desaladoras y se pusiera en marcha la de Santa Eulària. Ribas también recuerda que la red Sant Josep Zona I engloba a cinco barrios y que basta con que uno sobrepase los límites de cloruros para que el Sinac aplique la advertencia de agua no potable para todos.