Los 410 pasajeros de los ferries `Isla de Botafoc´, de Baleària (que transportaba a 250), y `Begoña del Mar´, de Iscomar (con 160 viajeros), tardaron 22 horas en hacer la travesía de Eivissa a Valencia debido a que el temporal obligó a cerrar este puerto. Los barcos debían salir a las 14 horas del jueves de Eivissa y tenían como destino Dénia, pero a causa de la mala mar fueron desviados a Valencia, cuyo puerto se cerró a las diez de la noche. Los pasajeros pudieron abandonar los ferries sobre las 13 horas de ayer, después de una travesía larga y penosa, y muchos presentaron reclamaciones contra las compañías. Iscomar informó de que se ofreció cena a los viajeros, así como camarotes. Otro ferry de esta compañía con 55 pasajeros procedente de Palma, el `Mercedes del Mar´, también tuvo que pasar la noche fuera del puerto. Desde Iscomar señalaron que sus dos ferries tenían previsto realizar el viaje de vuelta en su horario habitual a lo largo de la tarde-noche de ayer. El `Begoña del Mar´ debía retornar a Eivissa sobre las seis de la tarde, según las mismas fuentes.

La odisea de los 250 pasajeros del `Isla de Botafoc´ -en el que también viajaban cuatro caballos, perros e incluso conejos-, comenzó cuando debían salir de Eivissa con el fast ferry Federico García Lorca, que el jueves canceló su salida de las 11 horas con destino a Dénia. Como alternativa la naviera ofreció a los pasajeros la posibilidad de viajar en el ferry `Isla de Botafoc´, cuya salida estaba programada a las 14 horas, aunque al final zarpó del puerto de Vila a las 15,30 horas. Ese cambio generó las primeras reclamaciones entre los pasajeros, debido a la diferencia de precios de un barco a otro y por el hecho de que sólo se reembolsarán 20 euros. Minutos antes de que saliera de Eivissa, el puerto de Dénia quedó cerrado por el temporal, lo que hizo que la naviera desviara el buque al puerto de Valencia.

El `Isla de Botafoc´ llegó sobre las 23 horas del jueves frente al puerto de Valencia, concretamente a cinco millas, pero se encontró con que se había cerrado a las 22 horas. Esta situación obligó al buque a estar navegando toda la noche por la zona, al no poder estar parado por el temporal, y esperar así la autorización para poder entrar a puerto de forma segura, al igual que los otros dos.

Una afectada del `Isla de Botafoc´ ha relatado a este periódico que fue a partir de ese momento cuando los pasajeros se empezaron a inquietar y a sentirse molestos por el trato que recibieron a bordo. «No se nos ofreció nada», asegura, ya que el motivo de la demora era ajeno a Baleària. Otra queja generalizada fue que en ningún momento el capitán del barco habló por megafonía y únicamente recibieron algunas indicaciones por parte de las azafatas.

Sin cenar y llegada la hora de dormir la situación se fue complicando: «Había niños y bebés que lloraban y la gente se fue acomodando en el suelo por los pasillos, incluso un señor pidió un camarote pero le dijeron que debía pagar 150 euros», agrega la pasajera, que se queja de que tampoco les ofrecieran mantas. Con las primeras luces del día de ayer la situación no había cambiado y el ferry seguía dando vueltas: «Nadie nos atendía y además seguía la desinformación, la gente estaba muy enfadada». Lo único que finalmente repartieron las azafatas fue «un kit de desayuno, con dos tostadas, paté y café». Cuando la afectada estaba contando su experiencia por teléfono desde el `Isla de Botafoc´ a las 11,30 horas de ayer, los pasajeros fueron informados por megafonía de que el puerto de Valencia ya estaba abierto. La noticia provocó una gran ovación de alegría. Una hora y media más tarde los 250 pasajeros pisaban el muelle de Valencia después de haber pasado un viaje que recordarán durante mucho tiempo. Todos los pasajeros rellenaron hojas de reclamaciones por la falta de información y de atención durante la penosa travesía.

El temporal de Levante de ayer, con rachas de viento de fuerza 6 a 7, también dificultó los enlaces marítimos entre las Pitiüses y obligó a cancelar viajes, también entre Balears y la Península. El grupo de navieras Baleària-Trasmapi anuló un trayecto en cada sentido del `Nixe´, que junto al `Arlequín Rojo´ permanecieron amarrados en el puerto de Vila. Al ser estos dos buques los únicos que transportan carga rodada entre Eivissa y Formentera, ayer fue el segundo día consecutivo en el que no llegaron mercancías a Formentera.