El diputado de Formentera, Antonio Sanz, dejará de su escaño en febrero

El diputado de Formentera, Antonio Sanz, realizó su último turno de preguntas en el pleno del Parlament del pasado lunes dentro del grupo mixto, antes de que se reanude el periodo parlamentario en 2023. Está previsto que en cumplimiento del pacto (GxF-PSOE-UE) que ganó el diputado de Formentera en las elecciones de 2019, el próximo mes de febrero, cuando comience el periodo ordinario de las sesiones, Sanz deje el escaño a Vanesa Díaz (UE), que acabará la legislatura.

El diputado aprovechó su intervención para dirigirse a la presidenta del Govern, Francina Armengol, y recordarle las reivindicaciones más importantes. Reconoció que en los últimos siete años y medio se han ido logrando «mejoras en asistencia sanitaria, materia educativa, sostenibilidad y transporte». Pero también se refirió al incremento de visitantes en verano y a «la consecuente presión sanitaria de los últimos tiempos, al igual que a la necesidad de una adaptación de las instalaciones educativas a una nueva realidad demográfica y social».

Sobre los visitantes, recalcó la presión náutica que sufre el Parque Natural de Ses Salines, que es «la mayor de todo el mar Mediterráneo» con cerca de «2.000 barcos en las costas de Formentera en los meses de julio y agosto». No obstante, señaló que en algunos temas «se han hecho avances», como en «las nuevas instalaciones de FP para hostelería en el IES Marc Ferrer, la dotación de servicios extraordinarios para emergencias, la ley de sostenibilidad ambiental y económica de Formentera o la nueva escuela de Sant Ferran».

Sanz insistió en la regulación del litoral y pidió a la presidenta que se trabaje «en vivienda, en hacer realidad el Museo de Formentera y para que el decreto de transporte marítimo sea una realidad lo antes posible».

Por otra parte, el Parlament aprobó una propuesta del diputado Sanz para que la profilaxis PrEP contra el SIDA esté disposible para toda la ciudadanía en el Servicio de Salud de Balears. La PrEP (profilaxis preexposición) son medicamentos que se toman de forma preventiva para reducir las probabilidades de que las personas contraigan VIH a través de las relaciones sexuales o el consumo de drogas inyectables.

Sanz explicó que los tratamientos preventivos han hecho que la curva de contagios caiga de forma exponencial y que por eso «es importante que llegue a todos, a todas las comunidades».

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