Incendio en Formentera: el padre se despertó tosiendo por el humo

«Ha sido un susto, todos estamos bien», explicó el padre de la familia que en la madrugada de ayer sufrió, en la cocina de su vivienda de es Pujols (Formentera), un incendio que no tuvo mayores consecuencias ya que todos están bien y en su casa.

Según ha podido saber Diario de Ibiza de fuentes cercanas a la investigación, se podría tratar de un accidente doméstico por un descuido al haber dejado en la cocina una sartén al fuego. El calor se extendió a la campana extractora y empezó la combustión.

Eran las 0,30 horas cuando toda la familia dormía y este hombre, de 56 años, se despertó tosiendo, según relató a Diario de Ibiza. Enseguida se dio cuenta de que el denso humo había invadido la estancia. Reaccionó y levantó a su mujer, de 46 años, más afectada por el humo, y a su hija de 10 años que estaba en otra habitación. Y llamó a los bomberos, que recibieron el aviso a la 0,45 horas.

El alta a las dos horas

Los servicios de emergencia llegaron a la calle d’Espardell y en el tercer piso del edificio del mismo nombre se encontraron a la familia. El SAMU 061 trasladó a los tres al Hospital de Formentera en dos ambulancias, aunque a las dos horas de su ingreso ya fueron dados de alta.

Ayer por la mañana, cuando este diario accedió al edificio pudo comprobar cómo no había rastro de humo, ni huellas evidentes en las paredes que hubieran podido provocar un incendio de envergadura. La escalera estaba limpia, ordenada en cada descansillo y sin ningún rastro que evidenciara que en este edificio hubiera ocurrido un incendio.

En el tercer piso estaba el apartamento afectado. El padre, que estaba limpiando en ese momento, restó importancia a lo sucedido. Explicó que todos estaban bien, que su mujer estaba descansando y que su hija había ido al colegio, intentando recuperar la normalidad dentro de una situación complicada.

Sobre el origen del suceso, hay que señalar que en ningún momento hubo llamas sino que se produjo una combustión que generó humo, pero que quedó confinado en el propio apartamento ya que ningún otro piso de esa planta ni del resto del edificio se vio afectado. Hasta el punto de que el suceso pasó prácticamente desapercibido entre los vecinos.

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