El avance de la inmunización en la isla de Formentera se ha visto entorpecido por lo que el Servicio de Salud ha definido como una «escasa mentalización sobre el uso de las vacunas». Un ejemplo lo encontramos en la campaña de inmunización a la franja de población entre 50 y 59 años de edad, en la que se ha podido aplicar menos de una tercera parte de las vacunas. Así, de un total de 290 personas de población diana, sólo han aceptado vacunarse 80.
«Son unas cifras muy preocupantes», señaló Eugenia Carandell, quien pidió una mayor implicación a los medios de comunicación para combatir el escepticismo frente a las vacunas: «Cada vez hay una mayor tendencia a pensar que las vacunas no son buenas, por lo que es importante que los medios de comunicación se impliquen y nos ayuden a sensibilizar a la población sobre las ventajas que tiene vacunarse».
El pasado 24 de abril, la directora general de Salud Pública, Maria Antònia Font, expresó también su preocupación por la alta incidencia de negacionismo hacia la vacuna que habían detectado en Ibiza.