Gastronomía de guerra en Ibiza | Sardinas marinadas con aceitunas

La intención esta semana era preparar un plato con gerret, aprovechando que es temporada, pero tras dos visitas al Mercat Nou y a un par de pescaderías, sin conseguirlo, lo dejaremos para la próxima semana. Cocinar, muchas veces, implica adaptarse a lo que encontramos. Porque en los tiempos que corren tampoco podemos perder tiempo recorriendo la isla (¡ojalá!) en busca del producto que queremos. En una de las pescaderías tenían unas sardinas preciosas, con la piel plateada brillantísima. Y tan frescas… A falta de gerret, buenas son unas sardinas. Están deliciosas a la brasa o a la plancha, pero mucha gente no las prepara así en casa por temor al olor. A que se quede todo el día rondando por la casa. Para eso, hay un truco: prepararlas en el horno completamente cubiertas de sal. La sal absorbe todo el olor y nadie notará que hayamos preparado sardinas en casa. Están deliciosas, también, marinadas. Preparadas así se pueden usar, durante varios días, en tostadas, ensaladas, con legumbres… Importante: hay que congelarlas al menos durante 48 horas para evitar el anisakis. Y descongelarlas poco a poco. Lo mejor, dejarlas en la nevera durante 24 horas para que se vayan descongelando.

Gastronomía de guerra: Tortilla de otoño con boniato y uvas

Preparación

—Lo primero es limpiar bien las sardinas. En algunas pescaderías es posible encontrarlas ya limpias, pero si no es así, se puede hacer en casa. Es más fácil de lo que parece: se quita la cabeza, con un dedo se extraen los interiores, se abren, se arranca la espina central y, con unas tijeras, se eliminan un poco los costados. Es importante ponerlas en agua fría al instante para que se desangren bien. Si puede ser agua con un poco de hielo, mucho mejor.

Gastronomía de guerra | Sopa de ajo al sabor de Ibiza

—Escurrirlas, salarlas y dejar cinco minutos.

—En un recipiente, añadir el agua con un pellizco de sal y el vinagre. Integrar todo bien y colocar en esta marinada las sardinas. Cubrir y dejar en la nevera dos o tres horas, en función de cómo las queramos de curadas.

—Mientras, ponemos en la batidora las aceitunas con el ajo (mejor si le quitamos el germen), el perejil, medio dedo de zumo de limón y un chorrito de aceite. Batimos hasta obtener una masa lo más fina posible.

—Escurrimos las sardinas y las colocamos en un recipiente cubriéndolas con la salsa. Si ésta ha quedado muy densa, agregarle un poco de aceite, ya fuera de la batidora. Cubrir por completo y reservar, tapadas, en la nevera.

El toque gourmet

Servir sobre una tostada con unos gajos de naranja. Exquisitas. Para quienes no son muy amantes de los sabores fuertes lo mejor es añadirle un aguacate maduro a la salsa de aceitunas. Le dará una textura más fina y un sabor más suave.

Gastronomía de guerra en Ibiza: Albóndigas con tomate

Suscríbete para seguir leyendo