Gastronomía de guerra | Galletas de chocolate con sal de Ibiza

Aviso importante: estas galletas de chocolate con sal de Ibiza son un camino de no retorno. Será inconcebible comprar galletas en el supermercado después de prepararlas y probarlas. La receta, además, no puede ser más sencilla. Y versátil. En lugar de con chocolate y sal se pueden preparar con lo que se quiera: ralladura de cítricos, manzana y canela, café, frutas deshidratadas, frutos secos… Con absolutamente cualquier cosa.

El único truco es no manipular mucho la masa. Lo ideal es mezclarlo todo con una batidora de varillas, pero se puede hacer perfectamente (aunque con algo más de esfuerzo) con un tenedor. Pero cuanto menos se toque, mejor. Con que los ingredientes estén integrados, nos vale.

La consistencia es parecida a la de la arena un poco mojada. Una textura que nos conduce al mar (la Mar), lo mismo que las escamas de sal de la isla, que salpican la superficie de las galletas como el salitre se aferra a nuestra piel después de un chapuzón.

En casa, estos bocados tienen nombre propio, el de la persona que inspiró la receta y convirtió las galletas de chocolate en algo más. A veces, la cocina no es un delicioso mindfulness y las recetas pertenecen a quien te roba los pensamientos mientras andas metida en harina.

Preparación

—Dejar la mantequilla fuera de la nevera hasta que tenga la consistencia de pomada. Jamás, jamás, jamás hay que fundirla. Si está líquida no saldrán las galletas.

—Mezclar la mantequilla con los dos tipos de azúcar (reservar un poco del moreno) y con la vainillina, hasta que esté todo bien integrado.

—Añadir la harina poco a poco, tamizándola para que no haya grumos. Y el chocolate troceado. Es importante no trabajar mucho la masa para evitar que la mantequilla se derrita.

—Dividir la masa en dos mitades y ponerlas en papel de film, haciendo dos rollitos con forma de tubo. Guardarlos en la nevera unas dos horas o en el congelador unos diez minutos para que se endurezca un poco y sea más fácil cortarla.

—Precalentar el horno a 180 grados arriba y abajo sin ventilador. Cubrir las bandejas del horno con papel para hornear.

—Batir el huevo. Sacar los rollitos de masa del frío, desenvolverlos, pintarlos con el huevo y hacerlo rodar sobre el azúcar reservado.

—Cortar los rulos en rodajas de medio centímetro de grosor y ponerlas sobre la bandeja del horno dejando espacio entre ellas.

—Espolvorear con las escamas de sal de Ibiza y hornearlas unos 15 minutos, vigilándolas para que no queden muy oscuras.

—Dejar enfriar antes de comerlas o de guardarlas en un recipiente hermético.

El toque gourmet

Añadir un poco de pimienta rosa o cayena en copos a la masa si nos van los sabores más intensos.

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