Deporte inclusivo

El deporte, una vía hacia la inclusión en la infancia

Puig d’en Valls acoge la primera jornada de una nueva edición del programa de deporte inclusivo con la participación del jugador de tenis de mesa Jordi Morales García, que acumula una larga lista de medallas

Deporte inclusivo. El deporte puede ser una herramienta para la inclusión y ayer se demostró en la primera jornada paralímpica de la tercera edición del programa Esport Inclusiu a l’Escola con alumnos del colegio s’Olivera, en Puig d’en Valls. Jordi Morales (Esparraguera, Barcelona, 1985 ), deportista de alto nivel paralímpico en tenis de mesa, pudo explicarles ayer su experiencia personal y ofrecerles una sesión práctica junto con profesores del centro y técnicos.

El deporte, es evidente, no es sólo actividad física. A veces también puede ser una herramienta para la inclusión, la cohesión y el fomento de la empatía. Al menos esto es lo quedó patente ayer en la primera jornada paralímpica de la tercera edición del programa Esport Inclusiu a l’Escola con alumnos del colegio s’Olivera, en Puig d’en Valls.

Sesión de voleibol sentado en Puig d’en Valls. | VICENT MARÍ

Sesión de voleibol sentado en Puig d’en Valls. / VICENT MARÍ

Desde el año 1999, Jordi Morales García (Esparraguera, Barcelona, 1985) es un deportista de alto nivel paralímpico en tenis de mesa y este viernes por la mañana explicó, ante más de 140 alumnos de cuarto, quinto y sexto de Primaria, su experiencia en el mundo del deporte y el binomio entre capacidad y discapacidad («de la misma manera que hay que hablar con naturalidad de la discapacidad, también tenemos que ver que una persona con discapacidad tiene muchas capacidades»), entre otros aspectos.

Imagen de grupo en la parte práctica de la jornada de deporte inclusivo. | VICENT MARÍ

Imagen de grupo en la parte práctica de la jornada de deporte inclusivo. / VICENT MARÍ

Sobre las diez de la mañana, comienza su intervención en el auditorio del Centre Cultural de Puig d’en Valls preguntando a los niños allí presentes si ven algo en él que les llame la atención. Morales está sentado, con pantalones largos, y nadie argumenta una respuesta a su pregunta. Poco después se levanta para mostrar su forma de andar. El deportista catalán nació con espina bífida. «La musculatura de la parte trasera de la pierna no la tengo bien desarrollada», detalla.

Estudiantes se ponen en la piel de los futbolistas con discapacidad visual. | VICENT MARÍ

Estudiantes se ponen en la piel de los futbolistas con discapacidad visual. / VICENT MARÍ

Esta actividad la organiza el departamento de Deportes del Consell y la Cátedra ‘Fundación Sanitas’ de Estudios sobre Deporte Inclusivo (CEDI) con la colaboración del Ayuntamiento de Santa Eulària y el objetivo es acercar a los más jóvenes a otras realidades y a entender la inclusión de forma práctica y divertida. Y es que tras la charla del deportista que viene en cada jornada, suele celebrarse una parte práctica en la que los alumnos viven en sus propias carnes cómo es practicar algunos deportes con algún tipo de discapacidad.

Así, este viernes, de 11.30 a 13 horas aproximadamente, «unos 90 alumnos con el apoyo de tres técnicos, un coordinador del programa, el profesorado de Educación Física del CEIP s’Olivera y el propio Jordi Morales», han jugado a voleibol sentado, goalball o fútbol y atletismo con discapacidad visual, detallan desde el Consell. Morales, concretamente, dirige la parte de voleibol sentado.

Sin miedo a hablar de ello

Poco antes de comenzar la charla, la primera parte de la jornada, Morales comenta, en conversación con este diario, que ya ha participado en varias ocasiones en actividades de este tipo en centros educativos. «Es una experiencia muy gratificante para mí y creo que también para ellos. Lo que conseguimos, y esto es algo que pasa mucho en estas edades, es que no tienen miedo de hablar de discapacidad. Es un tema que muchas veces genera muchos tabúes, pero ellos son mucho más espontáneos [que los adultos]», valora.

"Somos una escuela inclusiva, pero los alumnos deben conocer que esto tiene continuidad fuera"

Ana Roig

— Profesora Educación Física en el CEIP s'Olivera

En este sentido, destaca que se atreven a hacer preguntas que seguramente las personas de más edad no harían y, ya desde un primer momento, el paralímpico les deja claro que en el turno de preguntas pueden formular las cuestiones que quieran: «Yo responderé a todo lo que sepa. El momento es ahora, no os guardéis nada». Y es que esta es, precisamente, la mejor forma de normalización: hablar de ello.

«Lo que está muy bien en la jornada de hoy [por ayer] es que en la parte práctica les colocamos en la situación de vivir una discapacidad, pero lo hacen de una forma divertida, no es algo que les genere miedo», añade Morales durante la entrevista.

Inclusión también de adultos

Ana Roig es profesora de Educación Física en el colegio de Puig d’en Valls y señala que el conocimiento lleva a la normalización: «Nosotros somos una escuela muy inclusiva, donde ellos viven la normalidad de otros niños con discapacidad, pero a veces les falta conocer que esto tiene una salida más allá de la escuela», apunta.

Es clave evidenciar que la inclusión que ya se practica en este centro puede tener una continuidad en la etapa adulta y que la discapacidad es totalmente compatible con la práctica del deporte y, en casos como los de Morales, con tener un recorrido exitoso en este ámbito. Es decir, también puede ser una salida profesional.

«Nosotros, dentro de la escuela, también trabajamos deportes inclusivos. Por ejemplo, los grupos de segundo, ahora están practicando goalball. Los de sexto comenzarán a jugar a voleibol sentados. Es importante que conozcan estos deportes que no son los de siempre», añade Roig en conversación con Diario de Ibiza.

Morales subraya que es esencial que las nuevas generaciones estén preparadas para estas cuestiones «porque, al fin y al cabo, a lo largo de la vida seguramente tendrán algún tipo de interacción con la discapacidad», ya sea en primera persona o a través de algún familiar, conocido o en cualquier otra situación. «Ahora están en una edad en la que son moldeables y aún están creándose como personas. Todavía no han adquirido esos inputs del exterior que muchas veces vienen acompañados de miedo o tabúes», agrega.

Sus inicios en el tenis de mesa

Preguntado por su vinculación con el deporte, explica que se dio «de manera muy natural» y de una forma muy parecida a la de cualquier otro niño: «Desde muy pequeño, por una cuestión de rehabilitación, hacía natación, pero después me cansé. Comienzo mi relación [con el tenis de mesa] a los seis años, con casi siete».

Y es que en su pueblo había mucha tradición con este deporte y sus amigos lo practicaban, por lo que sus padres le apuntaron a clases. Morales era el único de su club con discapacidad, pero jugaba contra el resto de tú a tú y estuvo siempre tan integrado en la dinámica que fue después, con el paso del tiempo, cuando descubrió «el mundo paralímpico».

"En la parte práctica conocen cómo es vivir una discapacidad, pero con diversión y sin miedo"

Jordi Morales

— Jugador paralímpico de tenis de mesa

De hecho, ya al final de la charla, el protagonista de la jornada habla de diferentes conceptos teóricos, entre ellos, el deporte adaptado y, el que debe ser el objetivo final: el deporte inclusivo. En el primero caso, hay un grupo separado de los jugadores sin discapacidad de ese mismo deporte, mientras que en el paradigma del deporte inclusivo «participa todo el mundo para llevar a cabo una actividad, tenga la discapacidad que tenga o bien no tenga ninguna». «Se habla mucho del tema, pero estamos muy lejos de poder llegar a ello», lamenta.

Tras la charla, los profesores Sergi David y Ana Roig, y el técnico de Deportes del Consell, Toni Suñer, entregan a Morales una medalla del festival de deporte inclusivo que se celebrará en 2024 a modo de cierre de esta edición del programa Esport Inclusiu a l’Escola en Ibiza.

Al terminar, un grupo de alumnos de sexto de Primaria explican que les ha encantado la charla: «Nos han demostrado que las personas con discapacidad también pueden hacer cosas muy ‘chulas’. Todos pueden hacer de todo» / «Si te lo planteas como reto personal, puedes conseguirlo, si te empeñas muchos».

Además, en s’Olivera se trabaja por proyectos y estos chicos, de la clase de sexto A, realizan uno sobre los diferentes deportes: «Nos llamamos ‘els esportistes’ y por eso han venido hoy aquí», explica una profesora que les acompaña.

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