Baloncesto - Entrevista a Nuri Moreno y Sidi Giroux

«La idea es que acabe siendo un proyecto multidisciplinar de formación profesional»

«Es una zona donde el acceso a las drogas es muy fácil, lo que hacía que el contexto fuera delicado. Todo esto es motivador para los propios jóvenes que ven que la gente de muy lejos les dan un apoyo importante y esto les hace esforzarse más», afirma Giroux

Nuri Moreno, de la ONG Tasni, y Sidi Giroux, responsable de KAF Basket.

Nuri Moreno, de la ONG Tasni, y Sidi Giroux, responsable de KAF Basket. / FBIB

R. J. D. O. / Redacción

El mundo del baloncesto no tiene fronteras y su lenguaje universal une pueblos y culturas. Y una buena prueba de ello la encontramos en la labor que desde hace ya tres años vienen desarrollando KAF Basket y la Fundació FEBIB 1935, dos entidades que trabajan juntas en un proyecto social y deportivo en el municipio de Kafountine (Senegal) a partir de la práctica del baloncesto y que pretende ir más allá del deporte y ser una herramienta educativa para los más jóvenes de la zona. Ahora, este proyecto tiene el objetivo primordial de construir un centro educativo propio para poder dar continuidad al trabajo que se está haciendo hasta ahora. Nuri Moreno (de la ONG Tasni) y Sidi Giroux (responsable de KAF Basket) pasan revista a la situación actual del proyecto y los siguientes pasos a seguir en esta entrevista.

¿Quiénes son Nuri Moreno y Sidi Giroux?

S.G: Soy técnico de cooperación de la ONG Tasni y encargado de proyectos en la zona de Kafountine (Senegal), dónde dirijo el proyecto de KAF Basket.

N.M: Yo soy voluntaria de la ONG Tasni de Pollença y tenemos proyectos en la zona de Senegal desde hace más de diez años.

¿En qué consiste el proyecto KAF Basket y quién se beneficia de su trabajo?

S.G: El proyecto va destinado a los jóvenes de Kafountine y de los municipios de la región. Empezó cuando me desplace al municipio por cuestiones laborales y vi que los jóvenes no tenían actividades extraescolares. Además, es una zona donde el acceso a las drogas es muy fácil y un lugar habitual de salida de pateras. Todo esto, combinado con la complicada situación económica de la zona hacía que el contexto de los jóvenes fuera delicado Los beneficiados son los chicos y chicas de entre 8 y 24 años de la región. Hemos empezado el proyecto a partir del baloncesto porque es el deporte que he practicado desde pequeño, pero la idea es que acabe siendo un proyecto multidisciplinar con un enfoque de formación profesional porque allí después de los estudios no tienen salidas laborales.

¿Qué aporta y que papel tiene la Fundació FEBIB 1935 en este proyecto?

S.G: La colaboración con la Fundació FEBIB 1935 y los clubes que se han adherido ha supuesto un empujón enorme al proyecto. Ha hecho la diferencia entre el punto en el que estábamos y en el que estamos ahora mismo. No es solo un tema de la recepción de material, sino que esto hace que las familias estén motivadas para enviar a sus hijos al club porque tienen allí a alguien que se va a preocupar por ellos y es un ambiente que los padres priorizan por delante de otras cosas. Todo esto es motivador para los propios jóvenes que ven que la gente de muy lejos y que no conocen de nada les dan un apoyo importante y esto les hace esforzarse más.

N.M: Yo recuerdo que cuando empezamos a trabajar en este proyecto él me decía que si volvía a Kafountine y lo hacía con un balón de baloncesto ya les bastaría porque trabajan con lo que tienen. Si tienen problemas los solucionan y siguen trabajando.

¿Qué uso se hace del material que envían la Fundació FEBIB 1935 y los clubes de Balears?

S.G: Nosotros mismos lo recogemos y lo transportamos a un local que tenemos y en el que guardamos el material que va llegando. La mayoría del material es específico de baloncesto y va directamente a KAF Basket, pero también hay material que no es específico de baloncesto que se destina a otros lugares de la región, como los colegios. La manera en la que funcionamos es que guardamos el material y a medida que los jóvenes lo van gastando lo vamos reponiendo de tal manera de no hacer un mal uso de él. Ellos mismos deciden que zapatos se quedan en función de la talla.

N.M: El día en que el material llega a Kafountine, nosotros (Tasni) no estamos presentes y lo hacemos de manera expresa. Hay un componente de caridad que nosotros no queremos ser la cara visible y que los chicos vinculen la llegada de este nuevo material con nuestra presencia porque la llegada de este material es fruto del trabajo suyo y nosotros solo hacemos de puente desde aquí.

¿Cuándo se inició este proyecto y en qué punto se unió la Fundació FEBIB 1935?

S.G: Yo empecé a trabajar allí de forma regular en el año 2020, durante la pandemia de la Covid-19, y la Fundació FEBIB 1935 se añadió un año más tarde.

¿Cuáles son los siguientes pasos?

S.G: Para asegurar la continuidad de este proyecto se necesita un espacio. Y el espacio actual está comprometido porque hay más gente interesada en trabajar allí dentro. Por tanto, la prioridad es tener un terreno y una pista específicamente para nosotros y a partir de aquí podremos crecer. A medida que crezca el centro deportivo crecerán las actividad y las alternativas que ofrecemos. Me gustaría ver cerrar el ciclo y que los chicos que han formado parte de este proyecto de pequeños y puedan volver con nosotros para trabajar en el centro y ayudar a las nuevas generaciones.

N.M: También hay gente de Mallorca interesada en ir hacia allí, pero es muy difícil porque ahora mismo no tenemos sitio donde acogerlos. Otro de los objetivos es poder hacer intercambio de profesionales del deporte que puedan ir a Kafountine.

¿Cómo puede ayudar la gente a este proyecto?

S.G: Hasta ahora la colaboración ha sido en forma de material, que está muy bien, pero esto en un momento o otro ya no será necesario. Lo que queremos y necesitamos ahora es hacer red, conocer gente que esté interesada en el proyecto y que quieran viajar hasta allí.

N.M: Ahora mismo lo que se necesita son recursos financieros o aportación de materiales que no sean de equipamiento personal, sino de equipamiento de instalaciones deportivas. A día de hoy disponemos de 16.000 euros para comprar un terreno y construir este centro, que no es dinero suficiente para llevarlo a cabo. Por otro lado, los chicos están ahora mismo en un punto de poder desplazarse a otros lugares para competir contra otros equipos, pero no tenemos vehículos para mover a un equipo de forma segura y estamos mirando de conseguir algún tipo de furgoneta para desplazar a los jóvenes.