MACE | Joana Vasconcelos Artista plástica

La artista plástica Joana Vasconcelos: «He tenido que trabajar el triple que un hombre para labrarme un nombre en el mundo del arte»

La creadora portuguesa viaja de Lisboa a Ibiza para ofrecer una visita guiada en el MACE en la que explica su obra ‘Valkyrie Crown’

Joana Vasconcelos, ayer, en la Sala de Armas del MACE, con su obra detrás.

Joana Vasconcelos, ayer, en la Sala de Armas del MACE, con su obra detrás. / TONI ESCOBAR

Cuenta Elena Ruiz que la idea de invitar a Joana Vasconcelos a exponer en el Museu d’Art Contemporani d’Eivissa (MACE) le rondaba desde hace tiempo. La directora del MACE pensó que en este ambiente de crisis que vivimos, todavía tocados por la pandemia, hacía falta «una exposición» que actuara como revulsivo, es decir, «que celebrara la vida» e invitara al optimismo y tuvo claro que las monumentales esculturas de la artista plástica portuguesa encajaban a la perfección con esas premisas porque «sus colores vivos, su vibración, su luz y sus texturas múltiples son un chute de energía». «Las obras de Vasconcelos son fascinantes, ofrecen múltiples lecturas, pero a la vez todas ellas son muy sensoriales», comenta Ruiz durante una conversación que tiene lugar poco antes de que llegue al museo la protagonista para ofrecer una vista guiada al público en la que hablará de ‘Valkyrie Crown’. Nada más entrar a la Sala de Armas, el espacio donde se exhibe esta creación de grandes dimensiones, contempla la obra detenidamente desde todos los ángulos y se acerca para recolocar los tres grandes ‘tentáculos’ que reposan sobre el suelo. Luego habla con Diario de Ibiza del significado de este trabajo y sobre su carrera.

¿Cómo llega ‘Valkyrie Crown’ al MACE?

La verdad es que había escuchado hablar mucho de este museo, de proyectos que se hacen aquí, y también de artistas a los que les gusta mucho visitar Ibiza. Además, Enrique Juncosa (asesor del MACE) me animó a exponer en él y luego conocí a Elena Ruiz, que me visitó en mi taller de Lisboa. Después fui un par de días a Ibiza para ver el museo y su colección y pensamos qué obra podría cuadrar en este lugar. Se me ocurrió que esta obra (‘Valkyrie Crown’) podría ser la adecuada. Tiene algunos años. Estuvo primero expuesta en Londres, luego en Palma y, antes de llegar a Ibiza, estuvo en Siracusa. Es una pieza que no es fácil porque no se puede poner en todos los lugares.

¿Y por qué pensó que podría encajar bien en la Sala de Armas?

Esta sala está llena de columnas, pero pensé que si colocaba la pieza alrededor de la clave tendría mucha contundencia la obra. Tuvimos que cortar la pieza por la mitad para adaptarla y ponerla en esa columna central.

«Con ‘Valkyrie Crown’ lo que pretendo es reivindicar el poder de la mujer»

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Cada espacio genera un diálogo diferente con la obra que acoge, hábleme del que se establece aquí entre su valquiria y el MACE.

El diálogo que se genera no es sólo con la arquitectura sino también con la historia del museo y sus orígenes, me refiero a los hallazgos arqueológicos que se pueden ver en la sala -2 y en concreto a los enterramientos de época islámica, donde se hallaron restos óseos que corresponden todos a mujeres. Como esta pieza es una coronación de las mujeres pensé, en un principio, que estaría bien instalar la pieza allí, pero no había altura suficiente, así que me decanté por la Sala de Armas, que, además, tiene una espiritualidad muy especial, al ser tan vertical.

Ha comentado que ‘Valkyrie Crown’ simboliza la coronación de las mujeres. ¿Puede profundizar en esa idea?

Te cuento un capítulo de la historia de mi país. Tuvimos un rey que en lugar de dar la corona a su mujer se la ofreció a la Virgen y después de eso ninguna otra mujer ha sido coronada en Portugal. La obra gira en torno a esa idea de que hay muchas mujeres que no han tenido oportunidad de tener su corona. Lo que hago es reivindicar el poder de la mujer.

Joana Vasconcelos, ayer, con su obra, antes de la visita guiada.

Joana Vasconcelos, ayer, con su obra, antes de la visita guiada. / TONI ESCOBAR

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Detrás de esta obra hay muchas horas de trabajo y muchas personas implicadas, entre ellas muchas costureras...

Para hacer este tipo de piezas se parte de dibujos, después se hace un proyecto de arquitectura y luego se encarga del trabajo al equipo de costura, que es muy grande. Unas mujeres se ocupan del bordado, otras del crochet... He utilizado muchas técnicas diferentes. Todas pertenecen a mi estudio, donde trabajan ahora mismo unas sesenta personas.

¿De dónde viene esa querencia que tiene por todo lo textil, que salta a la vista en esta obra?

En primer lugar, todo lo textil está vinculado a la dimensión de lo doméstico y las mujeres hasta ahora estaban muy conectadas a ese ámbito, como si fuera su hábitat natural. Yo lo que hago es utilizar elementos asociados al hogar que reflejan la identidad particular de cada parte de la casa y les proporciono una nueva vida dándoles una dimensión monumental y colocándolos en espacios arquitectónicos, estableciendo un diálogo entre lo doméstico y lo público. Tradicionalmente la escultura ha mantenido una postura de sumisión ante la arquitectura, como la de las mujeres ante los hombres, pero yo establezco un diálogo de igual a igual.

Hablando de la mujer, ¿en el mundo del arte se está más cerca de la igualdad que en otros ámbitos?

No, para nada. Hay muchos más hombres artistas que mujeres artistas y en las colecciones de arte hay mucha más presencia masculina que femenina. Y, además, los precios de las obras de los hombres son más altos que los de las mujeres y, la verdad, se compra mucho más a ellos que a ellas. Yo creo que estamos en un momento en que las mujeres estamos provocando un cambio y estamos participando más activamente, pero estamos lejos de la igualdad todavía. Te hablo de la escultura monumental, donde yo trabajo, que sigue siendo un mundo de hombres. Para dedicarte a este campo necesitas de muchas cosas, como un taller grande, muchas especialidades, un presupuesto importante y coordinar un gran equipo humano que esté dispuesto a trabajar contigo y conseguir todo eso es mucho más complicado para una mujer.

«La escultura monumental sigue siendo un mundo de hombres»

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¿Ha tenido, entonces, que luchar mucho más que un hombre para labrarse un nombre en el mundo del arte?

Mucho más, el triple o el cuádruple.

¿Por qué esa atracción por las grandes dimensiones?

Lo que me interesa, más que las medidas en sí, es la emoción que provocan. Si hubiera hecho una corona pequeña no funcionaría ese diálogo que pretendo establecer entre la obra y el espacio que la alberga y entre el concepto y la dimensión de la mujer. Yo, en lugar de hacer cosas pequeñas de mujeres, hago cosas de mujeres en grande que dialogan con la arquitectura. Aquí la escultura no es decorativa.

¿Qué tiene más peso para usted, la estética o el mensaje?

Para contestarte voy a mencionar lo que dijo el Papa hace unos días. Su mensaje fue que para conseguir la armonía en el mundo es necesaria la belleza. Los artistas pueden producirla y yo trabajo para eso, para crear esa belleza y, a través de ella, conseguir una armonía y de ahí llegar a la paz. Todos podemos contribuir a ello. Cuando se crean estos momentos de armonía, el mundo se convierte en un lugar mejor.

«Me encanta salir del mundo del arte y encontrarme con otras personas. Se aprende muchísimo»

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Participó en la primera Bienal de Venecia comisariada por mujeres, organizada en 2005; fue la artista más joven y la primera mujer en exponer en el Palacio de Versalles, en 2012; y se convirtió en 2018 en la primera artista portuguesa en tener una exposición individual en el Guggenheim de Bilbao. ¿Qué significan para usted todos estos logros?

Significa que muchas otras mujeres no han tenido las mismas oportunidades que yo. Es inevitable hacerse la pregunta de «¿por qué soy yo la primera?». Te das cuenta de que el mundo no es tan abierto como pensamos.

¿Qué le ha aportado trabajar en ámbitos como la moda y el diseño?

Me encanta salir del mundo del arte y encontrarme con otras personas. Se aprende muchísimo. La verdad es que el mundo del arte es muy distinto al del diseño o de la moda, aunque en todos ellos hay mucha creatividad y eso me encanta, porque sin creatividad no hay evolución en el mundo. Es una parte esencial del ser humano.

¿Es suficiente para triunfar con tener calidad artística o son necesarios otros factores como la suerte?

Para triunfar en este mundo, en mi opinión, basta con tener calidad artística. Yo trabajé mucho para llegar donde estoy y tendré que seguir haciéndolo, nunca dependí de la suerte. Como decía esa frase que se atribuye a Picasso, se requiere de un 10 por ciento de inspiración y un 90 por ciento de transpiración.

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