Domingo negro para Ibiza

Tener que realizar el último acto para despedirnos de nuestro Club Náutico Ibiza ha sido una vergüenza para toda la sociedad ibicenca, un domingo negro que no podremos olvidar. Perder esta entidad de 99 años que fundaron nuestros abuelos y que ha fomentado el deporte de la vela con más de 95 títulos entre campeonatos de España, europeos y mundiales sin contar el sinfín de campeonatos de Baleares y que en toda su historia ha estado vinculada a la sociedad de nuestra ciudad es un atropello y un desprecio hacia todos nosotros.

La APB, que se supone que gestiona un espacio público, es decir, de todos, por un “interés general”, lo que ha fomentado es todo lo contrario privatizando todo el puerto, dejándonos sin una puerta al mar a todos los ibicencos. La APB, por su funcionamiento, es una aberración en nuestro sistema democrático. Para más desfachatez, el presidente de la APB, que es un cargo político, es también el presidente de la Real Federación Española de Vela. Como tal, sería el que tendría que defender el deporte de la vela y los Clubes Náuticos y nos ha cerrado nuestro Club y nuestro deporte. Es una situación esperpéntica y tendría que dimitir inmediatamente como presidente de la Federación.

También quiero recordar a todas las entidades públicas como el Gobierno de España, Govern de les Illes Balears, Ajuntament de Ibiza que no han movido ni un dedo para evitar que llegara este momento. Sí, muchos premios y reconocimientos, pero ni un paso para salvar el club, exceptuando al anterior alcalde de Ibiza que por intentarlo está imputado. Esto es lo que reciben los que intentan defender algo construido con el esfuerzo de todos los isleños. No hay que olvidar que, si hubiera habido una voluntad política, el resultado habría sido otro, como ocurrirá con el Real Club Náutico de Palma, que se encuentra en una situación como la nuestra pero el resultado final será su continuidad mientras que a nosotros nos lo han arrebatado.

Hemos perdido poco a poco nuestra isla ante todo tipo abusos e intereses económicos. Están exprimiendo la isla hasta sacarle la última gota. Mientras tanto a los ibicencos solamente nos quedarán las fotos antiguas de Ibiza y el ball pagès.

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