Estás usando mal el oxígeno activo: a partir de ahora lo harás correctamente

Se trata de uno de los desinfectantes naturales más potentes.

El uso del oxígeno activo que no conocías: te sorprenderá

El uso del oxígeno activo que no conocías: te sorprenderá / Pixabay

La limpieza integral de la casa requiere de mucha paciencia y en ocasiones creemos que son necesarias decenas de productos distintos para dejarla limpia y desinfectada.

Pero hay un producto que nos hará este proceso más cómodo porque lo podemos utilizar para muchísimas cosas, es muy respetuoso con el medio ambiente y no contiene lejía. Se trata del oxígeno activo (percarbonato de sodio).

Es el desinfectante natural más eficaz y el que menos residuos tóxicos genera. En el medio natural, se encarga de actuar como capa protectora frente a los rayos ultravioleta del sol. Es lo que conocemos generalmente como el ozono.

No tiene lejía

El oxígeno activo se presenta como una alternativa más natural y menos contaminante que otros productos como la lejía o el cloro. No es tan corrosivo y se puede utilizar para lavar todo tipo de tejidos sin miedo a deteriorarlos o decolorarlos.

Es un producto que puede mezclarse con otros, es decir, permite combinarlo con otros productos sin riesgo a generar reacciones químicas. Aunque siempre te recomendamos asegurarte de que puedes hacerlo leyendo bien ambos prospectos.

En la ropa

El percarbonato de sodio puede combinarse -perfectamente y sin mayores problemas- con el detergente común. Si el mismo no viene incluido en el producto que usas o que has adquirido, añade el equivalente de una cucharada sopera en el agua (aproximadamente 25 gramos), en el primer momento del ciclo de lavado.

Se recomienda utilizar el agua a 35° C, aunque esto dependerá de las características de la fibra y del color de las prendas. Recuerda revisar bien las recomendaciones al respecto en las etiquetas, sobre todo si vas a lavar ropa delicada.

En todas las superficies

En los hogares, el oxígeno activo es una alternativa para la limpieza de diversas superficies y objetos. Se puede aplicar diluido en la cocina, incluso en las ollas; así como en las piezas de grifería y baldosas de los baños, los vidrios y los pisos en general.