Meter una mandarina en el radiador: adiós a la humedad dentro de casa en otoño

El truco de la abuela que está más vigente que nunca

Meter una mandarina en el radiador: adiós a la humedad dentro de casa en otoño

Meter una mandarina en el radiador: adiós a la humedad dentro de casa en otoño

R. P.

Empieza la temporada de la fruta naranja, la llena de vitamina C, así que naranjas y mandarinas. ¡Una auténtica pasión invernal! Pero, sobre todo, son muy buenas para nuestra salud. Pero, ¿qué pasa si pones una mandarina en el radiador? Averigüémoslo ahora, y el truco de la abuela hará que se te pongan los ojos vidriosos.

Por la noche, después de cenar, acostumbramos a comer fruta, aunque se recomienda tomarla al cabo de un rato, en lugar de nada más terminar la comida. Así que has terminado de comer y al cabo de un rato te comes una fruta, la mandarina. Lo importante es no tirar las cáscaras de esta deliciosa frutita. Pon una mandarina en el radiador y verás lo que le pasa a tu casa.

Puesto que ya es posible encender los radiadores en algunas regiones, ha llegado la hora de la mandarina en el radiador. Si tienes curiosidad por saber cuándo puedes encender tú también el tuyo haz clic en este artículo, donde hemos explicado región por región cuándo es posible encender los radiadores. Pon una mandarina en el radiador y averigua qué le pasa a tu casa. Como sabes, el radiador emite calor. Como nos enseña la física, las fuerzas del calor tienden a subir mientras que las fuerzas del frío tienden a bajar, creando así la rotación, y otras cosas que no necesitamos saber sobre una simple mandarina en este momento. Lo que sí es importante saber, sin embargo, es que si pones una mandarina en el radiador desprenderá un olor delicioso por toda la casa.

Así que ya puedes despedirte de las velas perfumadas que no son del todo naturales, o de los sprays ecológicos. En su lugar, ahora puedes abrazar el bricolaje natural que también es reciclaje. Porque te comes la mandarina pero utilizas la cáscara para perfumar el aire de tu casa. Una genialidad, ¿verdad? Pues tú también puedes probar a perfumar tu casa con mandarina.

Pero nunca pongas estas plantas cerca del radiador

Una planta que nunca debes poner cerca de una fuente de calor artificial es la popular orquídea. Necesita mucha humedad y tiende a secarse cuando se coloca sobre el radiador o cerca de la estufa.

Asegúrate de que se mantiene completamente alejada de ella, también porque esta orquídea es muy frágil y necesita mucho mantenimiento. Sería una pena arruinarla por un descuido trivial y evitable después de haberle prestado tanta atención.

Los ciclámenes florecen en invierno, por lo que no le resultará difícil tener una maceta de ellos en casa incluso durante la estación más fría del año.

Necesita una buena iluminación, pero no tolera demasiada y no le gusta exponerse directamente a ninguna fuente de calor. Entre ellas se incluyen las artificiales. Así que evita colocarlo cerca del radiador o la estufa y sigue algunos sencillos trucos robados a los jardineros para conseguir unos ciclámenes súper exuberantes.

El pothos es una planta muy famosa con unas características hojas en forma de corazón. Mucha gente la cultiva en sus casas. Si tienes una, sabrás que tienes que rociar sus hojas muy a menudo con un poco de agua. Lo necesita de verdad.

Por lo tanto, es fácil imaginar por qué no debe exponerla nunca al calor artificial. Sus hojas se caerían y luego se marchitarían, con consecuencias desastrosas para todo el pothos que has cuidado con tanto esmero.

Por tanto, ¡nunca pongas tres plantas cerca del radiador o de la estufa! Asegúrate siempre de colocarlas en un lugar muy alejado.