Para prepararse para la llegada de las bajas temperaturas, lo primero que hay que hacer es evaluar el estado del sistema de calefacción.
A la espera de sentarse en el sofá con una manta junto a la estufa de pellets o de leña, muchos se afanan en revisar la caldera y los radiadores. Estos, en particular, necesitan una limpieza después de haber estado inactivos durante muchos meses. Por ello, vamos a ver todos los pasos para vaciar y limpiar el interior de un radiador.
Cuidar los elementos de tu hogar es fundamental. Hay que saber, por ejemplo, qué ocurre si la presión de la caldera es demasiado alta. Pero no sólo eso, hay que saber cómo regular la temperatura del frigorífico y por qué se forma hielo. Todo esto es necesario para un buen funcionamiento y para ahorrar en la factura.
¿Cómo funciona un radiador? Es muy sencillo. La caldera envía agua caliente que entra en un radiador por un extremo. Dentro, el calor del agua pasa al radiador y el agua se enfría antes de salir por el extremo opuesto y volver a la caldera. Este es el ciclo que continúa a medida que avanza.
Así pues, para evitar que este ciclo se rompa o funcione mal, hay que limpiar el radiador. No siempre es necesario limpiarlos, pero si no calientan bien, si uno de los extremos permanece frío, si sale agua marrón, entonces no hay duda.
Aquí tienes todos los pasos para limpiarlos por dentro sin demasiados problemas:
- apaga la calefacción y deja que se enfríen por completo;
- pon algo en el suelo para evitar que se ensucien;
- cierra las dos válvulas
- desenroscar ligeramente la tuerca que une la válvula termostática al radiador;
- utiliza un recipiente, seco o una palangana, y abra la válvula de purga;
- cuando el radiador se haya vaciado de agua sucia, cierre las válvulas.
El motivo para no colgar la ropa
En otoño, y más aún en invierno, suelen saltar las alarmas de humedad en el hogar, con el consiguiente riesgo de proliferación de moho. Al mismo tiempo, existe una fuerte necesidad de tener la ropa limpia y seca incluso en invierno. Y, por supuesto, también el instinto de utilizar los radiadores para secar la ropa.
Sin embargo, esta es una solución que debe desaconsejarse. Esto se debe a que tendría el efecto de aumentar el nivel de humedad dentro de la casa con todos los riesgos de crecimiento de moho. Por ello, los expertos desaconsejan esta práctica, ya que el agua que se evapora mientras se secan los paños no sólo provoca un aumento desproporcionado de la humedad, sino que también puede causar graves daños a la salud. Esto es especialmente cierto para quienes padecen asma, o al menos tos y dificultades respiratorias.
Además, secar la ropa en un radiador conlleva un mayor riesgo de infecciones pulmonares como la aspergilosis. En concreto, el peligro lo representa el aspergillus fumigatus. Se trata de un moho parásito que provoca problemas pulmonares y también alergias. La mejor solución, aunque cueste dinero, es comprar una secadora. Sólo así nos aseguraremos de tener la ropa limpia y seca incluso en las estaciones de otoño e invierno. Y además, también tendremos la garantía de no poner en peligro nuestra salud. A lo que, en cambio, nos arriesgaríamos si optáramos por secar la ropa en el radiador.
Y si realmente no puedes prescindir de él, entonces deberías, como mínimo, destinar una habitación específica, que no sea ni el salón ni el dormitorio, al secado por radiadores. Y, en cualquier caso, asegúrate de que la habitación elegida tenga un buen intercambio de aire por todas las razones mencionadas anteriormente.