Recetas para vagos: Muerte por chocolate

Un postre muy sencillo en el que solo utilizaremos el microondas

Recetas para vagos: Muerte por chocolate

Recetas para vagos: Muerte por chocolate

R. P.

La cocina no tiene por qué ser complicada, y menos cuando nos apetece un dulce. Por eso aquí tienes una receta de "Muerte por chocolate", un postre sencillísimo que solo tiene dos ingredientes y en la que el único electrodoméstico que utilizarás para cocinar será el microondas.

Los ingredientes necesarios son chocolate para fundir, puedes utilizar tanto tabletas como grageas; y crema de chocolate y avellanas del estilo Nutella.

Para comenzar, tienes que derretir el chocolate en el microondas. Tienes que hacerlo en tandas de treinta segundos e ir removiendo cada vez para que no se te queme. Una vez que está derretido el chocolate, lo mezclamos con la crema de chocolate y avellanas, lo vertemos en un molde y lo dejamos enfríar media hora en el congelador, o dos horas en el frigorífico.

Y ya está listo para comer.

Historia

El chocolate, esa deliciosa indulgencia que ha conquistado paladares en todo el mundo, es mucho más que un simple placer para el gusto. Su historia se remonta a las antiguas civilizaciones de Mesoamérica, donde se consideraba un regalo de los dioses y se valoraba no solo por su sabor, sino también por su importancia cultural y ritual. A lo largo de los siglos, el chocolate ha evolucionado, y su popularidad ha trascendido fronteras y culturas.

El chocolate tiene sus raíces en las civilizaciones precolombinas, como los mayas y los aztecas, que cultivaban cacao en sus tierras y lo preparaban en bebidas amargas. Los aztecas, en particular, bebían una mezcla de cacao y especias llamada "chocolātl," que fue llevada a España por los conquistadores en el siglo XVI. Sin embargo, en Europa, el cacao se adaptó y se endulzó con azúcar y leche, y así nació el chocolate tal como lo conocemos hoy en día.

El proceso de fabricación del chocolate implica varios pasos. Primero, se cosechan los granos de cacao, que son las semillas de la planta de cacao. Luego, se fermentan y se secan al sol antes de ser tostados. La cáscara se quita para revelar el "nib" o el corazón del cacao. Los nibs se muelen en una pasta llamada licor de cacao, que no contiene alcohol, sino pura masa de cacao. A partir de este licor de cacao, se obtiene la manteca de cacao y la masa de cacao, que son los componentes básicos para la fabricación del chocolate. La manteca de cacao se utiliza para darle textura y sabor al chocolate, mientras que la masa de cacao se mezcla con otros ingredientes, como azúcar y leche, para crear diferentes tipos de chocolate.

Existen diversas variedades de chocolate, cada una con sus propias características y usos. El chocolate negro, por ejemplo, contiene una alta proporción de cacao y tiene un sabor intenso y amargo. Se ha asociado con beneficios para la salud, como la mejora de la salud cardíaca y la función cognitiva, debido a su contenido de antioxidantes. El chocolate con leche, por otro lado, es más suave y dulce debido a la adición de leche en su fabricación. Finalmente, el chocolate blanco se elabora con manteca de cacao, azúcar y leche, pero sin la masa de cacao, lo que le da un color blanco y un sabor más suave.

El chocolate es un alimento versátil que se utiliza en una amplia variedad de preparaciones. Desde barras de chocolate hasta bombones, pasteles, galletas, helados y bebidas calientes, el chocolate ha encontrado su camino en la mayoría de los aspectos de la repostería y la cocina. Su capacidad para aportar sabor, textura y, en algunos casos, beneficios para la salud, lo ha convertido en un ingrediente esencial en la culinaria global.

El chocolate también ha influido en la cultura y la tradición en todo el mundo. El Día de San Valentín es sinónimo de regalos de chocolate, y la Pascua se asocia a menudo con huevos y conejitos de chocolate. Además, el cacao ha sido un motor económico en muchas regiones tropicales donde se cultiva, y su comercio ha influido en la historia de la colonización y el comercio global.