Quemar una hoja de menta antes de dormir: la solución que cada vez hace más gente

La menta es una planta aromática con una fragancia agradable e intensa. Es fácil de cultivar en interior, en el balcón o la terraza. Es resistente a las altas temperaturas y no necesita riego constante.

Conocida y utilizada desde la antigüedad por sus efectos beneficiosos, los griegos la usaban inmoderadamente, aprovechando el poder de sus hojas no sólo en la cocina, sino también como remedio para ciertos problemas de salud.

En la antigua Grecia, la menta era una planta básica en las granjas. Se la conocía como la "planta de la hospitalidad" por su olor fuerte pero calmante, que hacía que los habitantes de la casa se sintieran bien cuando respiraban su aroma.

Otra curiosidad. Se cuenta que los dioses, Hermes y Zeus, de camino al Olimpo, fueron recibidos por un par de campesinos pobres que, antes de ofrecerles comida y bebida, limpiaron la mesa con hojas de menta. De ahí que la planta de la menta se considerara un símbolo de hospitalidad en la tradición griega.

Mezclar azúcar y menta en casa: la solución que cada vez más gente quema en casa

Las hojas y flores de esta increíble planta se siguen utilizando hoy en día, tanto en platos salados como dulces y como remedio para ciertas dolencias.

De las hojas también se extrae un aceite esencial, recomendado para aliviar los dolores de garganta y de cabeza. Una vez más, una infusión de estas hojas es el remedio natural perfecto para relajar el cuerpo y la mente. ¿Sabías que incluso los dolores de muelas pueden aliviarse tomando una infusión de hojas de menta? En definitiva, se trata de una planta con propiedades realmente increíbles.

Las hojas de menta se pueden utilizar no sólo para preparar recetas sabrosas y saludables, sino también, como decíamos más arriba, para tratar ciertas dolencias leves.

Pero si te dijéramos que las hojas de esta hermosa planta también pueden ser útiles en el hogar, ¿nos creerías? A continuación te explicamos cómo puedes utilizarlas. Descubre qué ocurre en tu casa si hierves 3 hojas de menta en un cazo con agua.

Una vez que hayas probado esta técnica, no podrás vivir sin ella. Muchas personas siguen utilizándola después de descubrirla. Lo único que tienes que hacer es coger unas hojas de menta bastante grandes -sólo necesitas tres- y ponerlas en un cazo grande con agua.

Hiérvelas durante 10 minutos y apaga el fuego. Empezarás a percibir un olor fuerte y penetrante que se extenderá por toda la casa en cuestión de segundos. Has creado un ambientador natural.

El aroma de las hojas de menta incluso perfumará tu casa durante horas. No tires el agua que has utilizado para hervir las hojas. Te sugerimos que la viertas en un pulverizador y rocíes el líquido, utilizándolo como difusor de aromas.

La técnica que acabamos de explicar es perfecta sobre todo si hueles algo a quemado, frito o ahumado en casa: estos olores desagradables desaparecerán en cuestión de segundos. Las hojas de menta se utilizan no sólo para perfumar el hogar, sino también para crear un ambiente tranquilo y relajante.

Los estudios han demostrado que inhalar el aroma de las hojas de menta estimula al cerebro a liberarse del estrés y la ansiedad y a restablecer la armonía y el equilibrio. Existen más de 600 variedades de menta, pero la planta con las hojas más perfumadas es la hierbabuena.

Utiliza estas hojas para elaborar tu propio desodorante natural. Otro pequeño secreto: ¡la menta es un insecticida natural! ¿Lo sabías? Su aroma es agradable para nosotros, pero desagradable para ciertos insectos, sobre todo moscas y mosquitos.

¿Sabías que también puedes utilizar una decocción de hojas de menta para limpiar las superficies delicadas de tus muebles? Incluso el aceite esencial de menta es un aliado perfecto para la limpieza. Vierte tres gotas en un paño de microfibra y empieza a limpiar cristales, muebles y objetos de madera: brillarán, centellearán y relucirán como nunca.