Tamara Falcó e Íñigo Onieva siguen con su vida de lujo y derroche esta vez en Cádiz: 250 euros por persona

La pareja pasó por el altar el 8 de julio

Tamara Falcó e Íñigo Onieva siguen con su vida de lujo y derroche esta vez en Cádiz: 250 euros por persona

Tamara Falcó e Íñigo Onieva siguen con su vida de lujo y derroche esta vez en Cádiz: 250 euros por persona

F.L.

Por fin 

Tamara Falcó 

e Íñigo Onieva han dado el sí quiero. Una boda llena de lujo y glamour que tuvo varios detalles que no pasaron desapercibidos. Pero uno de ellos fue de los más criticados en las redes sociales, que consideraron lo ocurrido como "bochornoso".

Parece que después de mantener una 

relación

 de altibajos, la boda de la hija de Isabel Preysler con Íñigo Onieva ha sido ya una realidad. Pocos lo creían meses atrás, cuando la pareja se rompió tras hacerse públicas unas fotos en las que se veía a su prometido, Íñigo Onieva, besándose con una mujer que no era Tamara durante la celebración de un festival de música en Estados Unidos. Una ruptura que se hizo a días después de haberse prometido la pareja. Así lo contó la propia Tamara durante una rueda de prensa por la que estiman pudo cobrar casi un millón de euros, aunque se desconoce si en metálico o en especie.

Pasaron los meses, y la pareja volvió a encontrarse de forma pública en un par de ocasiones. Todo hacía presagiar que habría una reconciliación, como así fue. La pareja se fue de viaje romántico al Polo Norte, de lo que dejaron constancia en la revista Hola, que publicó unas fotos muy detalladas sobre la escapada. Desde entonces, la única vez que la pareja ha estado separada fue cuando 

Íñigo Onieva

 viajó hasta el otro lado del mundo por cuestiones laborales, mientras que Tamara decidió centrarse en su trabajo.

Pero en medio de la ceremonia, la casulla del sacerdote salió ardiendo, y una de las invitadas tuvo que ir corriendo a apagarla.

Luna de miel

La pareja está más feliz que nunca y continúan emitiendo en redes sociales imágenes de su viaje en al luna de miel. Unas vacaciones donde no han escatimado en gastos, han tenido excursiones privadas, guías exclusivos y donde han descubierto todos los rincones más exóticos del planeta. Su primera parada fue Sudáfrica, donde vivieron la naturaleza en primera persona y sintieron la libertad de la sabana como un animal más.

A mesa puesta en Cádiz

Tamara Falcó e Íñigo Onieva están disfrutando de su verano al máximo. La marquesa de Griñón celebró su boda con el empresario a principios de julio y desde entonces no ha querido escatimar en gastos para vivir unas semanas idílicas con el que ahora es su marido. Empezaron su exclusiva luna de miel en Sudáfrica, pasaron por Zambia, terminaron recorriendo la Polinesia Francesa y ahora han aterrizado en Cádiz. 

Allí, acudieron a su primer evento público como recién casados el pasado fin de semana, la boda de la íntima amiga de Tamara, Luisa Bergel, en Cádiz. Con resaca emocional, la pareja ha aprovechado la estancia en la ciudad andaluza para hacer uno de sus planes favoritos. Y es que, la marquesa ya apuntó que el viaje de novios solo sería el principio de sus vacaciones.

Así lo ha hecho ver en su perfil de Instagram, con unas imágenes en las que compartía un lujoso plan con Onieva en Cádiz, horas después del enlace. La pareja apareció por Aponiente, el restaurante de Ángel León, que cuenta con tres estrellas Michelín y está ubicado en el Puerto de Santa María. 

La visita al local de Ángel León era casi obligada para Tamara. La marquesa de Griñón, como chef, no para de probar y descubrir platos nuevos y la última de sus experiencias culinarias ha sido en Aponiente, donde los precios del menú suelen rondar los 250 euros por persona.