El truco para limpiar la tarima que muy pocos conocen

Una forma sencilla de darle brillo a nuestros suelos

El truco para limpiar la tarima que muy pocos conocen

El truco para limpiar la tarima que muy pocos conocen

Benito Domínguez

Los suelos de tarima suelen ser bastante delicados a la hora de limpiarlos y no todo vale. Actualmente hay en el mercado un buen número de productos limpiadores para los suelos de madera que, no solo acaban con la suciedad, sino que cuidan la delicada madera. Eso sí, lo más importante antes de echar ningún producto sobre nuestra tarima es conocer cómo es nuestro suelo y cómo limpiarlo de forma correcta para que quede tan brillante como cuando lo estrenamos. Eso sí, sin dañarlo.

Pero para aquellos que no saben o desconocen cómo limpiar la tarima, hay una serie de trucos sencillos que nos harán la vida mucho más sencilla, y además sin gastar una enorme cantidad de dinero.

Para empezar, si la tarima no tiene manchas, se puede hacer una limpieza ordinaria que es barriéndola con un cepillo normal. Pero si compruebas que no es suficiente, también puedes pasarle el aspirador. Y una vez que has quitado el polvo o las pelusas que puede haber dejado tu mascota, lo ideal es pasar una mopa que, sobre todo, abrillantará la tarima.

Si necesitas una limpieza más profunda, lo ideal es que utilices un producto limpiador especial para madera que puedes mezclar con un poco de agua. Acuérdate, eso sí, de escurrir muy bien la fregona, además de enjuagarla correctamente para que no queden restos en el suelo. Y si no tienes un producto específico, siempre puedes tirar de otros productos que tienes en la cocina. En este caso puedes utilizar un poco de vinagre o jabón para lavar los platos. Estos dos productos son ideales para la madera, aunque no te lo creas.

Mucho cuidado

Eso sí, tienes que tener cuidado con la utilización de productos abrasivos, porque irán en perjuicio de la madera, estropeándola y quitándole ese brillo que deseamos. En este punto, olvídate de pulir o utilizar cera, y es que este tipo de suelo no responde de forma adecuada al lijado y tampoco se nutre con la cera. Lo único que conseguirás es que la tarima quede pegajosa y resbaladiza.

Otra opción para cuidar la tarima es la utilización de alfombras, sobre todo en invierno, que protegen el suelo y no tendrás que limpiarlo demasiado. También es útil la utilización de protectores en las patas de los muebles y no pisarla con zapatos, sino que es mucho más útil utilizar zapatillas. Las suelas de los zapatos pueden dañar la tarima, y mucho más los tacones.