8M en Ibiza: Siete mujeres, una isla y la obsesión por la belleza

Con motivo del Día de la Mujer Trabajadora la diseñadora Charo Ruiz reúne a seis profesionales de diferentes edades para hablar sobre un tema que trae de cabeza, obsesiona y presiona a buena parte de las mujeres del planeta

Alberto Amador

La obsesión por la belleza. Un don que a lo largo de la historia ha preocupado, presionado y hasta condenado a las mujeres. Algunas por tenerlo y otras por carecer de él, según los cánones estéticos de cada momento. Con motivo del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la diseñadora Charo Ruiz ha reunido a seis mujeres, seis profesionales de éxito, para hablar sobre este tema. Todas ellas, a las que vistió con prendas de su nueva colección (Bonita Paradise), viven en Ibiza donde, aseguran, el concepto de belleza es único, muy diferente al que se maneja en el resto del mundo. «Aquí se aprecia más lo natural, lo orgánico», comenta María Sejas Balda, diseñadora y ceramista. «Aquí puedes encontrar todo tipo de belleza», apunta Viqi Ventura, apasionada de los deportes y la naturaleza.

No es lo único en lo que coinciden. Todas ellas están convencidas de que toda mujer es bella, aunque a veces a una misma le cueste creerlo porque se mira, en realidad, con ojos educados por el patriarcado, más preocupados en gustar a los demás que en gustarse a un poco. Algunas apuntan a la presión que sufren hoy en día las mujeres con las redes sociales y, especialmente, los filtros, que muestran una belleza irreal e imposible de alcanzar. La propia Charo Ruiz relata en este encuentro sus peores momentos, aquellos en los que estaba en tratamiento por un cáncer, y cómo, en aquellos días, sentirse bien por fuera la ayudaba, también a sentirse mejor por dentro.

A vueltas con la obsesión por la belleza

Cristina Tosío / Sayana Cairo

Cristina Tosío, modelo y dj

«Ser bella por fuera no siempre es tan positivo como piensa la gente»

Cristina Tosío, dj y modelo, asegura que cuando más guapa se ha sentido ha sido cuando estaba viviendo momentos «maravillosos» en su vida. Cuando estaba embarazada de su hijo, por ejemplo. «Me sentía tan llena... Además, me estaba cuidando. La felicidad interior se refleja mucho en la belleza exterior», afirma. «En esos momentos te levantas eufórica, te miras al espejo y te ves radiante», relata Tosío, afincada en la isla, que defiende que todas las mujeres son bellas y que, incluso aquellas que desfilan en las pasarelas, que protagonizan anuncios y que son ideales de belleza para las demás mujeres tienen «inseguridades». Además, recuerda la dj, están expuestas constantemente por su admirada belleza, lo que hace que estén más pendientes de su exterior, se exigen físicamente muchísimo y sienten mucha más presión que el resto. «A las mujeres que quieren ser tan guapas y tan bellas como las modelos les diría que todas lo somos y que, además, ser bella por fuera no siempre es tan positivo como piensa la gente», abunda Tosío, que defiende, además, la importancia del interior.

Sabe bien de lo que habla porque aunque es consciente de que es una mujer hermosa, en ocasiones ha sentido que no era suficiente «para alcanzar alguna meta». «No siempre la belleza es la herramienta para llegar a todo. Y ojalá cada día sea menos importante. Mi herramienta siempre ha sido ser constante y trabajadora», comenta la dj, que en su faceta como modelo ha sido esto, junto con «el amor por la fotografía», lo que le ha abierto puertas. «Porque no soy tan alta ni tan perfecta», justifica. «Sé que soy muy guapa, pero no cumplo el canon de belleza de una top. A pesar de esto, he dado la talla muy por encima de lo que lo hubiera hecho sin la pasión, el amor, el trabajo y la constancia que le he puesto a mi trabajo», indica Cristina Tosío.

María Sejas Balda

María Sejas Balda / Sayana cairo

María Sejas Balda, artista gráfica

«A mi yo adolescente le diría que fuera más segura de sí misma»

«Nunca he estado obsesionada con mi aspecto físico. Quizás ahora, ya de mayor, empiezas a percibir cambios que no te gustan. O no te identificas con la imagen que ves en el espejo», comenta María Sejas Balda, artista gráfica metida también a ceramista, cuando se le pregunta .si alguna vez se ha sentido obsesionada con su aspecto. «Quizás ahora le estoy prestando más atención, pero hasta ahora, no», insiste la artista, cuyo ideal de belleza, confiesa, ha ido cambiando con los años: «Cuando eres joven estás muy pendiente de los parámetros que te da la sociedad, ya sea por machismo o por ideas preconcebidas, pero ahora creo realmente que la belleza está más en sentirte cómoda contigo misma, en la libertad de ser como quieres ser». «Con los años, el canon de belleza sale más de adentro que del aspecto físico», continúa María Sejas, que tiene muy claro qué le diría a su yo adolescente: «Le diría que tomara menos sol, que no dejara de cuidar su cuerpo, su alimentación. Eso, en lo que respecta al físico. También le diría que fuera más segura de sí misma».

Charo ruizdiseñadora

Viqi Ventura / Sayana Cairo

Viqi Ventura, deporte y aventura

«El concepto de belleza actual es muy superficial»

En la adolescencia. Ahí fue cuando Viqi Ventura fue consciente por primera vez de que había una lupa puesta sobre su físico. «Cuando comencé a sentir interés por los hombres, a enamorarme. Ahí empecé a sentir que me miraban o que era deseada», comenta la deportista, que asegura que no tiene la sensación constante de tener que gustarle a nadie. «busco gustarme a mí», afirma, rotunda, la joven, que confiesa que siente que el espejo es un amigo: «Me empodera un montón el espejo. Me encanta mirarme. Claramente, todas tenemos días malos en los que es más enemigo que amigo, pero en mi caso es más amigo que enemigo».

Y todo eso a pesar de que es consciente de que «lamentablemente» el concepto de belleza de la generación actual de jóvenes «es muy superficial». «Hoy en día veo demasiados cambios en las personas, la gente se hace operaciones constantemente para alterar su belleza», comenta Viqi Ventura, que confiesa que ella, de hecho, no utiliza maquillaje de forma habitual. Además de superficial, el concepto de belleza actual le parece muy diferente al que tenía la sociedad en la época de su abuela o, incluso, de su madre. «Ahora hay que tener pechos y labios bonitos o cambiar como eres para agradar a la sociedad», lamenta.

Moshgan mahranimédica estética

Hope Felske / Sayana Cairo

Hope Felske, fitness

«La sociedad querría que todas encajáramos en la misma caja»

Hope Felske presume de su edad, 61 años. Es de lo primero que indica, de hecho, en sus perfiles en redes sociales: «Tengo 61 años y lo que me mantiene joven es estar en la calle, con personas felices y saber que nos tenemos unas a otras para cuando alguna está mal o lo necesita». Algo parecido le pasa con la belleza: apreciar la de las mujeres que la rodean le da fuerza para ver la suya también, comenta esta británico jamaicana que dedica su vida al fitness.

Está convencida de que la belleza de las mujeres no sólo es diversa sino que se manifiesta de diferentes maneras porque, además, considera que depende «de los ojos de quien mira». «A veces está en que vas vestida a la última moda o en que eres una mujer hermosa, pero eso es algo que pasa antes de que la gente sea consciente de quién eres realmente», indica la deportista, que cree que a la sociedad le gustaría que todos encajáramos en la misma categoría. «Parece que tenemos que encajar ahí, pero el concepto de belleza no es único. Si todos fuéramos exactamente iguales la vida sería muy aburrida. La diversidad es lo que hace que la vida sea bonita», abunda Felske. Al igual que Ventura, la entrenadora lamenta que cada vez se le dé menos valor a aspectos que antes hacían que una mujer era bella, como su carácter, la fuerza, el cariño... «Antes esto tenía más valor, pero creo que las redes sociales se lo están llevando. La gente se mira a sí misma mucho más desde la apariencia, desde el aspecto exterior, que no desde quiénes son realmente, desde su interior», concluye.

alessandra grisoniempresaria y amazona

Alessandra Grisoni / Sayana Cairo

Alessandra Grisoni

«El canon de belleza para una mujer es muy muy alto»

Cuando a Alessandra Grisoni le dicen que es guapa se siente halagada, pero también mucha vergüenza, confiesa la empresaria y amazona. Eso sí, reconoce que también se siente «increíble». «Cuando me levanto por la mañana soy sólo yo, y si alguien me dice que estoy guapa me alegra el día», explica Grisoni, que está convencida de que la belleza «empieza desde dentro». «Contigo mismo, con lo que sientes, y eso se transmite a los demás», añade la amazona, quien reconoce, sin embargo, que el mundo actual «tiene un canon de belleza, un estándar, muy muy alto para una mujer». En esto, indica, tienen mucho que ver las redes sociales, la exposición, los filtros. «Dan una imagen irreal, lo que ves no es la imagen real de una mujer. Todas somos diferentes y no podemos adaptarnos a un filtro, que no es real», indica. «Es complicado ser mujer hoy en día», afirma Alessandra, que opina que en Ibiza esa locura por la belleza, esa exigencia para las mujeres «no se nota tanto».

Para ella, la belleza es «la naturalidad». Una mujer es bella cuando es natural y divertida. Eso, indica, las convierte en increíbles.

viqi venturadeportista |

Moshgan Mahrani / Sayana Cairo

Moshgan Mahrani, médica estética

«La belleza nos aumenta la autoestima y nos da seguridad»

«Al final, la belleza nos proporciona un aumento de la autoestima, seguridad en nosotras mismas. Vernos bien en el espejo nos hace tener esa confianza y para las mujeres es muy importante», afirma Moshgan Mahrani, médica estética. Para la médica, que trabaja con ella todos los días, la belleza de cada persona «es única» y, de hecho, está convencida de que la sociedad «tiene cada vez más a buscar la propia identidad, a mostrarnos ante los demás tal cual somos». En este sentido, asegura que los hombres «buscan el equilibrio, la armonía y la belleza igual que las mujeres»

Eso sí, reconoce que todos estamos condicionados por la sociedad y por los medios a la hora de aceptarse a uno mismo «de forma genuina y única en su propia esencia».

hope felske,fitness | FOTOS DE SAYANA CAIRO

Charo Ruiz / Sayana Cairo

Charo Ruiz, diseñadora

«La quimioterapia fue horrible, pero con mi peluca, mi maquillaje y mis gafas me sentía guapa»

Cuando una mujer entra en el taller o la tienda de Charo Ruiz y dice abiertamente o ella nota que no se siente guapa sabe perfectamente lo que está pasando. Lo que es sentirse así. «Hablo con esas mujeres y les digo que hay que hacer un esfuerzo. Maquillarse, peinarse, mirarse al espejo y ver que, aunque por dentro estés destrozada, la expresión, desde fuera, es bonita, agradable. Se lo digo por es algo que yo he hecho conmigo, cuando tenía cáncer. La quimioterapia fue un momento horrible. Estaba pelona, horrorosa. Pero me ponía mi peluca, mi maquillaje, mi sombrero y mis gafas y me sentía guapa. En los momentos difíciles es cuando más guapas nos tenemos que sentir», relata la diseñadora. Y eso, aunque su situación no sea tan extrema como la que vivió ella durante su enfermedad, es lo que dice cuando alguna mujer llega con el ánimo bajo a sus dominios: «Les digo que tienen que animarse, que se pongan un vestido de los míos y que ya verán como se sienten bellísimas».

Para ella, de hecho, «todas las mujeres del mundo son guapas». Reconoce que hay bellezas exteriores, físicas muy evidentes, pero también «mucha belleza interior»: «Mujeres a las que cuanto más tratas, cuanto más conoces vas pensando ‘qué bella es’». Para ella, sentirse o no guapa depende del momento que cada una esté atravesando. Es difícil sentirse guapa cuando se está pasando una enfermedad o una etapa de problemas familiares, reconoce la diseñadora, que está convencida de que de la misma manera que sentirse bien por dentro se nota por fuera, verse bien «hace que te sientas bien por dentro».

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