Desde ayer y hasta el 29 de septiembre, el Espacio cultural y educativo Far de la Mola, que gestiona la conselleria insular de Cultura de Formentera, acoge la tercera y última parte de la exposición ‘Una colección de arte contemporáneo III. Pintura y otros’, proyecto que surge de la amistad y la colaboración de la coleccionista ibicenca Catalina Verdera y del comisario de arte, afincado en Formetera, Manolo Oya.

Artistas y curiosos en una de las salas. | PILAR ALDEA

Se trata de la tercera exposición de la colección particular de arte contemporáneo de Catalina Verdera Ribas que se desarrolla a través de la Asociación Cultural Trampolín Mecánico.

A diferencia de las dos primeras partes de las muestras, donde se mostraron obras de artistas locales y artistas que han residido o mantenido un estrecho contacto con las Pitiusas, en esta tercera parte se pueden ver principalmente obras de artistas de otros lugares con los que Catalina Verdera ha mantenido relación a raíz de su actividad en la Galería Van der Voort.

17 artistas

En esta ocasión, se trata de la selección de obras de pintura, dibujo y objetos de diecisiete artistas: Antoni Tàpies, Antonio Murado, Miguel Mont, Juan Hernández Pijuan, Berta Cáccamo, Carmen Anzano, Amparo Sard, Ana Vilarrasa, Jaume Plensa, Carmen Calvo, Ester Partegas, Michelangelo Pistoletto, Jordi Alcaraz, Nono Bandera, Douglas Pérez, Kcho y Miriam Durango.

La exposición inaugurada ayer se puede visitar hasta el 29 de septiembre, cada mañana de martes a domingo y de 10 horas a 14 horas. Y los miércoles y domingos por la tarde, de 17 horas a 21 horas.

Al acto inaugural celebrado ayer asistió la presidenta del Conell de Formentera, Ana Juan, la vicepresidenta, Alejandra Ferrer, así como la consellera de Cultura, Susana Labrador. También varios artistas locales y amigos de Catalina Verdera y de Manolo Oya.

En el prólogo del catálogo editado para la ocasión la historiadora del arte Nuria del Río Pinto, señala: «Verdera incluye arte de hoy, ampliando las fronteras de su colección, actualizando la iconografía de las islas, ampliando las miras de los residentes». Destaca también «las obras de Tàpies, Pistoletto, Plensa, Perejaume, que combina en su trabajo poesía e imagen, el elemento poético en estas dos piezas sobresale, tanto en el bosquejo de un viaje en tren, insinuado en postales antiguas recortadas con una ejecución muy lúdica, como en la creación de un océano de obras que se pierde bajo un cielo abrupto, en el que se expresa con un gran virtuosismo».